Parte 2 | Capítulo 4

899 27 32
                                    

Jean podía decir que se sentía un tanto orgulloso de sí mismo. 

Durante, y gracias a, su suspensión estuvo practicando para mejorar su tolerancia a los estúpidos comentarios homofóbicos. 

No sabía si era porque Floch era el mayor idiota de todos, haciendo que los demás no se vean tan imbéciles, o si en verdad estaba haciendo una mejora. Fuera lo que fuera, le gustaba. Aún era jodidamente molesto pero al menos ya no se sentía en la necesidad de golpear algo todo el tiempo y no había tenido incidentes. 

Se sentía bien poder estar haciéndolo mejor y Armin siempre le apoyaba con ello. Le gustaba hacerlo feliz; ahora solo quedaba intentar ser feliz él mismo a pesar de tener que ir a esa tonta escuela. 

Esperaba que la universidad fuese diferente, seguiría habiendo mucha homofobia claro, pero al menos solo lo sabrían los que lo vean con su novio o a quienes se los mencione, no como toda esta escuela llena de chismosos que los vieron besarse y tomaron fotos para publicarlas sin descanso. 

También esperaba que la gente fuese más madura, que los homófobos al menos le ignoraran en lugar de hablar de él todo el tiempo como niños que no tienen vida propia y se la pasan chismoseando de la de los demás tan inmaduramente. 

—Frio, frío, frío —Armin llega repitiendo, pegándose a él para abrazarlo de inmediato. 

—¿Buenos días? —bromea. 

—Tengo frío y estás calentito —Se esconde en su pecho. 

—No creo que sea para tanto, el clima no está tan frío. 

—¿Entonces por qué usas esta campera? 

—Todos sabemos lo que pasa cuando no la uso —ríe. 

—Ah, pero tienes calor, ¿cierto? —Sonríe. 

—Sí. 

Armin sonríe y baja el cierre de su campera para abrirla y así poder meter sus brazos dentro. 

—Oh, sí, sí estás frío —él admite y se tensa—. Mierda, 'min, pareces un hielo. ¿Qué hiciste mientras venías, abrazaste un helado? 

—Realmente estás calentito —dice, satisfecho, y se refriega contra su pecho. 

Jean ríe y, una vez se acostumbra a su frío cuerpo, lo rodea con su campera para abrazarlo mientras se templa. 

—¿Mejor? 

—Mejor —Sonríe—. ¿Tienes planes hoy en la tarde? 

—Saldré con los chicos a tomar algo. ¿Quieres hacer algo por la noche? 

—Mmh, no. De hecho quería que vinieras hoy en la tarde —Vuelve a apoyarse en su pecho. 

—¿Por qué no en la noche? 

—... Mi abuelo está en casa en la noche. 

—Ah, así que quieres estar conmigo cuando él no esté —bromea. 

—Jean —Lo mira. 

—Oh, ¿es en serio? —se ríe. 

—... Tú eras el que también quería —musita, mientras presiona sus propios dedos. 

Oh, mierda. En ese momento se dio cuenta de lo que quería decir. Casi lo hace congelarse. 

—¿Sabes qué? —ríe, un poco ansioso—. Puedo salir con los chicos otro día. Podemos volver juntos e ir a tu casa —y su tono de voz no era discreto. 

—¿Entonces te parece bien? 

—P-Perfecto —Sonríe. 

Armin sonríe por lo bajo y deja que su cuerpo se relaje. 

Como Eres en Verdad | JearminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora