Siendo Uno

El segundo amor de Mark pt. 2

Amore mío❤
Bebé, acaban de llamarme de la escuela de Dean, se peleó con otro niño, ¿puedes adelantarte en lo que llego?

Después de contestarle a su alfa que iría, Mark se apresuró a pedir permiso a su jefe y después salir apresurado del estudio.

La escuela de Dean quedaba a cinco cuadras de su trabajo, por lo que no era raro que Mark pasara primero por él antes de que Samira los fuera a recoger.

Sabía que Samira tendría que atravesar el tráfico de esa hora, así que probablemente alcanzaría a golpear a alguien antes de que su esposa llegara a evitarlo, porque realmente no estaba de humor con su celo estando a la vuelta de la esquina.

...

—¿Donde está mi cachorro? —exigió saber apenas llegó a encontrarse fuera de dirección con la secretaria del director, un alfa canoso que llevaba al menos treinta años ahí.

—Asumo que usted es la madre de Dean Bach. —Mark soportó las ganas de encestar un puñetazo en la cara mal maquillada de la beta y asintió. —Puede pasar.

La mujer abrió la puerta para él y Mark entró buscando con sus ojos a su hijo, no tardó en encontrarlo sentado en una silla frente al escritorio del director, dándole la espalda. Ignoró todo lo demás y se apresuró a llegar hasta Dean.

—Cachorro. —llamó, haciendo que el menor se girara a verlo, con lágrimas en los ojos y una de sus mejillas rojas.

—Mamá... —gimió bajando de la silla y corriendo a abrazarlo. Mark contuvo la respiración sorprendido al ver su uniforme tan sucio, lo miró llorar contra su estómago y apretarse asustado a él.

—¿Qué pasó? —preguntó en un susurro, levantó la vista buscando explicaciones y se encontró con la mirada seria del director y los ojos molestos de una mujer sentada frente a él, junto a ella un niño con el uniforme igual de sucio y el rostro tan herido como el de Dean.

—Señor Bach, tome asiento, por favor.

Mark obedeció cargando entre sus brazos a Dean, porque su hijo, a pesar de tener tan 11 años, seguía siendo tan pequeño y delgado, que no dudaba en confortarlo de ese modo.

Dean escondió el rostro en su cuello y sollozó asustado haciendo que el omega acariciara su espalda con el ceño fruncido, sintiendo el enojo comenzar a burbujear en su estomago.

—¿Ya me va a decir por qué mierda mi hijo está tan asustado o solo se quedará viéndome como imbécil? —cuestionó, la mujer a su lado le miró fastidiada.

—Con esa bestia como madre no me sorprende que el hijo sea igual de-

—Atrévete a decir algo sobre mi hijo y verás lo que es una verdadera bestia, zorra. —interrumpió mordaz.

—Madres, por favor guarden  compostura, no estamos aquí para iniciar otra pelea. —el alfa frente a ambos se puso de pie, el omega sabía que era un intento de verse más imponente y hacer valer su casta, y si no estuviera tan enojado, tal vez no le hubiera importado, pero como ese no era el caso y estaba al borde de sacar los colmillos, él también se puso de pie, con la mujer siguiéndole. —Temo informarle, señor Bach, que su hijo se vio involucrado en una pelea a golpes con el hijo de la señora Jonson.