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VL: Hola cariño – la voz conocida del proxeneta resonaba por todos lados, como si estuviese en una cueva oscura

AD: Val, perdona, yo no quise – fue interrumpido por el sonido de un fuete

Angel se encontraba en una enorme habitación oscura, era fría y estaba completamente vacía, todo a su alrededor era oscuridad, no había ningún objeto visible a la cercanía o lejanía, solo la irritante risa de su proxeneta que retumbaba en las paredes clamando su nombre.

VL: Angie boy~ ven aquí – en medio del sitio apareció una silla y Valentino se hallaba sentado en ella, cruzado de piernas y con el fuete en mano – No me hagas esperar – le sonrió maliciosamente y golpeó el fuete contra su mano.

El peli-blanco caminó lentamente hacia el sitio que le era indicado, mientras frotaba su brazo superior izquierdo con el derecho, en cuanto llegó el demonio se acomodó en su lugar y plameó sus piernas para indicarle que se sentara sobre él, a lo que Angel obedeció sin chistar mirando con terror el fuete.

VL: Muy bien Angie boy – comenzó a acariciar lenta y lascivamente sus muslos, mientras Angel se quedaba quieto, sin decir nada y sin poder hacer nada al respecto, solo miraba con terror el fuete esperando cualquier movimiento de éste para dañarlo.

AD: Val, hoy no – pronunció al fin sintiendo como el contrario introducía sus manos por debajo del short y masajeaba sus glúteos

VL: No te pedí que hablaras – el demonio de rojo se aproximó a su rostro y con una de sus manos libre levantó su mentón obligándolo a mirarlo directamente a los ojos – solo sonríe dulzura

Una lágrima resbaló por la mejilla del albino mientras el contrario atacaba su cuello en besos y mordidas que para nada eran agradables, Angel se resignó quedándose quieto y obedeciendo a cada orden que le era dada, cerró los ojos para no ver el dolor que le causaban, para tratar de no sentirlo, y de la nada, todo se desvaneció, no sintió los toques de su proxeneta por su cuerpo; abrió lentamente los ojos mirándose en medio de un enorme escenario, vestido de Roxanne, él estaba sentado en un piano que era tocado por un demonio cualquiera.

VL: Baila – Angel se quedó estático en su lugar mientras veía como un enorme público comenzaba a aparecer de la nada frente a él, cientos y cientos de demonios que le silbaban y gritaban cosas obscenas - ¡BAILA!- recriminó el dueño del chico, quien negó con la cabeza – Bien

La figura de Valentino comenzó a crecer descomunalmente, haciéndose presente detrás del drag, quien solo podía sentir su cuerpo paralizándose, antes de poder hacer un movimiento, varios hilos sujetaron sus muñecas y tobillos jalándolos hacia arriba, volteó para mirar lo que lo atrapaba, ahí, sobre todos y sobre todo, Valentino fungía como marionetista.

VL: Te he dicho que bailes – comenzó a mover los hilos que sujetaban las extremidades del actor logrando que este se moviera a su voluntad

AD: Val, por favor – suplicaba el demonio que sollozaba mientras los demás demonios seguían gritándole y silbándole, incluso lanzándole dinero y otros objetos como juguetes sexuales, sin embargo, el aludido hizo caso omiso de la petición y simplemente continuó moviendo los hilos con una enorme sonrisa en su rostro

Todo esto ocurría y se repetía sin parar en la mente del arácnido, en cada uno de sus sueños, no había escape, eso era parte de lo que no lo dejaba dormir, las sustancias siempre habían sido su medio de escape a toda esa basura, sin embargo, ahora que ya no las consumía, las pesadillas se habían hecho presentes.

Vaggie seguía leyendo en la habitación del chico, cuando este comenzó a gritar en medio de sus sueños y a patalear, la chica peli-gris se exaltó y dejó caer el libro que leía tratando de detener al pecador que se removía en su cama.

No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora