Capítulo veintitrés

2.4K 253 190
                                    

Ambos estaban perfectamente vestidos, y se notaba la elegancia en sus movimientos, con un toque refinado y brillante, disfrutaban del ligero almuerzo que habían ordenado para poder tener una cómoda charla sobre el cuidado de los niños.

Al menos ese había sido lo dicho por Francia cuando lo citó, algo que claramente Reino Unido, no creía del todo, dado que al haber mencionado a su pareja durante su llamada, dió a entender que iba a hablar de él durante la reunión.

Ya conocía a la perfección la actitud y pensamiento de su ex-pareja, no habían pasado casi trece años juntos sin haberse aprendido todo de ella. Por esa cuestión, se esperaba que hiciera alguna, pequeña y clara opinión sobre lo que opinaba de Argentina sin siquiera conocerlo.

Siempre había sido así ella.

-Creo que sabes perfectamente el porqué te he llamado, ¿verdad Francia? --Preguntó con seriedad pero sin perder el toque tranquilo de su voz, la mujer frente a él asintió ante eso, dejando la copa de vino a un lado de su plato.

--Habías mencionado que las Canadá y Estados Unidos de América se habían sentido incómodas ante algo que mencioné en el fin de semana que estuvimos juntos, ¿No es así? --El británico asintió-- No comprendo bien que es lo que puede ser, considerando que habíamos pasado una maravillosa velada los cinco como una familia --Mencionó sin interés, tirando un ligero comentario molesto para el hombre, pero que sin embargo no se inmuto ante esto.

--Quizá pueda refrescarte la memoria con el hecho de que tiene relación con que hiciste sentir incómodas a las niñas por una sencilla pregunta que te hicieron, quizá podrías comenzar a explicarme el porqué reaccionaste de manera tan exaltada por algo tan simple como responder la curiosidad de tus hijas.

--Hijos, Reino Unido, hijos, tenemos a un niño también --Corrigió y le recordó, a aquel tan grande error de excluir a su pequeño.

Suspiró ante lo dicho por la francesa, dándose cuenta que utilizó las mismas palabras que utilizaba el argentino para referirse a sus hijos.

--Tienes razón Francia --Cedió con un ligero toque de aburrimiento en su voz, claramente notado por la mujer frente a él-- Entonces, ¿Qué fue aquello tan grave que te preguntaron nuestros hijos para que hicieras que Estados Unidos pasara vergüenza en medio del almuerzo que tuvieron?

--Bueno, ahora que lo mencionas, ellas me dijeron que habían encontrado unos frascos de testosterona en el baño de tu pareja, ese muchacho.

El europeo, con una ceja arqueada, observó curioso a la mujer, pero que claramente no entendía a que se refería con aquello.

--¿Y eso que tiene de malo? Muchos hombres necesitan de las hormonas si poseen algún tipo de desbalance en el sistema.

--Si fuera así, ¿entonces no debería de tener un cuerpo más, musculoso, más formado? Según Canadá, se lo nota bastante flácido y sin masa muscular, si lo toma debería tener más formado el cuerpo, o tener mayor fuerza, pero incluso hasta Australia confirma que no posee esas cualidades, a pesar, de tomar testosterona.

--¿A que quieres llegar, Francia? --Preguntó ahora con el entrecejo fruncido, claramente molesto por el modo en el que se estaba dirigiendo a su pareja.

--Creo que es bastante obvio, ¿no te parece, querido? Un chico, sin masa muscular, con un afán por lo culinario, la delicadeza, que es metrosexual y posee un instinto "paterno", ¿no se te hace raro? --El británico tomó un poco del vino servido en su copa, sin quitar la mirada de la madre de sus hijos-- Es mucho más que obvio Reino Unido que tu pareja, es sólo un enfermo mental con delirios de tener un órgano viril en su entrepierna, por favor.

--Francia, no te refieras a él como un enfermo mental, cuando yo sé bien que tiene entre las piernas --Respondió con un tono serio y mordaz, pero la mujer no perdía aquella sonrisa burlesca de entre sus labios, claramente divertida con las respuestas tan banales del hombre al cual alguna vez dijo amar.

--Oh querido, los años tan hecho más idiota con el tiempo, existe la operación de cambio de sexo, no es ninguna novedad, de hecho, un amigo mío, Dinamarca, trabaja en una hospital donde se piden en ocasiones turnos para hacer esto, claro que ahí los rechazan, no les gusta trabajar con gente mentalmente insana, pero me dijo que es posible.

--¿Estás insinuando que mi pareja, es otro de esos raros chicos con problemas mentales para aceptar su género y sexo? --Preguntó con claro tono de burla, no aceptando que su pareja pudiera serlo.

--No lo insinuo, lo afirmo, ese chico es menos masculino que Austria, y Austria en verdad podría llegar a confundirse con una mujer sino lo conociera de cuando eramos niños.

--Escucha Francia, no dejaré que hables así de él.

--Perfecto, no lo haré --Interrumpió de manera rápida, pero sin perder su burlesca sonrisa-- Pero no quiero que ese enfermo mental se acerque a mis hijos Reino Unido, ellos no deberían estar expuestos a esos raros que inventan cada situación y problema donde no los hay, incluso los estimula a ser unos revoltosos desobedientes, ¿puedes creer que Australia quiso andar descalzo en el jardín? Jugar entre esos bichos y plantas, y esas cosas las aprendió de tu pareja, incluso Nueva Zelanda llegó con una horrible corona de flores que ensució todo su bellísimo cabello --Continuó mencionando, enumerando cada cosa que desde su punto de vista, era horrible y trágico-- ¿No quieres terminar con ese raro? Perfecto, pero que no se acerque a mis hijos porque entraremos en serio problemas, Reino Unido, mis hijos no estarán con un enfermo mental, ni hoy ni nunca.

El británico no tuvo otra opción más que suspirar, completamente agotado con la situación, pero también molesto e indignado, dado que estaba convencido de que su pareja, era biológicamente un chico, no una chica, y no creía en esa estupidez de que se hubiera cambiado de sexo, no lo veía capaz con lo joven que era.

--Recuerda bien que también son mis hijos y mi pareja del que te estas refiriendo, así que preferirías que tuvieras más respeto hacia la forma en la que te diriges a él dado que yo jamás le he faltado el respeto a alguna de tus parejas, y tú claramente no conoces a Argentina para hablar de ese modo sobre él cuando nunca lo haz visto.

--Como prefieras querido, pero después cuando descubras que claramente tengo razón y que ese chico no es quien dice ser, espero que no vuelvas arrepentido a disculparte por ser un ciego ignorante, después de todo yo te quise ayudar, pero claramente, tu amor por ese idiota, es más fuerte --Mencionó antes de levantarse y dejar el dinero sobre la mesa con lo gastado por parte de ella, Reino Unido la observó retirarse con total elegancia y seriedad, algo característico de ella, pero que sin duda ahora le molestaba como nunca antes le había molestado.

Sin duda tendría una seria charla con Argentina en cuanto lo viera.

Entre rosas y risas [C.H] [A.U] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora