Como Eres en Verdad | Jearmin

Capítulo 10

Jean había estado claramente más apagado desde su discusión con Armin en el hospital y eso es algo que todos los que lo habían visto habían notado.

Sólo un fin de semana había bastado para que el castaño comenzara a sentir la increíble falta del rubio en su vida. Se habían vuelto demasiado unidos y este tan sólo significaba mucho para él, la idea de no poder hablarle ni acercarse lo carcomía por dentro.

Necesitaba a Armin, lo amaba, sabía que enserio lo hacía y realmente quería poder ser esa persona que lo apoyara durante su recuperación y quien pudiese ayudarlo a amarse más a sí mismo.

No entendía por qué se le revolvía el estómago a la hora de intentar admitirlo en voz alta, no porque fuera Armin, sino porque no era una chica, aunque honestamente ya quería dejar todo eso atrás.

Jean había estado toda su clase debatiendo en si ir o no a hablar con Reiner, no era nada fácil para él pero sentía que en verdad necesitaba arriesgarse.

Braun no era exactamente un amigo muy cercano suyo pero aún así se hablaban bastante y solía estar presente en juntadas con sus amigos, estando en su círculo cercano y actuando como un hermano mayor para todos, en realidad era una persona muy confiable por lo que era su mejor opción.

—Oye, Reiner, ¿puedo hablarte de algo? —pregunta, acercándose a él. Sería directo, iría directo al punto porque esto era algo que tenía que hacer.

—Sí, claro —entonces él se apartó de Porco, Marcel y Pieck.

Ambos caminan un poco, alejándose de los demás y entonces el rubio lo mira.

—¿Qué sucede?

—¿Puedo hacerte una pregunta sin sonar muy... —¿Cómo decirlo con delicadeza?—, homofóbico? —Reiner casi ríe ante esa honestidad tan directa.

—Veamos qué es —responde, divertido.

—¿Hay alguna razón en específico para que te gusten los hombres también? —sabía lo imbécil que sonaba preguntando algo como eso pero, ugh, tan solo no podía tolerar más toda esa situación.

—¿Hay alguna razón en específico para que te gusten las mujeres?

—Ya conozco esa respuesta y no sirve —se queja, inevitablemente.

—No me lo estás preguntando porque sólo te sorprendió que saliera con un chico, ¿no?

—No asumas cosas —lo señala.

—Muy bien, adelante.

—Es sólo que todos siempre asumen que son heterosexuales porque así nos crían a la mayoría...

—Un pensamiento retrógrada.

—Sí, y por eso es que en algún momento tuviste que plantearte que no era así, ¿verdad? Ese momento fue...

—Fue cuando me empecé a fijar en chicos además de chicas, no sé qué decir, ellos sólo me atraían de esa misma forma.

—¿Y cómo lo asumiste?

—Lo ignoré un tiempo, me esforcé mucho por hacerlo y era espantoso, luego una vez me emborraché en una fiesta y acabé besando a Bertholdt y ahí me di cuenta de que odiaba tener que fingir ser heterosexual y que me encantaba gustar de chicos también, sólo me dejé ser una vez, sin presiones ni prejuicios, y eso se sintió mil veces mejor que pasármela intentando ser algo que no era.

De hecho era muy duro estar fingiendo y obligándose a sólo fijarse en chicas desde que se había enamorado de un chico, y estar con él era la mejor sensación del mundo, una que nunca quisiera abandonar.