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Alastor yacía sentado en el salón del hotel, pero algo le decía que debería regresar a casa, hacía ya un tiempo que no se dignaba a visitarla, por lo que se disponía a salir cuando una voz comenzó a sonar en su cabeza clamando su nombre.

A: Mimzy, ya te he dicho que no me gusta que me contactes de este modo

M: Oh vamos amor, si no es por radio, ¿cómo entonces?

A: Simplemente no lo hagas

M: Pero dulzura, tardé un mes en encontrar la estación correcta para que ahora no me respondas, eso sería descortés de tu parte – Alastor rodó los ojos y volvió a sentarse en el sillón

A: Bien, entonces di los motivos de tu llamada

M: Sencillo, quiero invitarte a cenar, sé que justo ahora no estás ocupado, de otro modo no habrías contestado, así que ven, sabes dónde encontrarme – esto último lo dijo con un tono que desagradaba al demonio por la lascividad del mismo

A: Supongo que es descortés dejarte esperando

M: Bastante descortés, además apuesto a que te encantará la decoración

A: ¿Qué tiene de especial? – se levantó de su asiento nuevamente y salió lentamente del hotel, encontrándose en el suelo la foto que Angel había dejado allí minutos antes, la recogió y la guardó en su saco

M: Ven y averígualo

A: No me gustan este tipo de juegos y lo sabes – comenzó a caminar por las calles de la ciudad mientras seguía la señal por la que era contactado

M: ¿Entonces por qué vienes para acá tan a prisa?, puedo sentirte cariño

A: Ya lo creo – mencionó llegando al sitio indicado por la señal

M: Solo pasa dulzura – se levantó de su asiento acomodándose las ropas que traía puestas y se posó junto al marco de la puerta – está abierto – el aludido rodó los ojos y entró, al ver a la mujer simplemente enarcó una ceja

A: Puedo preguntar, ¿por qué?

M: Oh vamos Al – comenzó a rodear al contrario delineando parte de él con su dedo índice – sé que solo te falta tenerme de nuevo entre tus fauces para – se dejó caer de espaldas frente a él logrando que éste la sostuviera como si de un baile se tratara – desearme otra vez – delineó su mejilla con su dedo y acercó peligrosamente su rostro antes de que el contrario la soltara haciéndola caer al suelo - ¡Oye!

A: Lo siento preciosa pero – pasó de largo de ella tratando de regresar a la salida – no estoy para tus juegos, si sólo me trajiste para eso... tendré que retirarme – salió del lugar con rumbo fijo hacia su casa, después de todo no era mala idea

M: ¡Idiota! – gritó desde el suelo levantándose poco a poco y sentándose en un sofá – algún día tú y yo reinaremos el infierno

Alastor no estaba en lo absoluto preocupado por Mimzy, de hecho, odiaba reconocer que en algún momento él se había visto involucrado con ella. Llegó a su enorme casa en medio del Bosque de los Ángeles Caídos, lugar que tristemente era conocido por ser un sitio peligroso, abundante de almas que no merecían el castigo eterno que les había sido conferido, y no se referían a que no lo merecieran por ser algo injustificado, no, ellos lo decían porque sus castigos eran bastante simples para las atrocidades a las que se les adjudicaban.

La casa era enorme pero estaba por completo vacía, de nuevo se halló sentado en medio de su salón leyendo varios libros de su interés poético, muchos de los libros que solía conservar eran vestigios de lo que en algún momento solía hacer para conseguir el poder que ahora poseía.

Uno de estos libros contenía parte de sus memorias, y así mismo parte de su alma, ese era parte del castigo que el señor del infierno le había conferido, ese libro le recordaba sin cesar que su vida no había sido más que un desperdicio, y además, le mostraba que aquello que no podía realizar en muerte, no tuvo la oportunidad de experimentarlo en vida.

A: Amar – recargó su mentón sobre su mano tomando una postura pensativa – que sentimiento tan extraño

Pasó la noche leyendo y estudiando todo sobre el arte de amar, pero los libros y las teorías sobre cómo funcionaba esa pequeña emoción no hacían más que confundirlo más, estaba comenzando a hartarse e incluso a enfurecerse por culpa de esta sensación de fracaso.

A: Angel mencionó algo sobre...sentirlo – se quedó pensando un momento, analizando el peso d esas palabras – quizás deba buscar algo que me importe lo suficiente como para... ¿amarlo? – se levantó de su asiento y se preparó un poco de café, una de sus sombras llegó a advertirle que pronto sería la hora de abrir el hotel, por lo que bebió rápido el contenido de la taza y se transportó al hotel.

C: ¡Alastor!, que bueno que llegas, Angel está como muerto, no despierta – la princesa estaba bastante alterada

V: Estoy segura de que alguien le hizo algo anoche – miró seriamente a Alastor para después alternar la mirada hacia Husk

H: A mí no me metan en sus asuntos

N: Tranquilícense, apuesto a que está bien, ¿ya trataron de escuchar si respira? – preguntó tiernamente la pequeña Niffty que se había visto en la tarea de tranquilizar a todos

A: No le sucede nada, es solo que no había dormido en las últimas semanas y yo le ayudé con eso, ahora está recuperando todas esas horas de sueño perdidas – dijo con simpleza

V: Entonces es tu culpa

C: Vaggie no es culpa de nadie que Angel no nos haya contado que no dormía bien

H: De hecho... Si es culpa de alguien

N: ¿De quién?

H: Pues de Angel, ¿de quién más sería la culpa?

V: No ayudas en nada Husk – el aludido rodó los ojos y bebió de su botella – Ahora tú cabrón debes despertarlo ahora – miró seriamente al ciervo

A: Por supuesto que no querida, se pondrá irritable y no quiero escuchar sus lamentos por todo el hotel

C: Por favor Al, lo necesitamos despierto para que pueda redimirse

A: Temo decirte que estás equivocada dulzura, en realidad, si está dormido es menos probable que cause desastres – la princesa estaba a punto de hablar pero nada se le vino a la mente para refutar esa idea, de pronto un celular en la sala sonó y Niffty atendió al llamado

N: ¿Ah?, claro – se acercó al demonio de rojo – es Blitzo, dice que tiene algo importante que decirte

A: Que te lo diga a ti y tú me lo comunicas, odio hablar a través de esas cosas – mencionó apuntando al celular mirándolo con desdén

N: Bien – la chica continuó en la llamada apartándose de la sala

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Hola mis bellísimos pecadores!!!

Bueno primero que nada quiero agradecerles porque ya somos más de 3,200 lecturas!!!!!!!!

Pasando a otras noticias:

Jessica CM gracias por tu comentario en Facebook, perdón si no lo contesté pero estoy teniendo algunos problemas...

De todo corazón les agradezco sus comentarios y sus votos..

Los amooo!!!! Byeeeee!!!!

No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora