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AD: Sírveme otro cariño

H: Ya cállate – le sirvió otro trago – mejor bebe que callado te ves mejor

AD: Vamos sé que te gusto gatito – se acercó a la cara del demonio pasando por encima de la barra

V: ¿Otra vez estás ebrio Angel?

AD: No nena, tú estás sobria

V: Agh – se pasó la mano por la cara – me preocupa Charlie, lleva horas fuera del hotel y está con ese horrible ser

AD: Cálmate, sé que llegará tarde o temprano, no es como que fuera a llegar tomada del brazo de ese tipo

Y dicho y hecho, llegaron algunos segundos después tal y como Angel predijo, cosa que dejó a todos boquiabiertos, Nifty cargaba varias bolsas con compras mientras que la pareja sólo caminaba hasta la barra.

V: ¿Qué se supone que debo pensar de esto?

C: No pasa nada Vaggie, fuimos de compras, y bueno hicimos una caminata matutina, nada del otro mundo

AD: Entonces tú y la fresa – señalaba sin parar a ambos - ¿nada de nada?

C: No Angel, y no insinúes cosas que no son

AD: Entonces aún tengo oportunidad de...

A: De nada mi afeminado amigo, pero en lugar de pensar en banalidades, ¿por qué no me acompañas a hacer unas últimas compras?

AD: Claro que si cariño, te acompaño a donde sea – se levantó de su lugar y se acercó moviendo las caderas hacia el demonio – claro que también puedo hacer algo más que las compras – trató de poner sus manos sobre Alastor, quien no lo dejó convirtiéndose en una sombra y huyendo del sitio para quedar parado a un lado de Nifty

A: Muchas gracias Angel, pero con las compras es suficiente, así que si no te importa quisiera ir lo más rápido posible

AD: Vamos

Nifty miraba a Husk y trataba de comunicarle su preocupación, pues Husk le había contado lo que había pasado en el antro.

H: Yo le advertí, ya es muy su problema si hace caso o no – y como cada que terminaba una frase, dio un largo trago a su botella de alcohol

Se escuchó un chasquido en la habitación y tanto Angel como Alastor desparecieron de la sala.

V: ¿Qué hacía ese hijo de perra contigo?

C: Vaggie ya te dije que no pasaba nada, sólo se portó como un caballero, eso es todo

V: ¿Desde cuándo aceptas ese tipo de tratos?

C: Siempre lo he hecho, mi padre me enseñó a aceptar lo bueno y rechazar lo malo, de algún modo distorsionado y retorcido, pero lo hizo

V: Sí, pero no de maniacos como él, ¿qué hubiera pasado si te hacía daño?

C: Yo puedo cuidarme sola, te lo he dicho miles de veces, pero parece que no me escuchas, al menos Alastor sí me escucha

V: Retira tus palabras Charlie – la chica estaba enojada y por ello sentía un enorme nudo en su garganta que la hacía querer romper en llanto

C: Escucha, no pienso retirar algo que creo es cierto, y lo siento, pero en esta ocasión no pienso disculparme de nada, porque no tengo nada de que disculparme, he dicho

Vaggie salió corriendo y subió por el ascensor para llegar a su habitación y finalmente encerrarse; odiaba que a veces Charlie se comportara como una niña pequeña, obstinada y terca.

AD: ¿Dónde estamos?

A: Venimos a que te tomen las medidas para un traje, pero no se lo digas a Charlie o a los demás

AD: ¿Por qué?

A: Porque se suponía sería una sorpresa

AD: Ya veo, pero en todo caso, yo puedo hacer mi propia ropa, sólo debiste decirme, y no creo que nadie sea mejor que yo para saber cuál es mi estilo – realzó su pecho con sus manos para enfatizar lo último, a lo que Alastor sólo rodó los ojos, sujetó su mentón y lo obligó a mirar a su izquierda, dónde se hallaba el Emporio de Rosie - ¡OH POR DIOS!

A: Quiero que te comportes y la dejes hacer su trabajo – mencionó mientras entraban al establecimiento

R: Hola de nuevo, ¿lo trajiste?

A: Claro que sí cariño – tomó a Angel del brazo y lo acercó a Rosie – como lo prometí

R: Es un placer tener a alguien tan famoso en mi establecimiento – dijo estirando su mano para estrecharla con la del chico

AD: ¿Bromea?, yo soy el que está fascinado de estar aquí, admiro mucho su trabajo, yo sólo soy un aficionado que pretende ser como usted

R: Muchas gracias muchacho, ahora ven y tomaré tus medidas

A: Gracias Rosie, estuve pensando que estaría bien un traje rosa con detalles blancos, que cubra un poco más de lo que le cubre el que trae puesto

AD: ¡No!, yo sé exactamente que quiero, y te prometo que te gustará, es de gala, si eso es lo que quieres – se acercó al rostro de Alastor quien sonreía tranquilo, pues sabía que no se atrevería a hacer nada – así que dame la oportunidad de mostrarte que puedo comportarme

Alastor asintió con la cabeza, y Rosie se apresuró a llevarlo a su oficina para medirlo y que le diera las especificaciones de su vestuario.

R: Listo Angel, valla que tienes un pecho grande, creo que he visto a muy pocos demonios con un pecho así

AD: Jajaja, lo sé, adoro mi cuerpo, excepto por mis pies, son algo... extraños

R: Entonces agradece que no hago zapatos

El chico se rió al escucharla, ella era la modista más reconocida a lo largo y ancho del infierno, sólo viste a los más famosos y de gran prestigio, casi siempre Overlords, pero en esta ocasión, ella lo estaba atendiendo, a él, un simple demonio, se sentía como niño en dulcería.

R: Bien, ahora dime ¿qué es lo que quieres?

AD: Es muy simple, sólo quiero esto... - le entregó una hoja que guardaba en su pecho – pero en vino

R: No sé si a Alastor le agrade la idea

AD: Me dio la oportunidad de hacer lo que quisiera, así que no tiene derecho a enojarse

Rosie miró la hoja unos minutos y asintió con la cabeza dejando ir a Angel.

AD: Terminé, ya podemos irnos fresita

A: No me llames así, pero en fin vámonos de regreso al Hotel

AD: No, quisiera ir de compras antes, para tener... entretenimiento en mi rehabilitación forzada

A: No podemos ir, tenemos que regresar, tienes que empezar a rehabilitarte desde ahora, o de otro modo no lo lograremos

AD: Sólo será una hora por mucho – unió las palmas de sus manos en forma de súplica – por favor

A: Supongo está bien, pero sólo esta vez

Angel salió seguido de Alastor y llegaron a una especie de centro comercial, Angel corría de un lado a otro buscando cosas de una lista, el Demonio Radio únicamente se limitó a observarlo correr por toda la tienda, no podía negar que le parecía un personaje bastante curioso y entretenido, pero necesitaba que se rehabilitara lo más pronto posible para dejar la farsa de Charlie y ganarse de otra manera la confianza de Lucifer.

A: ¿Terminaste? – dijo al ver que el chico cargaba varias bolsas repletas de cosas

AD: Si cielo, sólo falta una cosa – se acercó a una tienda diferente y entraron a ella


No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora