Quería reírse pero mantuvo una sonrisa en su lugar, sus cosas estaban desparramadas dentro de su mochila, y se hacía una idea de quienes pudieron ser los responsables.
Suspiró mientras comenzaba a acomodar sus cosas correctamente, en definitiva estos chicos eran algo traviesos, pero no era nada que no pudiera manejar, suponía que iban a hacer algo así o similar, al menos habían intentado disimular el pequeño desastre ocasionado.
Comenzó a sacar su pijama y colocarlo sobre la cama, mientras procedía buscar en el bolsillo interno de la mochila, buscando sus parches de testosterona, además de buscar su celular para preguntarle a Suiza como estaban los niños, sabía que Brasil era de tener pesadillas por las noches y que a Colombia le gustaban los cuentos antes de dormir, desearía estar ahí para cuidarlos, pero le había prometido a Reino Unido pasar una noche juntos a causa de su tiempo sin contacto.
Había estado preparando todo para el cumpleaños del pequeño Jamaica por lo que apenas podía hablar con UK, así que a modo de recompensa se iba a quedar esa noche, después volvería al orfanato.
Sintió unos brazos pasar por su ancha cintura, y un rostro colarse sobre su hombro, sonrió mientras pasaba sus celestinas manos por los fuertes brazos del británico y sonreía. En verdad lo amaba.
--¿Cómo estás cielo? --Preguntó tranquilo el argentino mientras dejaba que el mayor en edad besara su cuello con ternura y no como algo sexual.
Habían consumido el acto sexual en pocas ocasiones debido al trabajo constante de Argentina en el orfanato, pero tampoco eran como si pudieran hacerlo en esa casa, estaban los hijos de UK y sabía que ellos buscarían cualquier excusa para separarlos.
Los entendía por la educación que habían recibido por parte de Reino Unido y Francia, se denotaba mucho en las dos mayores principalmente, Australia por su parte sólo era influenciable por estas dos pero no parecía estar convencido del todo, y Nueva Zelanda era la excepción total porque no convivía realmente con la francesa, así que entendía más el porqué lo aceptaba.
--Perdón por como actúan los niños --Murmuró mientras abrazaba con un poco más de fuerza el rellenito abdomen del argentino, mientras este acariciaba con su mano el bien peinado cabello del británico-- No termino de entender porque ellos se comportan así.
Le generaba tanta ternura cuando se ponía así, cuando expresaba sus pensamientos sin esa absurda máscara cargada de estereotipos de una persona conservadora. Sabía bien que no era algo que se eliminaba de un día para otro, tardabas años a veces en quitarte esos pensamientos. Eso era algo que veía mucho en los niños.
Él jamás había tenido una educación conservadora, su madre y padre siempre le habían enseñado del feminismo y el colectivo LGBTiQ+, de hecho él formaba parte de ambos movimientos y era un miembro activo, se lo enseñaba a sus niños, para que ellos, el día de mañana, pudiera aceptar a cada quien por como eran sin importar la religión, raza u orientación sexual a la que pertenecieran.
Pero esa educación no fue la misma que recibió su pareja, y aún seguía luchando con esos prejuicios que lo atormentaban constantemente. No lo culpaba, pero si se encargaba de marcarle cuando había algo que no le gustaba.
--No te preocupes cielo --Murmuró en respuesta mientras continuaba con sus caricias de forma lenta y cariñosa-- Hablando y con tiempo ellos van a entender si me permitís seguir a tu lado.
Uno de los miedos más grandes de Argentina era que Reino Unido llegara a él un día, anunciando que en realidad sólo fue curiosidad y que deseaba que terminaran, que todo fue una etapa, una confusión ante un matrimonio sin pasión y amor.
Porque sabía bien que ninguna de las relaciones que tuvo UK después de terminar con Francia pasaron los dos meses. Él teme llegar a ser uno más de la lista, uno más para descubrir si en verdad ama a los hombres. No lo iba a culpar tampoco si eso pasaba, porque no era quién para obligarlo a amarlo, pero ese miedo estaba ahí.
El británico lo abrazó más fuerte, buscando estar más cerca del albiceleste.
--Yo no quiero que tu me dejes Argentina --Murmuró con total pena, escondía su rostro en ancha espalda del más alto-- Tengo miedo de que te hartes de mi y mis hijos, y termines por abandonarme --Confesó sintiendo su voz quebrarse.
Lo amaba mucho, porque con él podía sentirse libre, sin la necesidad inminente de cumplir con los estándares altos que podía tener, porque Argentina siempre pedía sinceridad, si quería ver una película o hacer alguna actividad él iba a apoyarlo, pero sentía que no devolvía ese trato honesto y desinteresado.
Su miedo más grande cuando presentó a Argentina con sus hijas, era que sus pequeñas fueran tan insoportables y malditas que el argentino lo terminaría porque no soportaba el estilo de vida tan recto que llevaban y que ahora veía lo horrible que era.
No quería alejarse de la libertad y el cariño que el latinoamericano le ofrecía con tanta facilidad.
--Pero si vos sabés que te amo demasiado para dejarte bebé --Respondió con total ternura y cariño, volteando a verlo para abrazarlo-- Tenés tus defectos, así como yo, no podría abandonarte aunque así lo quisiera --Anunció besando su frente y acariciando su espalda.
Y lo que decía no era mentira, sino llegaban a terminar como pareja, lucharía para ser aunque sea su amigo, pero sólo quería estar cerca de él, verlo crecer aunque no fuera a su lado.
Pero continuaron abrazándose y dándose mimos, UK lloraba entre los largos brazos de Argentina, mientras este se encargaba de demostrarle su amor con caricias y besos.
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Entre rosas y risas [C.H] [A.U] [Terminada]
FanfictionReino Unido desea comenzar de nuevo su vida con un hombre después de haber hablado con su ex-pareja, Francia, sobre su orientación sexual. Así es como gracias una fiesta realizada por su mejor amiga, Irlanda, por su cumpleaños, termina conociendo a...