•47•
Me muevo de un lado a otro, al sentir el bulto al lado mío me hace sonreir por que se de quien se trata. Lo volteó a ver y el solo mirar su rostro calmado, sus líneas definidas hacen que me muerda el labio inferior de la suerte que tengo por tenerlo solo para mi.
Comienzo a pasar mi dedo por su pecho y a dibujar círculos, los recuerdos comienzan a caer como lluvia sobre mi cabeza.
8 horas antes.
Sus labios pasan sobre mi pecho, el sentir su caliente y suave sensación sobre mi piel hace que mi vello se engrife inmediatamente, aceptando de mejor manera lo que estoy sintiendo.
Pongo un dedo sobre mi boca, semi mordiendolo, para así apagar un poco mis gemidos, mi espalda se mueve de arriba a abajo, sin embargo, el grado al que estoy llegando es sin duda inigualable. Ibrahîm posa sus labios sobre mi pierna izquierda, acercándose al lugar sagrado.
—Te deseo Sophia —dice jadeando viendo mi rostro para después enfocarse en lo que desea.
Después de escuchar sus palabras, comienzo a sentir una lluvia de sensaciones adictivas, sus besos se centran bien en el punto indicado, mi piel se eriza a gran velocidad y tomo su cabello con mi mano, la calentura está al cien y el simple movimiento con su lengua me deshace.
—¡Ibrahîm! —digo pensando en el momento de expulsión. Lo tomo de su brazo y lo acerco a mi, beso rápidamente sus labios y con mis brazos lo sostengo.
—Me estaba divirtiéndo ahí abajo —comenta con una sonrisa pícara que hace que el lado más oscuro de mí, salga a flor de piel.
—Te quiero unido a mí, Ibrahîm.
Mi voz sale casi como una exigencia, muerde y relame su labio inferior para después besarme. Me aparto de él, y me levanto del sillón y con mi dedo le hago señas para que me siga. Rápido se levanta y me toma de las piernas, para subirme encima suyo, besa mi cuello y cosquillas recorren mi espinal dorsal, con mis manos tomo su rostro y antes de pegarme a él, lo visualizo.
Sonrió y él también lo hace —. Sigue adelanté, ahí está mi habitación —digo dándole a beso que pensé, seria feroz pero al contrario terminó siendo lento, amoroso, con deseo.
Abre la puerta y me acuesta en mi cama con él encima. Besa mi cuello y mientras lo hace, sonrió y sin querer una lágrima sale de uno de mis ojos. Él se acerca para besarme pero se da cuenta de mi situación.
—¡Que sucede Sophia! ¿Te lastime? —dice preocupado de haber cometido un error.
Sonrió y no se porque pero las palabras cuesta que salgan de mi boca.
—¡Ibrahîm, nunca pensé sentir esto de nuevo. Él que tu estés aquí me pone emocionada, quería olvidarme de tí pero resulto ser más difícil de lo que imaginé, y ahora nada más no se que pensar, no quiero volverme a sentir sola Ibrahîm!.
Se acerca lentamente a mi, y besa mis labios y un aire de alivio y ternura inundan mi ser.
—¡Sophia! —su vos se torna nerviosa —. ¡Nunca más te dejaré sola, te lo prometo!.
Nos unimos en uno solo, en un abrazo de esperanza y después simplemente el deseo de tenerlo para mí se intensifica.
—¡Te amo Ibrahîm! —las palabras salen solas de mi boca, como si mi cuerpo anhelaba decirselas.
—¡Yo te amo! ¡te amo! ¡te amo! Sophia, te has convertido en todo para mí.
Sonrió.
Se acerca a besarme tan lentamente que el calor que emana su cuerpo se siente sobre mi piel, al tenerlo sobre mi el beso se vuelve como de ensueño, como el beso que resucita al alma perdida.
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El Hijo del Jeque ✔
RomanceUna historia basada en ese amor que uno cree imposible, en ese amor el cual te hará cambiar tu forma de ser. ♤♡◇♧ Frío. Manipulador. Enojado. Pero con un corazón honesto. Esas son las cualidades perfectas del hombre que provocó en mí, lo que pensé t...