No Control (Radiodust)

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AD: ¡YA LLEGUÉ PERRAS! – el disparo hubiese salido de su arma, una ametralladora simple que siempre cargaba consigo, a su lado Vaggie y Baxter hacían acto de presencia, cada uno con las armas que mejor manejaban

H: ¡Oh mierda! – fue lo único que pudo pronunciar antes de levantarse del suelo al mismo ritmo que la chica de cabellos rojos y cortos

N: Hubiera sido mejor con una aguja – se acercó la pequeña a la chica que parecía solo estar inconsciente, por lo que con la rapidez que la caracterizaba la amagó por completo evitando que se pudiese mover – listo

H: Bien niña, deberíamos tomar eso y largarnos de aquí, no pienso seguir actuando en este circo – apuntó al libro y la pequeña solo asintió llevándoselo consigo, se lo entregó a la princesa quien no prestó atención de esto último al notar lo que estaba sucediendo frente a sus ojos

El Demonio Radio avanzaba con pasos lentos y firmes mientras poco a poco sangraba del pecho, cada gota de su sangre caía sobre el suelo logrando que de éste aparecieran diversas siluetas y formas amorfas como sombras, de a poco sus pasos se volvieron pesados y dolorosos, se aferraba a continuar avanzando lentamente mientras se sostenía de su micrófono para lograrlo, su sonrisa pasó de ser sincera a ser forzada y de allí a ser una nerviosa y sin vida; sin embargo, a pesar de la lucha que llevaba a cabo para llegar a su amado destino, cayó en medio del campo de rodillas mirando a lo lejos la silueta que lo hubiese salvado.

Angel que lo hubiese divisado en cuanto llegó se acercaba a él corriendo, pero le era un poco complicado por lo escandaloso del terreno, Vaggie corrió directo a Charlie y la abrazó fuertemente mientras Baxter se acercaba al felino y a la pequeña cíclope con una sonrisa en el rostro. El actor corría lo más rápido que sus piernas le permitían hacerlo, con lágrimas en los ojos avanzaba notando como algo andaba mal en el demonio, notó que no podía caminar bien y se acercó a él atrapándole en el último instante, sangraba por la boca y su pecho estaba empapado, frunció el ceño y el contrario le entregó el muñeco con una sonrisa sangrante e hiriente.

A: A-Angel – tosió un poco de sangre y después tomó las mejillas del muchacho mientras éste lloraba – tú tienes la respuesta, sonríe cariño – cerró sus ojos lentamente y cayó desmayado en brazos del chico, seguía sangrando y si esto no paraba pronto podría ser su final

AD: No, Al, mírame, Al, por favor, despierta – mantenía la mirada sobre el demonio y la cabeza de éste en su regazo mientras las lágrimas se arremolinaban en su rostro cayendo sin piedad al suelo, miró con odio a la chica de coletas y golpeó el suelo con furia

Vaggie sacudió a Charlie un par de veces para hacer que ésta entrara en sí, parecía estar demasiado interesada en la escena que Angel y Alastor estaba propiciando; en cuanto la chica volvió a mirarle a los ojos ésta le quitó el libro de las manos mientras decía algo que la rubia no alcanzaba a escuchar debido al shock que su corazón y sus sentidos estaban viviendo.

Angel se levantó del suelo mientras tenía la mirada encendida en rojo vivo, Niffty se acercó corriendo a observar al venado junto con Baxter que creaba una de sus famosas pócimas para tratar de detener el sangrando interno; el actor se acercó a la chica de cabellos plateados y le quitó el libro de las manos.

V: ¡Angel! No sabes para qué es eso, no deberías jugar con ello

AD: ¡Tú tampoco lo sabes!, sólo le haré lo mismo que le hizo al único demonio que ha confiado en mi – comenzó a hojear el libro buscando el característico esmalte de uñas de la peli-rosa

V: ¡Angel no! Ese libro es más poderoso de lo que crees, todo en él tiene un costo – la chica trataba de arrebatarle el libro sin éxito

AD: ¿Precio?, estoy acostumbrado a pagar deudas por mis errores, pero éste no será uno – el chico sonrió por completo al ver la página que estaba manchada de tal cosmético, estaba por leer antes de escuchar una canción a lo lejos, una melodía que conocía por completo; se giró hacia el demonio de rojo que continuaba en el suelo y observó como éste cambiaba de forma, de la misma manera en la que su mente lo había hecho

Un chico alto, de cabellos castaños y lentes, de traje bien planchado y camisa blanca se observaba en el suelo, a su lado, una chica delgada de cabellos cortos y cobrizos, de hermosa mirada tierna y un atuendo colorido, un vestido que le llegaba debajo de la rodilla y pequeños zapatos negros; todo el ambiente se inundaba de aquella canción y una risa maniaca salía de los labios de la chica de coletas en el suelo.

VV: Dulces sueños – fue lo único que dijo antes de que el demonio arácnido se girara y observara a Valentino llevándose a la princesa y lanzara su famoso somnífero