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LU: ¡¿Cómo es posible que involucren a Charlotte con ese charlatán?! – estaba enfurecido mientras entraba al palacio junto a su bella esposa

LI: Cariño, no es nada nuevo, los pecadores hablan pero nada es cierto

LU: ¡Me importa poco si es cierto o no!, Charlotte no debió aceptar su ayuda en primer lugar

LI: Creo que no debemos preocuparnos por eso aún – se sentó en uno de los enormes sillones de la sala tomando a su esposo del cuello de su saco para que se sentase junto a ella – dejamos muy en claro las consecuencias de cualquier acto de traición durante la última visita

LU: Quizás deberíamos hacer otra visita al hotel

LI: Cariño no actúes por impulso, yo resolveré este asunto, siempre lo hago

LU: Por eso eres perfecta – delineó su rostro con su dedo índice - ¿por qué Charlotte no entiende la importancia de eso? – Levantó las manos en el aire dramáticamente - ¿Qué acaso no he sido un buen ejemplo? – apretó el tabique de su nariz con algo de fuerza

LI: Amor no tienes que preocuparte por eso, siempre has sido un gran ejemplo, de otro modo yo no estaría contigo aquí – le sonrió a pesar de que sabía que no la miraría

LU: Tienes razón, además existen cosas más importantes que debo atender – se levantó del sillón y se dirigió a su oficina dejando a Lilith sola en el salón

LI: Claro – mencionó algo frustrada – siempre hay algo más importante – se levantó del sillón y comenzó a pasearse por los pasillos y las habitaciones del palacio, cuando el sonido de alguien llamando a la puerta llamó su atención, se dirigió hacia la puerta donde uno de sus sirvientes ya se había encargado de atender al llamado

ST: Muy buenos días su alteza – mencionó el demonio con forma de búho al entrar a la enorme vivienda

LI: Stolas – dijo en forma de saludo - ¿Qué lo trae por aquí?

ST: Oh, solo algunos pequeños asuntos con su majestad Lucifer, si me permite – trató de avanzar pasando a un lado de la reina quien lo detuvo con su brazo

LI: Está ocupado, además cualquier asunto que desees tratar con él puedes tratarlo conmigo

ST: Me temo, su alteza, que en este caso debo hablarlo directamente con él, no puedo permitir que esta información se distorsione de algún modo – trató de decir amablemente mientras apartaba el brazo ajeno

LI: ¿Estás insinuando que no daría información precisa al rey? – lo miró desafiante

ST: No, en lo absoluto – se acomodó el saco – es simple formalidad

LI: Bien, en ese caso, creo que puedo hacerme cargo – se dio media vuelta y avanzó por el pasillo - ¿te quedarás allí?

ST: Ya la sigo

Avanzaron por algunos pasillos encontrándose con algunos sirvientes en el camino, hasta llegar a una enorme oficina llena de papeles y varias estanterías con libros, en medio de todo ello se encontraba un hermoso escritorio de madera tallada a mano con mucho detalle. La reina tomó asiento e invitó a Stolas a hacer lo mismo, quien acató la orden enseguida.

LI: Bien, ¿qué necesitas? – preguntó mientras tomaba uno de los documentos de entre la pila de papeles que había en el escritorio y comenzaba a leerlo

ST: Bueno...en realidad... yo – comenzó a jugar con sus manos por debajo – perdí el libro

Li: ¿Perdona? – mencionó incrédula ante lo que el demonio trataba de decirle, era casi imposible que hubiese perdido un elemento tan importante como el libro que Lucifer le había confiado

No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora