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C: ¡AL! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? – la chica pataleaba en el suelo mientras el ciervo se alejaba del sitio con una sonrisa maniaca en el rostro

VV: ¡LLEGASTE! – gritó la chica de coletas rosas y blancas para acercarse a la princesa y tomarla del mentón – de verdad que este libro es infalible – invocó el libro colocándolo en su mano y abriendo una nueva página

Mientras tanto el ciervo parecía estar en shock total, no se movía ni hacía ninguna especie de ruido, de hecho, lo único que se podía apreciar de él era su mera transformación en lo que ellos considerarían "normal", después de esto, el demonio acomodó sus ropas, se revolvió un poco el cabello y colocó las manos detrás de su espalda como esperando algo.

VV: Bien, bien... no queremos que le causes problemas a Val cuando lo veas así que – la chica comenzó a buscar entre las páginas un texto especial pero en esta distracción la princesa pateó el libro de sus manos logrando que cayese cerca de Alastor

C: ¡AL!, haz algo – gritaba desesperada la princesa mientras desvanecía las sombras que le aprisionaban - ¿Qué le hiciste?

VV: Agh, perra maldita, mis uñas – mencionó molesta acercándose al libro para tomarlo nuevamente y sonriendo ante la pregunta de la rubia – solo lo hice más funcional, cualquier cosa que haga en nuestra contra dañará lo único a lo que él pretende debilidad y con ello a él hasta matarlo

C: ¿Qué? – Tomó su forma demoniaca para tomar a la chica del cuello y elevarse con sus alas a una altura considerable – libéralo perra

VV: Lo que escuchaste – la contraria al verse sujetada y levantada tiró el libro tratando de quitarse la mano de la chica de encima – no puedo... yo no lancé el hechizo – mencionó con una sonrisa burlona en el rostro, descendió sus manos perdiéndolas de la vista contraria e hizo aparecer sus famosos cordeles aprisionando a la chica

Entre demonios existen ciertas normas y ciertos criterios que los obligan a actuar de la forma en la que lo hacen, una de ellas es la supervivencia del más fuerte, otra es evitar las debilidades externas a toda costa... pero la más importante es siempre proteger tu alma de algún modo, las jerarquías en el infierno se ganan derrotando a idiotas más grandes y con más poderío, es por ello que algunos Overlords poseen herramientas que les permiten proteger a sus semejantes; pero no Alastor, Alastor no confía en nadie que no lo haya ganado, además de que él no pertenece al grupo de Overlords por decisión propia, aun así posee una manera externa de protección, y ésta... se halla en el hotel.

H: ¡Niffty!, ¿Dónde estás pequeña niña? – el felino buscaba a la pequeña cíclope en medio del caos que había fuera del hotel, al no hallarla con prontitud, extendió sus alas y emprendió el vuelo buscándola desde el aire

N: ¡Husker! – La pequeña tría consigo una pequeña figura amorfa de tela y aserrín – debemos llevarle esto pronto – el demonio descendió a donde ella y la tomó por los hombros visualizando el pequeño bulto

H: Eso ya lo sé, le dije a ese hijo de perra que no se metiera con ese proxeneta – tomó el muñeco entre sus garras y subió a la pequeña en su lomo - ¿sabes cómo se activa esa cosa?

N: No, sólo él lo sabe – la pequeña agachó la cabeza mientras el contrario emprendía el vuelo y buscaban al demonio de rojo con la mirada – si no lo hallamos pronto, este sitio se sumirá en la locura

H: No pienso volver a ser su esbirro solo por un berrinche suyo – después de unos minutos de vuelo encontraron al demonio, la pequeña Niffty tomó el muñeco en mano y se lanzó desde arriba para caer frente al él

N: Alastor, por favor háblame, debemos activar esto – buscó una pila de escombros para quedar a la altura del demonio y mirarlo directo a los ojos

VV: Upsi... ¿atrapada? – comenzó a reír a carcajadas, mientras lograba que sus cordeles le liberaran del agarre que la rubia aún ponía en su cuello

C: ¡Suéltame! – decía mientras con sus garras trataba de deshacerse de cada cordel, sin embargo, a medida que se destruían otros más les reemplazaban

VV: Baila para mí princesa – comenzó a jugar con el cuerpo de la chica haciendo que ésta hiciese poses extrañas y un tanto divertidas, carcajeaba de vez en vez hasta que finalmente ambas descendieron al suelo y se dejó de juegos – debemos ir a donde Val y Voxxie, tenemos mucho de qué hablar

H: ¡PERRA! – Descendió desde el cielo golpeando a la chica con sus garras en la cara, logrando que perdiese la concentración en la demonio y se liberara

VV: Husker – la chica se levantó del suelo limpiándose la sangre que se había derramado de su labio – hace mucho que no te veía, ¿cómo te ha ido? – la peli-rosa arrastraba por los suelos algunos de sus cordeles atrapando al felino por los pies

H: Mejor que a ti – sonrió abiertamente al sentir los cordeles en sus piernas, le hizo una señal a Niffty quien sonrió de lado y se dirigió detrás de la chica con total sigilo entregándole a la princesa el muñeco de Alastor – aunque debo admitir que tuve días malos

VV: Oh cielo, todos los tenemos – cerró su mano en un puño y los cordeles atrajeron el felino a ella, pero en el mismo instante la pequeña cíclope le enterró una de sus famosas agujas en el brazo impidiéndole controlar sus poderes - ¡Idiotas!

Mientras la pequeña batalla se libraba, la pequeña Charlotte buscaba la manera de hacer funcionar el muñeco, o la manera de utilizarlo sin mucho éxito, el demonio parecía estar completamente fuera de sí, mantenía una postura firme y una sonrisa inmutable.

VV: ¡La pagarán! – tomó a la cíclope del cabello lanzándola contra el felino, un aura oscura comenzó a emanar de su cuerpo elevándola por los cielos, mientras la sangre brotaba de su brazo cayendo como ácido al suelo, quemaba todo lo que tocaba y con una sonrisa enorme en el rostro se acercó a los dos demonios que trataban de incorporarse – Oh Huskie, te consideraba digno oponente, pero veo que eso fue hace siglos – una carcajada burlona salió de sus labios mientras creaba una esfera de energía juntando las palmas de sus manos

De pronto el muñeco que Charlie sostenía en sus manos comenzó a brillar en rojo carmesí, y el demonio frente a ella parpadeaba regresando a la normalidad poco a poco, un sonido sordo inundó el ambiente y el cuerpo de la chica de coletas se vio atravesado sin previo aviso por una bala, logrando que ésta cayese al suelo, algo de sangre se derramaba por encima del traje del demonio de rojo justo en el pecho; sus ojos se encendieron al rojo vivo y al escuchar una voz conocida al otro lado del sitio de la batalla... sonrió de lado a lado, tomando el muñeco entre sus manos y caminando hacia el dueño de aquella voz.


No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora