Si estás enamorado, ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar?
Si te escondes de ti mismo, ¿cómo tienes una vida propia?
Si cometes un error, ¿cómo serías capaz de sobrellevarlo?
Si no te amas a ti mismo, ¿qué tanto te destruirías?
Aceptarte y mo...
Trigger warning: Esta historia contiene dentro de su trama principal y/o tramas secundarias descripciones explícitas de bullying, transtornos mentales, tendencias suicidas, intentos de suicidio, autolesión, ataques de pánico, abuso sexual, charlas pro-aborto, crímenes de odio, violencia doméstica y uso de drogas ilegales. Se recomienda no leer si se es sensible a alguno de estos temas.
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Mientras Armin esperaba a que sus dos mejores amigos llegaran desde el final de sus clases, para encontrarse con él, simplemente permanecía viendo como todos comenzaban a irse a sus casas.
Hoy Eren no tenía prácticas con el equipo de fútbol por lo que se reuniría con el rubio para que juntos vayan a su casa y estudien para sus exámenes.
—¡Hasta luego, Armin! —Connie y Sasha dicen al pasar junto a él mientras se dirigían hacia la salida.
—Hasta luego —sonríe, sacudiendo levemente su mano a modo de saludo.
Él mismo estaba sentado en el antepecho de la escalera a la salida de su escuela preparatoria, así que cuando Marco y Jean bajaron los escalones pasando junto a él, le dieron un saludo silencioso también antes de intentar alcanzar a sus otros dos amigos.
Armin los vio en silencio mientras estos se marchaban, siendo bañados en los vibrantes colores anaranjados del atardecer.
Jean destacaba específicamente, entre ellos era el más alto y su cabello era el más claro, permitiendo que la luz del sol se refleje mejor en este.
Su expresión fastidiada, sus risas, sus ojos sarcásticos; ah, sí, Armin conocía bien todas esas cosas y sabía que él se veía perfecto hiciese lo que hiciese.
Bueno, en realidad no debería estar haciendo eso y lo sabía, sólo que a veces era inevitable.
Su rostro era bastante indiferente a simple vista, a pesar de mantener una expresión suave, uno no notaría la cantidad de atención que Armin le prestaba a aquel grupo, o más especificamente a aquel chico, a menos que lo vieran a los ojos.
Jean, Jean.
Jean Kirstein, aún a veces se preguntaba cómo es que había sucedido, de hecho no tenía una respuesta a ello, todo se volvía confuso en su mente al pensarlo.
Decide olvidar la pregunta y apoyarse sobre su mano, dando un leve suspiro.
Eren y Mikasa ya deberían de estar aquí, ¿con qué les tenía que retener tanto la profesora Hange? Si seguían así se vería obligado a ver a Jean hasta que finalmente saliera de la institución.
Sería mejor que Eren no lo atrapase, sería un escándalo muy chistoso. Entre lo de Mikasa, que tenían personalidades muy chocantes y fuertes, que iban siempre a la par como los mejores del equipo siendo tan competitivos y que Jean había sido nombrado capitán, bueno, era todo un tema. No que su mejor amigo quisiera ser capitán, le daba igual (y, entre nos, era algo malo en ello), pero odiaba recibir órdenes del contrario, quien sorprendentemente no se aprovechaba de su posición, quizá demostrando por qué era bueno para el puesto aunque pudiese ser inesperado.
