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La pelirroja estaba revuelta en la cama inflable, su pelo más desastroso que el día anterior, también estaba ligeramente roncando y con saliva saliéndose de su boca chocando contra el almohadón y mojando parte de su cara también.

Estaba teniendo un lindo sueño con alguna modelo que habra visto por internet hasta que sintió un golpe fuerte.

Lanzó un fuerte gruñido y apretó sus ojos, negándose a despertar por completo.

- Despierta holgazán, duermes demasiado - La voz masculina de su amigo fue lo primero que escuchó, seguido de unos golpecitos en su frente.

Abrió los ojos, conectando su mirada con el chico de lentes, el chico estaba agarrandola del cuello de su camisa.

- ¿Qué quieres Spider? - Su voz estaba ligeramente ronca por apenas despertar, la luz le cegaba un poco los ojos así que los entrecerro hasta que se acostumbró.

- Yo te hubiera dejado dormir pero mi mamá dice que no es bueno que duermas tanto - El chico la soltó haciendo que su cabeza caiga el suelo otra vez. - Aparte te ves del asco...ve a tu casa y date una ducha Tomey -

La pelirroja se incorporó y se apoyó en la pared, observando mejor a su amigo. Su pelo estaba peinado hacia un costado, llevaba puesto los mismos lentes de siempre, una camisa con el logo de los X-men, unos pantalones cortos rojos y unas pantuflas de patitos.

¿Por qué quiere actuar "rudo" si es más dulce que un patito?

La chica se levantó y sacudió su ropa para que no se vea tan mal, se vio en el espejo del cuarto del chico
¡Por satán! Estaba horrible.

Había olvidado que su ropa estaba manchada de pintura al igual que su pelo, su cara era un desastre, parecía una muerta viviente...y eso que duerme mucho.

Miró al chico Spiderman, estaba jugando algunos de sus extraños videojuegos en su computador, no quiso molestarlo así que salió del cuarto para bajar a desayunar algo.

Inhaló y exhaló, siendo invadida por un aroma hogareño y cálido, un olor que nunca siente en su casa.

Bajó las escaleras con lentitud queriendo que las personas de abajo no se percataran de su llegada a la cocina. Grave error.

- Buenos días Ale - Saludó amablemente la mamá del chico de arriba.
Al lado de ella se encontraba su esposa sonriendo dulcemente.

- Buenos días Alice, buenos dias Diana - Suspiró, sabia que ellas dos iban a estar ahí pero no esperaba que la estuvieran esperando con un desayuno ya hecho.

Se sentó en la mesa, ambas adultas sonriendole, se incomodó ante tanta amabilidad.
- ¿Pasa...algo? - Preguntó luego de sentirse observada por mucho tiempo.

- Oh no no no, claro que no cariño, come tranquila - La mujer de mechones rubios le dio unas palmaditas en la cabeza, Alice.

- Vamos no la trates así- La otra mujer con la camisa de gatitos habló, Diana. - Queremos preguntarte algo Alex -

La pelirroja levantó una ceja, no esperaba eso, ¿Acaso hoy iban a pasar cosas inesperadas todo el día?

- ¿Qué pasa? - Alex dejó de comer y prestó suma atención a las adultas frente suya.

- Como sabes, Parker no tiene muchos amigos más que tú y las chicas, y sus amigos de internet- Habló primero la mujer teñida.

- Sin embargo...- Continuó la otra mujer - Eres a la única persona que trae a casa y lleva a su habitación rápidamente - Ambas mujeres cruzaron sus miradas.

Alex no entendio nada. - ¿Y eso..? - Movió su mano en círculos en señal de que continúen.

- ¿Están saliendo? - Finalmente preguntó una de las madres.

Alex abrió los ojos de la sorpresa, quedó en silencio unos segundos y luego empezó a reír fuertemente golpeando la mesa en el proceso.

- ¿Cómo cómo cómo - Mordió su labio para no reírse tanto - Cómo llegaron a jajaja a esa esa conclusión?
Prácticamente se encontraba llorando de la risa.

Las mujeres estaban confundidas. - Eres la única persona que viene a nuestra casa y se queda con él a solas en un cuarto - Aclararon ambas al mismo tiempo.

- Ay mi pecho..jaja - Se limpió las lágrimas y sonrió - Parker y yo solo somos amigos desde pequeños, más que nadie ustedes lo saben, además si fuéramos algo ¿No deberían escuchar ruidos en el cuarto del cuarto ojos cuando estoy con él? - Hizó una ligera seña con su mano haciendo como si estuviera agarrando algo y metiéndose el objeto imaginario a la boca.

Ahora lo que hacía reír a la chica de colmillos era ver la expresión de ambas mujeres, rojas de la vergüenza. Iba a sacar su celular para sacarles una foto pero cuando metió su mano en el pantalón se dio cuenta de que no lo tenía encima.

Miró por una última vez a las mujeres y soltó una risita, - Iré a buscar mis cosas e iré a casa ¿Sí? No sólo porque yo sea la única persona que Parker traiga a casa significa que seamos algo, solo hacemos tonterías en su cuarto o miramos películas hasta dormir - Las mujeres asintieron rápidamente aún sonrrojadas.

Esa fue una buena forma de empezar el día.

Subió rápidamente las escaleras y entró al cuarto del único chico en toda la casa. Estaba con sus audífonos jugando algo online así que mejor no molestarlo.

Buscó por el cuarto del chico, encontró su gorro y su celular pero ¿Y su chaleco? Se rascó la cabeza para recordar dónde lo había tirado.

- ¿Qué te pasa chica? - Preguntó el chico con ojos de distinto color.

- Mi chaleco, no se donde lo puse - La chica se agachó para buscar debajo de la cama, encontrando así alguna que otra revista sobre Hentai.

- Se lo diste a Nina ayer, idiota...- Resopló y siguió con su juego.

- Cierto cierto - Se levantó y se sentó en la cama para atarse los cordones de las zapatillas. Antes de irse, encendió su celular para ver si tenía los buenos días de Lena como todos los otros días.

"Alex despierta, te necesito, es urgente"

El mensaje había sido enviado hace unas 3 horas antes, la pelirroja se levantó de golpe. La preocupación le vino como balde de agua fría ¿Su amiga estaba bien? Se le pasaron mil y un situaciones donde la pecosa podría estar en peligro pero no estaba segura de ninguno.

Un mensaje nuevo llegó, era de su padre.

"Regresa a casa ahora mismo"

Alex se dejó caer en la cama, no era momento para que su padre la joda pero si no iba a su casa tal vez luego sería peor, frotó su sien.

Había tenido una buena mañana dentro de todo lo malo y ya tenía dos problemas y no sabía cuál solucionar primero.

Por una parte Lena podría estar en peligro. Su mejor amiga de toda la vida, la primera persona que le dio cariño alguna vez.

Por otra parte estaba su padre, sabía que él estaba enojado y no pareciera que fuese a calmarse hasta que hablara con ella.

No podía pedirle un punto de vista a su amigo, suficiente la había ayudado con dejarla quedar una noche en su casa...un momento ¡Nina! Podría ir a pedirle su chaleco y su ayuda para solucionar dos problemas, podría pedirle que vaya a ayudar a su mejor amiga mientras ella iba a solucionar su problema con su padre.

Era el plan perfecto...¿Verdad?

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