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A: Estuvo bien, ahora vete a cambiar, me imagino el tipo de baile en el que eres... diestro

AD: ¿Ah?, sí, claro – no podía hablar con claridad, su mente estaba hecha un desastre, pero más que nada, por el hecho de que Alastor no le era tan indiferente a Angel, y ese tipo de acciones lo confundían bastante - ¿entonces ahora qué hago?

A: Ya te dije, cámbiate, yo me encargo de conseguir el... tubo – se sentía algo incómodo al decir que buscaría un tubo para que alguien bailara, eso no era algo "normal" según él, pero en fin, estaba en el infierno, y esas cosas eran comunes allí abajo

AD: Ya veo, iré por ropa y luego te veo aquí

A: Claro – el chico avanzó a las habitaciones, no sabía que usaría, pero las orejas de uno de los demonios le dieron una buena idea – Finalmente para terminar los actos de esta bella velada, tendremos un espectáculo sin precedentes, así que tomen asiento, porque lo que viene... - su voz se volvió más gruesa y algo provocativa – los dejará sin aliento

Enseguida las luces del sitio se apagaron, para después encenderse un solo reflector apuntando a un tubo en medio del escenario, de detrás del escenario salió Angel usando el traje que había "comprado" la ocasión pasada, en cuanto Alastor lo vió rodó los ojos tratando de olvidar el incidente de aquella ocasión.

Angel comenzó a mover las caderas al ritmo de la música que yacía de fondo, era hipnotizante verlo bailar, con sutiles movimientos generaba gritos y silbidos de parte de la multitud, meneaba las caderas, subía y hacía diversos giros en el tubo, provocaba e incitaba con sus movimientos, se dejaba llevar por el ritmo de la música, que en un inicio había sido lenta, pero poco a poco había aumentado de intensidad. Hacía todo tipo de movimientos lascivos hacía su público, se sentía pleno entre todos esos gritos, adoraba ser el centro de atención, y su felicidad aumentó cuando notó los ojos del Demonio Radio posados sobre él, lo miraba atentamente, quizás por curiosidad, pero fuera cual fuera la razón, adoraba haberse ganado la atención de uno de los demonios más difíciles de todo el infierno.

Nifty se hizo presente a un lado de Alastor, quien miraba con atención el show, jamás en su vida había visto a alguien bailar de esa forma, y era algo totalmente nuevo para él, por lo que su deseo de saber más acerca de esa danza lo traicionó propiciando la atención de Nifty sobre él.

N: Es bueno, ¿no?

A: Supongo que lo es, ya que casi todos los demonios aquí, por no decir que todos, lo adoran

N: ¿Te gusta? – inquirió Nifty sin pensar en lo que había dicho hasta que había salido de su boca, a pesar de que la chica adoraba crear parejas fantásticas, trataba de no hacerlo con Alastor, pues por culpa de esa afición suya, le había traído muchos problemas

Alastor soltó una risotada antes de hablar: No, no, no, no cariño, eso jamás – mencionó negando efusivamente con la cabeza – sabes que yo no me entrometo en relaciones

N: Que bueno, porque Mimzy está aquí, y dice que está ansiosa de hablar contigo, y no creo que le guste la idea de que te guste otra persona

Alastor la miró entre enojado y confundido, mandó a su sombra a buscar a Mimzy entre la multitud, una vez terminada la búsqueda Alastor se dirigió hasta ella.

M: ¡Ali, cariño! – gritó ella sin recato alguno – han pasado años desde que no te veo

A: Mimzy – pronunció en forma de saludo

M: ¿Qué pasa Al?, ¿No te da gusto ver a tu ex?

Interferencia, perceptible apenas por segundos. Alastor se aclaró la garganta y habló.

A: Preferiría que arregláramos nuestros asuntos en mi oficina, no me gusta tener atención innecesaria, ¿aún no lo has entendido?

Mimzy se encogió en su lugar y luego caminó detrás del demonio que la guiaba a su oficina, una vez allí Alastor le ofreció tomar asiento para después sentarse frente a su escritorio.

A: ¿Qué es lo que deseas?

M: Primero que nada felicitarte por este espectáculo, en cuanto ví la cobertura del evento supe que debías estar involucrado. Y en segundo lugar vengo a pedirte mi parte

A: ¿Tu parte de qué, querida?

M: De todo lo que tienes, a Husk le diste la suya, e incluso a Nifty, pero a mí nunca me diste nada, simplemente desapareciste, así que por ende dí por terminada nuestra relación y con ello....

A: Te voy a detener justo ahí, para comenzar nunca hubo una relación o algo similar entre nosotros dos, y finalmente, no tienes derecho a reclamar nada, no hiciste nada para merecerlo

M: ¿Cómo te atreves a decir todo eso? – su tono de voz se mostraba molesto y algo decepcionado – yo siempre te fui de apoyo, sin mí, no hubieras tenido suficiente energía para combatir día y noche contra esas almas, fui básicamente tu batería

A: Entiendo, pero eso no es necesariamente un gran aporte, además, dejé que conservaras tu local, a pesar de que era parte del pago que tenías que darme

M: No trates de decirme que me hiciste un favor con eso, Alastor, tú me debes, y quiero que me pagues

A: No debo hacer nada por ti, ahora si me permites – se levantó de su asiento y caminó hacia la puerta – tengo un show que terminar

Mimzy no estaba satisfecha, no había ido hasta ahí para que únicamente le negaran lo que era suyo y que además le dijeran que era una buena para nada, además de que en un inicio sus intenciones eran otras, había hablado por teléfono con Nifty, siempre habían sido buenas amigas, tenían gustos similares y hacían buen equipo, y le había comentado del reciente proyecto de Alastor, le parecía estúpido pero al menos podría ser un lugar en el que el demonio estuviera constantemente, por lo que sus planes eran recuperarlo, aunque él negara lo que había sucedido.

Se levantó de su silla y se colocó detrás del demonio, utilizando la voz más dulce que pudo comenzó a hablar:

M: Oh vamos Al, ¿no me digas que de verdad olvidaste lo nuestro? – comenzó a retorcer uno de los mechones de su propio cabello con su dedo índice

A: Ya te he mencionado que no existió un "nosotros", eran negocios, y si Nifty te metió una idea equivocada me disculpo por ella

M: No creo que sea así, ¿acaso ya olvidaste todas esa energía que recababas de mí durante las noches?, ¿ya olvidaste lo bien que se sentía? – poco a poco había pasado su mano por la cintura del demonio, cosa que ni siquiera él había notado hasta ya muy tarde

A: Claro que no, y agradezco tu sacrificio, pero te repito que sólo eran negocios – se aclaró la garganta, por alguna razón se sentía sofocado, así que decidió escapar del agarre para trasladarse del otro lado de la habitación

M: Oh vamos cariño, sé que aún deseas más de mí, y cuando me lo pidas ya no estaré disponible – hizo un puchero con la boca y se acercó al demonio, tomándolo de las mejillas – aún recuerdo ese cálido tacto de tus manos recorriendo mi piel – se acercó a su rostro dejando una corta distancia entre ellos

La puerta se abrió de golpe dejando a los ocupantes de la habitación en shock.

AD: ¡Al, el show fue todo un éxi...to!, ¿interrumpo algo? – Alastor aprovechó la confusión para transportarse a la puerta


No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora