Entre rosas y risas [C.H] [A.U] [Terminada]

Capítulo uno

--Tú no eres nuestra mami --Gruñó el niño de ocho años mientras lo miraba con sus pequeños ojitos cargados de odio.

Esas fueron las primeras palabras dichas por el niño que hasta donde sabía era el segundo menor, Australia. No negará que se sintió incómodo por su mirada y el cómo se dirigió a él, no esperaba en lo absoluto aquella reacción.

Sin embargo Argentina estaba más que dispuesto a llevarse bien con el pequeño, con los cuatro en realidad.

Se agachó a la altura del infante que tenía entre sus manos un muñeco de serpiente y colocó una mano sobre la cabeza del menor.

--Así es peque, no soy tu mami --Admitió con un tono tranquilo-- Pero no por eso vamos a llevarnos mal, ¿verdad? --Preguntó con una sonrisa, el australiano parecía dudar de sus gestos, pero una mano alejó la suya de la cabeza de Australia.

--¡Aléjate de mi hermano idiota! --Le gritó con total enojo la estadounidense mientras abrazaba a su hermano menor que se veía claramente confundido, el mayor alejó sus manos de la cabeza de Australia para colocarlas frente a su cara para que viera que lo escuchó.

Reino Unido que estaba detrás de Argentina tenía sus brazos cruzados, apretando con sus manos sus brazos para contener sus ganas de retar a sus hijos, no podía comprender porque debían ser tan maleducados con su pareja considerando que no era precisamente un extraño, ya les había hablado de él y enseñado varias fotos para que fueron conociendo como sería.

El latinoamericano ya le había aclarado muy bien que no interviniera de ninguna forma en como sus hijos lo trataban o presentaban, quería conocerlos sin ninguna amenaza suya de por medio así, evitaría que lo odiaran.

--¿Te puedo preguntar por qué me considerás idiota? --Preguntó bajando lentamente sus manos para colocarlas sobre sus piernas, Estados Unidos, según palabras de UK, era la más agresiva y la más problemática, por lo que se había mentalizado para este tipo de acciones.

--Porque tu cara es horrible --Insultó la mayor de los hijos de Reino Unido mientras le sacaba la lengua.

Argentina con su mano en vertical golpeó despacio la cabeza de la niña repetidas veces pero con total ligerez. La niña tenía sus mejillas sonrojadas mientras la observaba con enfado.

--No podés asumir quien es idiota o no, si nunca hablaste con esa persona antes --La retó con una sonrisa divertida, tomando con sus manos las sonrojadas mejillas de la estadounidense para estirarlas con suavidad-- Tienes que respetar para que te respeten enana.

Australia soltó una ligera risa mientras observaba a su hermana avergonzada. Canadá lo observaba sin decir nada, después de todo, ella tenía un pacto y ese era que no importaba absolutamente nada, ella volvería a unir a sus padres de nuevo, y para conseguirlo, debía quitar a Argentina de la ecuación.