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AD: ¡Genial! – el chico avanzó detrás del gran demonio, se sentía un poco mal por haber intentado usar a Husk para calmar sus bajos instintos, pero estaba desesperado

A: Puedo sentir tu culpa

AD: ¿Ah?

A: Está bien que te sientas culpable por lo que le hiciste a Husk, deberías disculparte

AD: ¿Cómo sabes que...?

A: Eres predecible, siempre te escondes en tu personalidad coqueta para encubrir tus miedos y necesidades

AD: ¡Eso no es cierto!

A: No me mientas a mí, síguete mintiendo a ti mismo, es sencillo leerte, eres predecible

Angel se sentía ofendido al escuchar la palabra "predecible", así que ¿cómo mostrarle que no era predecible?, se la pasó pensando en ello hasta llegar a la oficina de la princesa donde había una pila enorme de formularios sobre el escritorio.

AD: ¿Eso es todo lo que tenemos que hacer? – mencionó algo sorprendido pues no hubiera esperado que tener un número de pacientes como el actual diera tanto que hacer

A: ¿Quieres arrepentirte de esto?

AD: Para nada, ¿creíste que me iría así de fácil? – mencionó cruzándose de sus brazos superiores y con los inferiores se sujetaba la cadera

A: Sinceramente sí, pero es momento de trabajar, si no te molesta – se quitó el saco y lo dejó en el perchero junto a la puerta – me sentía algo incómodo – así mismo se quitó el corbata

AD: Por mi está bien, ¿puedo preguntarte algo?

A: ¿Qué cosa?

AD: ¿Cómo logras siempre estar en control?, me refiero a que nunca te pones loco con todas las cosas que pasan

A: Siempre me centro en las cosas que de verdad importan, no debes mirar más allá de lo que te incumbe

AD: Ya veo – tomó uno de los formularios y comenzó a llenarlo, el ambiente que se había creado no era tenso, pero tampoco era el más cómodo posible, en ocasiones Angel miraba hacia su acompañante notando que estaba completamente fatigado - ¿de qué época eres? – preguntó sin pensar, pero tenía una idea si lograba una respuesta favorable

A: Eso no es de tu incumbencia

AD: Oh vamos, sólo dime, no le diré a nadie, Vaggie dice que eres un anciano, por lo que puedo creer que eres de ¿1800?

A: Ni siquiera cerca

AD: Bien, entonces ¿1900?

A: Casi lo logras – Alastor se sentía divertido mirando como el chico hacía cara buscando un punto en la historia humana en la que encajara adecuadamente

AD: ¿Antes o después de Cristo? – Alastor lo miró fastidiado – Bien, bien – dijo en medio de una risita – apuesto a que eres de... ¿1920?

A: Si te refieres a que si estaba vivo en esa época tienes razón, pero si te refieres a mi muerte, aún sigues errando

AD: Supongo que con saber la época en la que estabas vivo me basta – se levantó de su lugar y buscó entre los estantes de la oficina

A: No deberías hacer eso, son cosas privadas de Charlie – mencionó mientras observaba al chico que hurgaba entre un montón de libros de una estantería

AD: Tranquilo, ella me dio permiso de revisar algunas cosas en estos de aquí – buscó en un estante cercano al piso y tomó un disco de megáfono que estaba escondido – este es mío, le pedí que lo guardara, ya no hay muchos de estos, ven

No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora