No Control (Radiodust)

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VX: Ya ha empezado – susurró al mirar el enorme y blanquecino resplandor que sobresalía de la cúspide del castillo a la lejanía, era el único lugar en todo el infierno que podía ser visible desde casi cualquier parte, según palabras de Lucifer, para que los pecadores y demonios nunca olvidaran de dónde provenían; viéndose proyectado a sí mismo en las diferentes pantallas aledañas al campo de batalla y a su mejor amiga siendo mostrada a los exterminadores como carnada, se sonrió con ira y comenzó su ataque – Hay mujer, la gente está diciendo por ahí, que yo soy un venado y que estoy amarrado, hay mujer~ – comenzó a cantar despreocupada y burlonamente mientras rodeaba de ondas enérgicas al demonio, una carcajada resonaba por todo el sitio y la música de acompañamiento no se hizo esperar, el ciervo sabía muy bien que se avecinaba, y no le gustaba nada – Dime que eso es un cuento por favor, que no soy un venado y que sigo pegado, cuando fui a Puerto Rico estabas llena de chichones, para casa son jaladas son rumores son rumores~

A: ¿Puedes dejar de jugar?, estamos al borde de una pelea y tu amiga de una muerte segura – el sonido de las alas mecánicas junto a gritos eufóricos eran perceptibles a la lejanía, fuera lo que fuera que el demonio quisiera hacer para salvar a su socia era todo un misterio – pensaba darte la oportunidad de golpear primero pero veo que prefieres payasear – levantó un par de sus tentáculos al aire para golpear directo a un conjunto disperso de los televisores que mostraban el rostro bufón de su adversario, golpeó con fuerza el suelo con su micrófono y las llamas aumentaron en tamaño, actuaba por inercia y eso sería su perdición

VX: Supongo que quieres que vaya directo al coro – carcajeó antes de apagar todos los electrónicos cercanos, encendiendo uno detrás del demonio, con una corriente eléctrica, se transportó al mismo lugar golpeando su espalada obligándolo a girar – Que no me mofen en la esquina – se desapareció de la vista y rango de golpe del ciervo, quien miraba a todos lados en busca de una seña de su adversario – El venado el venado – gritó eufórico golpeándole la cara con una carga eléctrica proveniente de uno de los televisores frente a él, como respuesta, éste fue destruido junto a otros que se hallaban cerca, pero el Overlord nuevamente se había marchado dejando únicamente rastros de su voz que resonaban con eco en todas partes imposibilitando descifrar su ubicación concreta – Eso mira a mí me mortifica – el de cabellos rojos se decidió a eliminar todos los aparatos electrónicos a su alrededor, dejando apenas custodiada la forma femenina que mantenía prisionera de su oscuridad – El venado el venado – otra ráfaga eléctrica de azulados destellos se acercó velozmente al ente, siendo evadida con rapidez y simpleza, seguido de una carcajada y una sonrisa desquiciada

A: Bien, mi turno~ – elevó a la chica de cabellera rosa lo suficiente como para estar a total merced de los ángeles que estaban a pocos minutos de su ubicación, y libremente paseó su mano por los televisores dañados en busca de la seña de su enemigo – sal, sal de donde quiera que estés, porque una vez que te encuentre, será tu final – amenazaba colérico, mirando con atención la burbuja de humo que no podía atravesar y donde se hallaba su corazón, la fuente de la fuerza que ahora poseía, finalmente, una chispa, apenas pequeña y que interfería con su señal chocó contra sus rojizos dedos, sonrió de lado y su micrófono comenzó a brillar intensamente en carmesí, mientras recitaba una y otra vez "Hoy en Radio-Demon's tenemos en exclusiva la muerte del demonio de la tecnología", dio un par de vueltas a su bastón y lo apuntó hacia aquel rastro del demonio, cuya forma física comenzó a manifestarse en medio de notas musicales, aplausos y abucheos grabados – no te mentiré, esto te dolerá lo suficiente como para desear morir – "seguido de la muerte de su fiel amiga, este es el fin del Trío V" se escuchaba decir al portavoz de su amo, que sostenía con fuerza el cuello de su víctima, eludiendo con viveza los distintos cables que eran lanzados como medio de defensa