Capitulo 11

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Habían pasado algunos días, en los cuales Macaria se sentía como incompleta, siempre había tenido una buena relación con su madre y aunque quería disculparse, también sentía lo que había dicho, no podía simplemente disculparse por sentir celos del trato preferencial de sus padres con Ares.
Tanatos trataba de animarla y también trataba todos los días que fuera a buscar a Perséfone, aunque su esposa se negaba era obvio que disfrutaba la atención que él le daba. Estaban bien con eso su relación sin Leteo de por medio era muy buena.

—Ya le di la ubicación de Ares a tu madre y tu deberías ir a disculparte con ella—le dijo Tanatos serio.

—Sé que fui dura pero no puedo disculparme por algo que siento—ella se cruzó de brazos—, no puedo evitar sentir que les importo lo mínimo.

—Eres una Diosa, fuerte e independiente, podrías convertirme en cenizas con tan solo chasquear tus dedos, ellos asumen que estás bien porque con tus poderes no podrias correr riesgo alguno—Tanatos se sentó junto a ella—, solo ve.

—Lo pensaré ¿de acuerdo?

En alguna parte del castillo del inframundo Perséfone buscaba a Hades, este estaba en el vivero.

—¿Qué haces aqui?—le pregunto ella.

—Busco especias para hacer té chai, el favorito de Macaria—él tomo un frasco y lo olió—anís.

—No irás a buscarla, ella fue muy grosera conmigo.

—Exactamente contigo, ella es mi princesa y a mi no me dijo nada.

—Tanatos me trajo la ubicación de Ares.

—Una razón más para ir a ver a nuestra hija, alguien debe de hacerse cargo de este lugar—Hades preparaba otro frasco con las especias.

—Ella debe de venir aquí—Perséfone se cruzó de brazos.

—De acuerdo—Hades salió del vivero y grito:—¡Charon!

—Estoy aquí sir—dijo el barquero.

—Dile a mi hija que venga a cenar hoy, que traiga a tu hermano.

Perséfone miró con desaprobación a Hades y regresó al castillo.

—No puedo creer que hayas hecho esto—le dijo ella con evidente molestia

—Escucha, ella tiene razón, nunca nos ha preocupado en lo más mínimo. La amamos pero seamos honestos, ella es tan poderosa que lo único que nos puede preocupar es que le haga daño a alguien  y sabemos que eso no va a pasar.

—¿Cual es tu punto?—Perséfone se cruzó de brazos.

—Mi punto es que mi hija—se lo pensó un poco—nuestra hija es mi sol, mi luna y mis estrellas. Si nos disculpamos ella lo hará contigo.

Perséfone aceptó de mala gana lo cual Hades se veía venir, conocía el carácter de su esposa, él la amaba por eso.

El día pasó tranquilo tanto en el inframundo como en los campos Elíseos. Macaria y Tánatos se vistieron para la ocasión, era poco frecuente tener una cena elegante en el inframundo y por esa razón debían verse bien.

Macaria entró a la habitación con el cabello recogido en una coleta alta y Tanatos se le quedó viento asombrado.

—Yo no sé que hice para merecer una esposa tan hermosa como tú.

—Ser un idiota, casi perderme y ahora recuperarme—ella lo abrazó y luego le desordenó el cabello.

Ambos fueron al castillo y ahí ya lo esperaban Hades y Perséfone en la entrada. El dios del inframundo traía el frasco con las especias para su hija. Ella lo saludó y él se lo entregó. Macaria se limitó a darle un beso en la mejilla a su madre.

—Espero ya hayas leído tu nuevo contrato—dijo Hades a Tanatos.

—Sí, aún no lo firmó pero espero hacerlo durante la junta.

—Este año no habrá junta—le informó Perséfone.

Tenemos que ir a la tierra, lo cual no sabemos cuánto nos llevará—Hades no parecía molesto con su hija y en realidad le gustaba que estuviera ahí con Tanatos.

—Y eso nos lleva al siguiente punto y la razón de esta reunion pero por favor vamos al comedor.

Las cosas pudieron salir mejor, Macaria pensó que pudo ser más cordial pero sin duda su padre y Tanatos aligeraron la cena. Perséfone sonreía ocasionalmente ante los chistes de Hades y Tanatos parecía relajado con su estadía ahí.

—Bueno, como ya saben iremos a buscar a Ares—dijo Perséfone—pero antes...—ella le tomo la mano a su hija—, quiero pedirte disculpas si alguna vez has sentido que no eres importante para mi. Lo eres.

—Para ambos, eres la luz de este lugar—completo Hades.

—Lamento haber explotado contigo, mamá. Tanatos también me ayudó a comprender que ustedes confían tanto en mi que no necesitan cuidarme.

—Vaya Tanatos, ya me agradas un poco más que ayer—dijo Perséfone sonriendo.

—Queremos pedirles que cuiden el inframundo mientras no estamos—soltó Hades—ya hable con las Moiras, así que Tánatos, no tienes que preocuparte por quiénes morirán estos días. Ya cortaron los hilos.

—Solo no incendien el lugar ni liberen las bestias del Tartaro y todos estaremos bien—les recordó Perséfone

—Gracias papá—Macaria sonrio genuinamente—por el voto de confianza.

—Bueno eso es parte del nuevo contrato de Tanatos, al ser tu esposo eventualmente deberán reinar juntos—Hades miro a su yerno—. Si lo lees y lo apruebas quizá en la junta lo firmemos todos.

—Tomen esto como una prueba—les dijo Perséfone.

La cena fue tranquila y Hades propuso que los jóvenes fueran por algunas de sus pertenencias para mudarse al inframundo, cuando regresaron Perséfone ya se había ido y Hades les entregó el lugar para que lo cuidaran temporalmente, ambos se sentaron en los tronos a vigilar, Tanatos parecía entusiasmado con el poder aunque si era bastante aburrido, él creía que habría más acción.

—¿Crees que tus padres regresen con Ares?

—Creo que es una posibilidad. Lo último que se supo de él es que había robado todas las reservas de Morfeo, mamá se preocupó y papá cree que es peligroso que esté en la tierra con todo ese poder.

—¿Y tu que opinas?

—Opino que él es lo suficientemente mayor para cuidarse solo, lo quiero pero no voy a cuidar de él para siempre como lo hacen mis padres.

Tanatos miró a Macaria, sabia que mentía, sabía que ella correría a ayudar a Ares si el se lo pedía, Macaria era noble aunque a veces aparentaba ser una ruda reina.


Holiii, perdón por el capitulo corto pero espero que el del domingo esté más largo.

Tolerate it (Macaria x Tánatos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora