Irónicamente, tanto Mark como Samira venían de familias tradicionales, algo que explicaría porque ambos tenían una relación tan estrecha con su lobo.De alguna forma, tener eso en común les había dado la oportunidad de congeniar más rápido. Porque aunque Mark era el omega más rebelde que Samira había conocido, había sido educado para ser un omega de familia, así que sabía cómo comportarse delante de la familia de su alfa.
Samira, por otro lado, aun siendo mujer, era una alfa que había sido instruida desde pequeña en su autocontrol, siendo un lobo grande que se caracterizaba por ser imponente, fácilmente cumplía con el papel que las familias tradicionales solían esperar de los alfas de sus hijos omegas, aunque con el tiempo solían volverse unos bastardos prepotentes.
Claro, era imposible negar que aunque ambos podían fingir ante la familia del contrario, seguían siendo la oveja negra de sus respectivas familias.
Así que evitaban las reuniones familiares tanto como podían.
—¿Tenemos que ir? —se quejó Mark tirado sobre el suelo, Samira se sentó a su lado y le sonrió resignada.
—Mi madre quiere verte.
—Eso no es verdad, seguramente solo espera que vaya para encerrarme en la cocina como esclavo. —refunfuñó enojado. Recibió un pequeño beso en su mejilla que lo hizo pucherear.
—Puedo decir que tu familia también hará reunión. —intentó buscar una solución, pero Mark negó.
—Sabes que la familia del alfa tiene prioridad.
Samira gruñó y volvió a agacharse para besar la mejilla de su omega. —Entonces solo le diré que se pudra.
Mark sonrió al escucharla. —Me encantaría ver eso. —suspiró y se sentó para poder recargarse en el hombro de la mayor. —Pero solo lo complicaría más, tendremos que ir a comprar ropa.
Samira soltó un quejido. —¿No puedes solo ponerte lo mismo que la vez pasada? Esa cosa nos costó un ojo de la cara.
—Lo haría si tus tías no fueran tan criticonas, hubieras visto como se comían a la omega de tu primo el mes pasado. —volteó los ojos fastidiado mientras se levantaba. —Además quiero buscar algo más cubierto esta vez, ¡y ni se te ocurra volver a dejarme solo con el pervertido de tu tío abuelo! —le apuntó con un dedo acusador y el ceño fruncido.
...
Samira quiso reírse de la cara que puso Mark, pero la sonrisa se le esfumó cuando el mismo le mostró la etiqueta con el precio de aquel conjunto.
—Es demasiado caro. —susurró con horror el omega. Ambos estaban dentro del vestidor de una de las tiendas de marca más caras de la ciudad.
—¿Por qué no podemos solo buscar un bonito traje en una tienda normal? —gimió la alfa temiendo por el destino de su dinero.
—Porque tus tías revisarán hasta la marca en la jodida etiqueta del cuello, lo hicieron la vez pasada solo para ver quien había gastado más. —se quejó aún en un susurro para que no los fueran a escuchar. Pataleó el suelo en un pequeño berrinche mientras evitaba gritar. —Tendré que decirle adiós a mi helado de coconut. —lloriqueó con dolor.
—Noo... —susurró triste la mayor. —No tu helado de coconut. —lo abrazó mientras Mark seguía dando pequeños saltitos berrinchudos.
...
Samira estacionó el auto recién lavado frente a una gran casa de paredes blancas y un bonito patio lleno de pasto.
Salió del auto para rodearlo y abrirle la puerta a su omega, quien daba los últimos retoques a su maquillaje. Mark había conseguido de último momento unos pequeños diamantes para pegar bajo sus ojos, combinando perfectamente con su maquillaje y los largos aretes de plata.
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Siendo Uno
RomanceSamira es la alfa de Mark y Mark es el omega de Samira. Siempre ha sido así. "Porque no me siento completo si no estás tú. Porque somos dos, siendo uno"