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N: ¿Dónde puede estar Al? – la pequeña estaba encomendada a la tarea de buscar al Demonio Radio, por lo que salió a las calles a ver si lo encontraba pero su búsqueda estaba siendo infructífera en muchos sentidos, abatida por el cansancio y la frustración, se sentó en una de las bancas del parque del dolor de Villa Caníbal

S: Hola pequeña, hace tiempo que no te veía – una seseante voz llamó la atención de la dulce demonio haciéndola mirar al dueño de la misma

N: ¡Señor Pentius! Es bueno ver rostros conocidos por estos rumbos

S: Por supuesto querida – miró el sitio vacío en la misma banca de la demonio y apuntó a él cordialmente - ¿puedo?

N: Claro – la pequeña asintió furtivamente con la cabeza

S: ¿Qué te trae por aquí?

N: Estoy buscando a Alastor, pero no lo encuentro por ningún lado

S: Oh, ese demonio es escurridizo, quizás ya lo topaste y no te diste cuenta

N: Es probable, pero la princesa quiere verlo enseguida en el hotel – la pequeña agachó la cabeza tristemente a lo que la serpiente le miró preocupado

S: Te ayudaré a buscarlo, no hay nada que mis máquinas no puedan hacer – la cíclope sonrió de lado a lado mientras miraba esperanzada al demonio

N: ¿De verdad?, muchas gracias – se abalanzó sobre él abrazándolo dulcemente

S: Vamos – se levantaron de la banca dirigiéndose a un enorme deposito donde Pentius guardaba todos sus instrumentos

Pasaron horas sobrevolando la ciudad en uno de los más recientes experimentos de la serpiente, era un nuevo tipo de dirigible cuya aerodinámica lo haría más rápido y menso susceptible al ataque; en busca de aquel ciervo sin obtener resultados positivos, miraban por todos los rincones del infierno sin hallar una sola pista de aquel demonio, era una cacería infructífera y ambos lo notaron en cuanto calló la noche.

En una de las calles menos transitadas de aquella enorme ciudad, decidieron descender para dejar tomar el camino a casa, durante el descenso, varios pecadores que transitaban sin prestar atención del salvaje entorno que los rodeaba terminaron aplastados por tal colosal máquina.

S: Te llevaré a casa

N: No gracias puedo sola, no está lejos de aquí – la pequeña sonrió y salió del vehículo para después caminar por las calles de Ciudad Pentagrama, siempre alerta de quienes pasaban cerca de ella

De pronto un chico de extraña apariencia, casi como la de una especie de pez, con enormes anteojos, una bata antigua de laboratorio, guantes, y una extraña luz que colgaba de la parte superior de su cabeza se acercó a la chica por detrás de ésta tocándole el hombro.

BX: Hola, disculpa, ¿sabes dónde está el Hazbin... - un cuchillo se acercó a su garganta ferozmente por parte de la peli-rosa

N: ¿Quién eres? – preguntó aun mirando al chico y sin soltar aquel objeto que amenazaba con cortar la garganta contraria

BX: Soy Baxter – su voz era temblorosa ante el peligro inminente

N: ¿Para qué quieres saber del Hazbin Hotel?

BX: Rehabilitación – mencionó con un hilo de voz apenas perceptible

N: Haberlo dicho antes – la chica le tomó de la mano y lo condujo hasta el hotel – debes registrarte y firmar unos cuantos documentos – le extendió el formulario oficial del hotel así como también una serie de contratos

BX: Esto habla de mi alma siendo recuperada por el Demonio Radio en caso de que deserte – miró con atención aquellos contratos ajustándose los lentes para leer

N: Son simples formalidades, si logras tu cometido, nada pasará

BX: No me convence... pero no tengo de otra – tomó la pluma en la mano de la chica y firmó apresuradamente cada uno de los documentos que le eran solicitados

N: ¡Listo! – Tomó al chico cargándolo y llevándolo hasta su nueva habitación – descansa – cerró la puerta y se dirigió a su propia habitación – ay que fastidio tener que hacer esto a estas horas, pero al menos una alma más irá al repertorio de Al

La peli-rosa se encerró en su propia habitación esperando cambiándose de ropa para finalmente disponerse a dormir una merecida siesta antes de que el nuevo día llegara y con ello las nuevas responsabilidades, esperaba poder disculparse con la princesa a la mañana siguiente por no haber podido cumplir con el encargo que le habían hecho; aunque esperaba poder compensarlo con el nuevo inquilino y su disposición a rehabilitarse.

BX: Que enérgica, pero me alegra que se fuera – chasqueó sus dedos y un maletín apareció frente a él – es momento de iniciar con esto

Dentro del maletín había una serie de cosas impresionantes, desde tubos de ensayo hasta criaturas jamás vistas encerradas en frascos, era una maravilla a los ojos de quien pudiera apreciarlo, el maletín, de hermoso cuero y reluciente metal con manchas que demostraban el paso de los años daban un contraste misterioso a todo aquello, el reluciente esplendor que desprendía este mismo solo lo hacía más tentador y satisfactorio a la vista.

BX: Si logro recuperar solo uno de los cabellos de Lucifer – miró dentro de uno de los frascos y comenzó a colocar algunos tubos de ensayo sobre el tocador acomodándolos delicadamente para verter en ellos algunas sustancias de colores que generaban reacciones diversas al combinarse – lograré que los exterminios se acaben antes de... el fin de la princesa Charlotte Magne

El pequeño científico combinaba sustancias y miraba dentro del maletín de vez en cuando como esperando que algo allí dentro sucediera, luces de colores se colaban por el marco de la puerta hacia el pasillo y varios sonidos indescriptibles eran la sinfonía melódica que acompañaba aquella noche.

Aldía siguiente la llegada de Katie Killjoy había sido toda una sorpresadesagradable, incluyendo después la llegada del hermano de Angel Dust a quienmuy pocos habían tenido el placer de conocer, el día había transcurridodemasiado rápido, llegando rápidamente a oscurecer, y la presencia delinquilino recientemente traído por la cíclope no se hizo notar en todo esetiempo. Lo único que se sabía de aquel individuo era su nombre y lo poco quehabía llenado en los formularios, incluso se conocía que estaba en busca de undescubrimiento increíble dentro de las paredes del Hazbin, sin embargo, además deeso, nada estaba dicho, y nada más se podía decir de aquel sujeto.

No Control (Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora