Entre rosas y risas [C.H] [A.U] [Terminada]

Capítulo veinte

--¿Ustedes que opinan chicas? --Preguntó Argentina de repente, con las hijas del británico presente, sólo que estabas estaban calladas y tensas, algo que no pasó desadvertido para él, por lo que quería era integrarlas un poco en las discusiones, deseaba saber sus opiniones si quería agradarles y formar un vínculo sano.

--¿Sobre qué, señor Argentina? --Preguntó Australia ya acostumbrado a que el argentino se refiriera a todos como "todas", no le molestaba, porque sabe bien que también se refiere a él.

--Y sobre la comida, Ausi --Dijo divertido, sacando una risa avergonzada del australiano-- Su padre quiere hacer fideos blancos con pescado a la plancha --Señaló al mayor, que observaba curioso el hecho de que su pareja prefiriera meter a los menores a la discusión-- Y yo creo que sería mejor hacer unas empanadas de pollo.

Las niñas lo observaron curiosas, intentando descubrir que eran esas, empanadas.

--¿Qué son enpaladas señó' A'dgentina? --Preguntó Nueva Zelanda, sus hermanas mayores la observaron con total agradecimiento porque ninguno se atrevía a preguntar por miedo a ser humillados. 

Preferían mantenerse en silencio.

--Bueno, una "enpalada" sería una masa, con relleno, cerrada que se pone a cocinar en el horno o lo hacés fritas --Dijo con una sonrisa-- El relleno por lo general es algo así, como, ay, ¿Cómo lo explico? --Le preguntó con algo de timidez al británico que ya sabía lo que era, lo había ayudado a hacerlo en el orfanato.

Reino Unido suspiró con gracia al ver como el más alto parecía entrar en un tipo de timidez extraña, dado que se le notaba lo nervioso, pero no perdía su toque amable y feliz.

--El rellano, Nueva Zelanda, posee pechuga de pollo cortado en pecho trozos, huevo hervido, aceituna, cebolla entre otras cosas.

El argentino sonrió al ver que había respondido por él. No era que él no pudiera responder por si mismo, sino que quería integrarlo a la conversación, aparte de esa manera también las mayores verían que no era una comida "rara" así como habían llamado al guiso que había preparado semanas atrás.

--Gracias, Reino --Besó su mejilla con cuidado, aunque este se apartó rápido ante la vergüenza y timidez de tener tales actitudes cariñosas y demostrativas frente a sus hijos-- Pero bueno, prácticamente es eso --Comentó rápido, intentando ignorar la pequeña punzada en su pecho ante el rechazo de un simple beso en la mejilla.

--¡Entiendo, señó' A'dgentina! --Dijo con emoción la niña-- ¡Yo quiedo pobaldo! --Su sonrisa era grande, y su hermano mayor la apoyó al instante.

--Si, señor Argentina, suena delicioso --Aportó con feliz, sintiéndose incluido en una discusión de "adultos" y no como un niño que no tiene voz y voto. Argentina sonrió ante eso.

--Me alegra ver su emoción chicos --Dijo con total honestidad, volteando a ver a las mayores ahora-- ¿Y ustedes chicas, qué opinan? --Preguntó con curiosidad sin perder su sonrisa.

--Lo que padre o tu decidan está bien --Murmuró Canadá, sin despegar la vista de su celular, encogiéndose en su lugar ante la timidez.

--Concuerdo, con mi hermana Canadá --Respondió ahora Estados Unidos sin perder su entrecejo fruncido.

Argentina suspiró ante sus respuestas tan, inexpresivas.

--¿Seguras chicas? Todas las opiniones son importantes, no quiero hacer algo que las moleste --Reveló con honestidad y preocupación, pero ellas sólo negaron con sus cabezas a la par-- Entonces creo que ganaron las empanadas, Reino --Dijo con una sonrisa cargada de incomodidad.

--Así parece --Respondió suspirando con una sonrisa pequeña. Australia y Nueva Zelanda gritaron emocionados ante eso-- No griten --Los retó de manera casi, automática.

--Perdón padre --Murmuraron en voz baja ambos ante eso.

--No se pongan asi chicos --Dijo llamando su atención-- Si quieren, pueden ayudarme a preparar las empanadas --Ofreció, recibiendo el asentimiento emocionado de los infantes-- Entonces, vamos, que tenemos que ir a comprar un par de cosas para preparar la mejor comida del mundo --Anunció, Reino Unido suspiró ante los chillidos emocionados y felices de los chicos al sentirse integrados en las actividades.

Canadá sólo intentó ignorar la emoción de sus hermanos, mientras USA sólo veía molesta la escena, con la envidia plantada en sus ojos.