50. Orfanato La Fé

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El aire se siente fresco ¿no se? si es por el sentimiento que en este momento siento o porque simplemente está bueno el día.

Ibrahîm piensa que en el orfanato, puede encontrar una pista o algo así, ¿sobre lo que fue mi etapa de bebé? ¿sobre quiénes fueron mis padres? ¿O porque llegué ahí? ¿O como llegué?

Yo nunca quise saber nada sobre mi pasado, nunca me intereso, yo pensaba que si estaba en el orfanato era por que a las personas que me dieron la vida, simplemente no les importaba.

Ibrahîm cree que sabiendo algo de mi pasado me puede ayudar a tachar esa parte de mi vida pero lo que yo pienso es que ya lo superé, se lo dije muchas veces pero el insiste en que vaya, así que no hay de otra que complacerlo o si no, no me va a dejar en paz.

—¿Te sientes lista? —Ibrahîm pregunta algo emocionado tomando el volante.

—¿Por que debería estar lista? —digo con una sonrisa sarcástico.

—Por que pueda que encontremos algo sobre tu pasado —dice tan obvio, no se que le pasa, como que le picó un mosquito por que ahora se comporta como psicólogo.

—Ya te lo dije, no me interesa y si estoy aquí es por que me pediste mucho que viniera —hace una cara volteando sus ojos, y yo solo río un poco.

Continúa manejando algo serio y no se porque pero como que me causa algo de gracia.

—¿Ya te enojaste amor? —digo con una voz en forma de puchero.

—No —dice aunque claramente se le nota la molestia.

Pongo mi mano en su pierna, tratando de molestarle un poco. Le empiezo a masajear acercandome a su cosita y veo como el medio cierra sus ojos y abre rápidamente.

—Ahorita no Sophia, estoy manejando.

Sonrió.

Pongo mi mano en su miembro y me voltea a ver y muerdo mi labio. Se detiene en una esquina de la calle y como el lugar en el que nos encontramos se encuentra solitario. Empieza a bajarse el pantalón y cuando veo su miembro con una erección, lo tomo con mi mano y le doy un beso en la boca y rápidamente me coloco en mi asiento.

Me queda viendo extrañado y yo solo río un poco.

—Es enserio —dice sorprendido.

—Eso pasa por tocar mi parte en medio parqué —digo sonriente y victoriosa.

Se vuelve a colocar los pantalones y indignado se queja.

—¿Con que así vamos?

—Me las tenías que pagar amorcito —río un poco.

Arranca el auto y de la nada solo empieza a reír.

—Si que eres mala —comenta —. Me dejaste picado.

—No te preocupes cuando regresemos te ayudaré con eso —río mordiendo mi labio, creo que me he vuelto una pervertida con Ibrahîm. Antes no me dejaba y ahora solo pegada quiero pasar.

Río, por esto último.

Ibrahîm me queda viendo y se acerca para depositar un beso rápidamente en mis labios —. Si que me vas ayudar —sonríe.

Engreído.

Después de pasar como quince minutos de recorrido miro un gran rótulo que dice "ORFANATO LA FÉ" respiro profundo y recuerdos de este lugar llueven sobre mi cabeza. Volteo a ver a Ibrahîm, parquea el auto y sonríe, toma mi mejilla.

El Hijo del Jeque ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora