Nix daba vueltas en la sala de estar de su castillo mientras Tánatos estaba relajado sentado mirando como perdía la cabeza poco a poco.
—No, no, no—dijo Nix—¿como es posible que la perdieras? ¿simplemente la estás dejando ir?
—Sí, no hay nada que la haga volver a confiar en mi, a pesar que en este tiempo la he amado, entiendo que ya perdí mi oportunidad—él se levantó y se acomodó la camisa—, tu deberías hacer lo mismo.
—¿Sabes lo que hará Hades contigo? te quitará el poder.
—No me importa, ya no lo quiero, sabes madre, me di cuenta que nunca quise eso tu sí. Y yo, ya no soy tu peón.
—Te quitará de la junta y te quitará a tu hijo, no permitirá que lo veas.
—Macaria no permitiría eso, soy el padre de Alcione.
—¿Y que es ese nombre tan ridículo?
—Significa elevado, lo cual va muy bien con los dones que se le dieron.
Nix estaba furiosa con su hijo.
—Esa es otra cosa, ¿por qué no fui invitada a darle dones?
—Porque yo no quise, Macaria no tuvo nada que ver en esto. Créeme.
—Ya deja atrás esos arranques de niño que tienes, tu hijo necesita un padre no un amiguito de juegos. Ahora ve y arregla tu matrimonio.
—No, se acabó, no voy a permitir más sufrimiento por está mala unión.
—Como si de verdad te importara.
—Me importa, es la madre de mi hijo la hice sufrir y también hice sufrir a Leteo—Tanatos se frotó la cara—¿todo para qué?
—Ya veo por donde va todo esto, es Leteo, ella siempre saca lo peor de ti.
—Es probable, pero ella es el amor de mi vida, para la mala suerte de Macaria esto es así y en verdad desearía nunca haberla hecho sufrir por no corresponder a lo que ella sentía—Tanatos se dirigió a la salida—, sabes estoy feliz de que ella haya tenido la fuerza de terminar esto, yo no habría podido hacerlo. Si quieres visitar a tu nieto sabes dónde vivimos.
Él llegó a casa con la sorpresa de que el bebé era cuidado por Yanire. Preguntó por su esposa y le dijeron que había sido requerida en el inframundo. Él sostuvo al bebé en brazos un rato jugó con él y luego regresó a trabajar. Después de hablar con su padre Macaria se sintió mal consigo misma, no quería causarle daño a Tánatos y dejarlo fuera de la junta del inframundo era como rebajarlo de nivel. Después de todo se estaban separando pero eso no significaba que fueran a sacarlo de lo que siempre ha hecho.
—Yanire—anunció Macaria—estoy en casa.
Macaria cargó al bebé y le dio un beso en la cabecita.
—Ahí estas, el Dios más hermoso de todos—lo llenó de besitos y el bebé le dedicó una risilla.
—Tánatos estuvo aquí, preguntó por ti—le dijo Yanire—le dije que estabas en el inframundo ¿cómo estuvieron las cosas?
—Mal, papá quiere revocarle todos sus "privilegios"—ella hizo énfasis en esa palabra—a Tanatos.
—Pero odiamos a Tánatos ¿no?
—No, quizá un poco, pero yo no tengo nada que ver con su trabajo o su lugar en el inframundo, por mi lo regresaron pero él ya era parte incluso antes de que yo naciera.
Macaria no sabía como se sentía al pensar en Tánatos, por un lado le había dado aquello que más quería en el mundo que era Alcione, por otro lado odiaba que realmente nunca tuvieron esa historia de amor que ella siempre soñó.
ESTÁS LEYENDO
Tolerate it (Macaria x Tánatos)
FantasíaSi todo está en mi cabeza, dímelo ahora dime que me equivoqué de alguna manera sé que mi amor debe celebrarse pero tú lo toleras...