No Control (Radiodust)

32

Angel y Husk tomaron su lugar frente al grupo, Husk tenía una terrible resaca, por lo que no estaba totalmente atento a la situación, y Angel estaba algo incómodo, todos los demonios y pecadores lo miraban con atención, algunos morbosamente.

AD: Bien – comenzó el chico con la voz tímida – en realidad no sé qué decirles, yo también soy un adicto, así que no hay mucho que pueda decirles para que se rediman

H: Lo que podemos decirles es sencillo, dejen de tomar drogas o Alastor los mata

AD: ¡HEY! – Respondió enojado – no se supone que los amenacemos con que Al los asesinará

H: No se supone que se los digamos pero ellos lo saben, y es mejor que se prevengan

AD: Pero no pueden dejar las drogas por simple miedo, ¿o sí? – Miró a los presentes en la sala notando como ellos asentían a la pregunta del chico – Ou – se limitó a decir

H: Te lo dije, así que solo les diré una cosa, reduzcan sus dosis y cámbienlas por alcohol, será más fácil dejar de ser alcohólico a dejar de ser adicto

AD: ¡Yo te di esa idea!

H: Solo les estoy dando las herramientas, tú también eres paciente, así que también deberías tomar nota

AD: Supongo que en eso tienes razón, pero...

H: Nada, tú también debes revisar tu propio progreso, así que siéntate y déjame esto a mi

Angel hizo caso de la orden y tomó asiento entre los participantes, escuchó con atención todo el sermón del felino, no era tan malo dando clases, de hecho, parecía disfrutar de esta tarea.

Todo el día las lecciones impartidas por cada une los miembros del personal salieron a la perfección, hubo una participación del 100% de los pacientes y eso realmente le levantó el ánimo a Charlie.

Finalmente después de haber cenado y antes de que todos regresaran a sus habitaciones, los empleados del hotel hicieron una pequeña reunión, donde se comentaron algunos problemas que se hubiesen observado durante la sesiones, casi todos ellos eran que muchos pecadores parecían más impulsados por el miedo a Alastor que por iniciativa propia; pero a ninguno le pareció extraño, no después del anuncio que había dado en la mañana.

A altas horas de la noche, solo quedaban 3 demonios despiertos: Charlie, Alastor y Angel, estaban trabajando en algo importante, ellos tres parecían ser los demonios con más atención dentro de las clases, así que miraban la posibilidad de que Alastor vigilara de cerca el avance de cada una de las lecciones, pero Charlie rechazó la idea pensando que era más intimidante tenerlo cerca, pero Angel o Charlie no podían hacerlo, pues ellos tenían más de una función dentro del hotel, Angel como paciente, y Charlie como directiva. La discusión terminó dejando a Alastor como supervisor, pero no amenazaría a nadie, además de que lo haría de manera en que no notaran su presencia.

AD: Te vas a convertir en todo un acosador Ali

A: Por supuesto que no mi afeminado amigo, sólo es mi trabajo

C: Es cierto Angel, Alastor aceptó ayudarnos tanto como él quisiera, así que si desea dejar su labor, podrá hacerlo en cualquier momento

A: Bien dicho cariño, ahora dada la hora, creo conveniente que vayan a descansar

AD: ¿Tú no irás?

A: Por supuesto que no, yo no duermo

C: ¿Estás seguro?, todos necesitamos un buen descanso de vez en cuando

A: No gracias dulzura, estoy muy bien, por otro lado – tomó a la rubia de los hombros y la hizo dar media vuelta para empujarla fuera de la sala – es menester que descanses adecuadamente

C: Bien pero... deberías intentar descansar un día de estos

A: Lo consideraré – sacó a Charlie de la sala y Angel salió detrás de ella

AD: Oye Al, gracias por el vestido, pero ¿podrías regresarme mi ropa?

A: No – mencionó secamente, sin expresión específica

AD: ¡¿QUÉ?!, ya te divertiste por hoy, ahora devuélveme mi ropa

A: Claro que no lo haré, pero si deseas, puedo hacerla más agradable para ti – chasqueó los dedos y nada extraordinario sucedió

AD: Eres irremediable – Angel caminó a su cuarto, estaba agotado después de todas las clases que había tomado, básicamente estaba en todas, se quitó el vestido y lo lanzó en una esquina de la habitación, abrió el ropero esperando encontrar alguna pijama o ropa holgada para dormir; sus ojos se abrieron como platos al mirar dentro del ropero, toda la ropa que había encontrado allí esa mañana era color vino o rojo, ahora era rosa o blanca, le habían regresado parte de su ropa, quizás la que Alastor creyó no tan vulgar, y la cereza del pastel, había trajes que estaban hechos y diseñados por Rossie, uno de ellos tenía una nota:

"Angel, lo único que te pido es que vistas con clase.

Por eso, le he pedido a Rossie que diseñara algunas cosas para ti.

Espero te gusten.

Alastor"

Angel leyó la nota con una sonrisa en su rostro, soltó una ligera risita al terminar de leerla, a Alastor realmente le importaban la apariencias, quizás había hecho lo mismo con el guardarropa de algún otro paciente con tal de que todos se vieran elegantes.

La caligrafía en la nota era perfecta, tenía trazos suaves y definidos, el papel incluso era más grueso que el común, la tinta parecía fina y antigua, además de que tenía un aroma apenas perceptible a tierra mojada y menta.

Las clases al día siguiente transcurrieron igual que el día anterior, y así siguieron durante el mes siguiente, durante ese tiempo, todos habían trabajado armoniosamente, Angel se pavoneaba por todo el hotel vistiendo los trajes que le habían sido regalados, Niffty se había hecho popular por su entusiasmo y creatividad mostradas en su clase, Husk se había convertido en el mejor amigo de Angel, Charlie y Vaggie ya se habían reconciliado nuevamente a pesar de que Charlie y Alastor se habían vuelto muy cercanos en ese tiempo y que Angel también pasaba mucho tiempo con Alastor gracias a sus negocios.

Eso nos lleva al día de hoy, donde un demonio se está escabullendo entre los pasillos a la mitad de la madrugada. Alastor caminó fuera del hotel hasta llegar a su destino, lugar donde tendría que pagar por conseguir algo de tiempo cerca de alguien que le mostraría el arte de relacionarse con otros demonios, los Estudios Porno; miró el edificio con desprecio, tal y como lo hacía siempre que pasaba por allí, entró rápidamente para evitar los sonidos lascivos que provenían del sitio llegando hasta la oficina de Valentino pasando de largo a su secretaria.