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La Scobby pandilla había sido atrapada por unos demonios exploradores que estaban escondidos entre los árboles y la maleza. Realmente sabían como camuflarse.
Atados de manos y tobillos estaban alineados uno detrás otro, caminando en línea recta con la cabeza gacha y con algunos moretones. Parecía que le dieron buena pelea a sus captores.

Lena no dejaba de sollozar, Nina maldecía en voz baja, Alex era la única que mantenía la cabeza en alto mirando a todos con cierto recelo, Parker miraba hacia los costados y Tom mantenía una mirada de decepción al caminar.

Los demás demonios al rededor tenían distintas reaciones al verlos pasar. Algunos los miraban con ansias de meterselos a la boca por traición. Otros con enfado. Otros con asco y Muy pocos con lastima.
Un demonio con los ojos en el pecho separó a los hermanos de los demás. Los dos hermanos pelirrojos fueron llevados hasta su padre, el señor Tomey los esperaba dentro de su carpa. El hombre gigante los recibió a ambos con un puño limpio en la barbilla, su mirada reflejaba las miles maneras de matarlos que se le iban ocurriendo. Una risa ligera de parte de Alex lo confundió.

- ¿De qué carajos te ríes friki? - El mayor golpeó su estómago sin pensarlo.

- No quería.. jaja decírtelo, logramos capturar a esa chica brillante y a esos idiotas sin que lo sospecharan - Alex soltó una risa más fuerte - No pensé que serian tan ingenuos -

- ¿De qué hablas? ¿Piensas que me tragare tu mentira tan fácil? ¿Por quién me tomas? - Al hablar con enojo soltó un par de escupitajos en su cara.

Con facilidad Alex logró soltarse usando una de sus manos transformada y con ella sacó una hoja arrugada de su bolsillo. En aquel papel se encontraba una figura que brilaba por varias partes de su cuerpo.

- ¿Leni, es esta persona no? - Alex señaló a la figura.

- Entonces si lo sabes, déjame ver si entiendo, ustedes dos. Solos. Que se llevan mal. ¿Me estafaron y a la vez estafaron a esos niños? ¿Hicieron de doble agente? - El señor Tomey frotó su sien.

Tom y Alex asintieron al mismo tiempo, mostrando una sonrisa triunfal.

- Guau...estoy orgulloso de ustedes, sabía que no habían nacido mal - Con un fuerte abrazo levantó a ambos chicos del suelo y los apretujo.


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Lena y los demás se encontraban escoltados hacia la misma celda de donde se había escapado la niña pecosa. Y para su mala suerte la misma chica que casi la mata estaba ahí.

- ¿Miren quién decidió volver a por más? - Sara dio una pequeña patada en el suelo. - ¿Te cansaste de fingir que eres fuerte? -

- Eso creo...- Lena pasó al lado de Sara y se sentó en el sucio suelo junto a sus amigos.

Sara se vio extrañada por el cambio de actitud tan decaído pero se fascinó al tener dos juguetes nuevos. Finalmente no aguanto a esperar órdenes nuevas y los separó lista para atacar a alguno.

- Espera...- Parker Murmuró.

- ¿Qué dijiste cuatro ojos? -

- Nina, aún no...- Volvió a murmurar.

- ¡Te pregunté algo! -

Perdiendo la poca paciencia que tenía se acercó hacia Parker y lo pateó una y otra vez en el estomago, riendo como una desquiciada. Parker había comenzado a tocer y a escupir, girando su cabeza hacia las chicas les dio un giño.

Esa era la señal, Lena había hecho una pequeña y silenciosa explosión para romper la cadena que la mantenía atada, al igual que las de su acompañante rubia.
Nina se levantó y con un rápido movimiento tecleo a la chica morena como si se tratara de un simple juego de rugby.
Sara estaba a punto de transformarse cuando sintió un fuerte calor en su cara, abrió sus ojos con algo de dolor y ahí estaba, Lena le estaba apuntando directamente a los ojos con uno de sus dedos brillando.

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