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El arácnido estaba en casa preparándose para la cena con la dama que le hubiese diseñado y confeccionado el traje que en ese momento llevaba puesto, sacudió su sombrero de manera alegre antes de salir.

HR: ¿A dónde crees que vas?, es viernes por la noche, sabes que es en este horario cuando vendemos más – lo detuvo antes de que saliese por la puerta de aquella oficina polvorienta y lúgubre

AK: Oh vamos Henroin, sabes que eso es tan cierto como que los pecadores van al cielo

HR: No importa, deberás ir a vender – le entregó una bolsa con metanfetaminas y otras substancias

AK: Si, si, aunque quizás – le quitó la bolsa de las manos y tomó su arma apuntándole al rostro – tú deberías mover tu trasero e ir a vender

HR: Te reto a disparar, no matarías a tu padre – una sonrisa soberbia y confiada se hizo presente en el mayor de los arácnidos

AK: Tú solo eres el idiota que me arrastró hasta aquí – sonrió de sobremanera y afirmó su agarre sobre el gatillo - ¿por qué no terminaría contigo?

HR: Vamos, ¿acaso tienes mejores planes? – enarcó una ceja mientras con una de sus manos trataba de desenfundar su arma

El contrario notó tal acción por lo que le disparó cerca de la mano logrando que retrocediera y soltará el arma dejándola caer al suelo soltando un disparo al aire que pudo haber ido a parar fuera del edificio y dar contra algún pecador inmundo.

HR: Arackniss, vamos piénsalo hijo – se notaba el nerviosismo en su rostro, sabía perfectamente como solía ser el temperamento de su hijo y conocía cuán lejos podía llegar

AK: Bien, entonces saldré y a ti no te importará una mierda – enfundó el arma nuevamente y se colocó el sombrero para salir

Caminó durante algunas calles antes de toparse con el local que buscaba, tocó la puerta elegantemente esperando obtener respuesta, del otro lado del umbral, una Overlord cansada vestía uno de sus mejores y más recientes diseños, acomodaba su desaliñado cabello y colocaba un poco de maquillaje en su azotado rostro; se acercó a la puerta y la abrió de par en par dejando ver a un chico con un semblante serio y las manos en los bolsillos, ella simplemente le sonrió.

R: Joven Arackniss, es usted muy puntual – giró a mirar el reloj que yacía en el recibidor

AK: Una dama no debe esperar ni un segundo – tomó la mano de la dama de blancos cabellos y la besó con delicadeza

R: Es usted todo un caballero, permítame llevarle a un sitio digno de mi estirpe – estaba agotada pero no demostraría tal cosa ante el pecador que tan amablemente le había invitado a cenar, retiró su mano y cerró el local

AK: Por supuesto Madame – le ofreció el brazo para comenzar a caminar juntos hacia el sitio que le señalaba la dama, en pocos minutos arribaron a su destino

Un enorme restaurante clásico, a la luz de las velas que iluminaban cada rincón, música de piano y violines que acompañaban y creaban el ambiente entre los presentes, así como comida fina y exclusiva eran el escenario que ahora presenciaba la pareja de demonios, el arácnido tragó saliva al ver tal sitio, sería algo nuevo y era obvio que estaba fuera de lugar, no era su zona de confort.

X: Madame Rossie, es un placer tenerla de vuelta, y es una gran sorpresa verla acompañada de tan semejante... – el demonio le miró de pies a cabeza al arácnido que frunció el ceño molesto – criatura

R: Marx, no es necesario que halagues una presencia a la que temes, solo danos una mesa – la mujer sonrió dejando ver todos y cada uno de sus colmillos logrando que el contrario solo asintiese con la cabeza furtivamente y saliera corriendo en busca de lo que la dama le pedía

No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora