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Su respiración estaba pesada, sus labios tenían un sabor salado por culpa de las lágrimas que aún caían por sus ojos color esmeralda, aún mantenía esa expresión de terror. Su cabeza iba a mil por segundo, al igual que su corazón que golpeaba fuertemente contra su pecho.

"¿Qué paso?" "¿Cómo pasó?" "¿Qué hizo?" "¿Dónde se metió?" "¿Con quién se metió?"

Todas esas preguntas, una y otra vez pasaban por su mente mientras trataba de adivinar que le había pasado a la persona que más apreciaba.

Sus ojos llorosos viajaron hacia la ventana del vehículo, se veía como los árboles pasaban y las personas paseaban tranquilas, llevaban viajando varios minutos en el auto de Nick quien se ofreció a llevarlas hasta donde sea que esté la pelirroja.

Otro sollozo escapó de su boca e inmediatamente se cubrió con su mano para mantenerse callada. Unos ojos azules la miraban con preocupación, nunca había visto así a la chica pecosa, pasó su mano por el hombro de Lena.

- Hey...Alex está bien, ella es fuerte ¿Recuerdas? - Forzó una sonrisa para calmar a su amiga.

La otra chica la miró por el reflejo de la ventanilla y cerró los ojos por un corto tiempo, el chico teñido las vió por el espejo retrovisor con una mirada preocupada hacía la chica que acababa de conocer.

Para aligerar el ambiente decidió encender la radio poniendo cualquier estación con tal de que no haya silencio.

Estaba sonando Xanny de Billie Eilish, una canción tranquila, ninguno de los que estaba en el auto sabía bien que decía la canción así que no prestaron mucho atención a la letra.

La chica rubia tocó el hombro del chico mayor mostrándole su celular que indicaba que ya habían llegado a la dirección que le mando Alex.

El chico estacionó su auto, las dos adolescentes bajaron y el mayor se quedó en al auto, no quería estorbar.

Lena iba dando pasos lentos, Nina se mantuvo enganchada en su brazo derecho, no sabían exactamente dónde estaban. Era una especie de hospital improvisado en mitad de un callejón, ni siquiera sabían de la existencia de este lugar. Habían doctores y enfermeras que iban de un lugar a otro por todo el pasillo del callejón atendiendo a distintas personas, la mayoría de los pacientes parecían personas indigentes.

"¿Qué hace Alex aquí?" Pensó la chica de pecas mirando como una enfermera curaba las heridas de un niño.

La rubia apretó su agarré para llamar la atención de su acompañante, la pecosa miró en la dirección que estaba mirando la otra chica.

Allí había un chico alto, pelirrojo y con el pelo rapado hacia los lados, tenía un piercing en su oreja, estaba sentado y parecía estar esperando por alguien.

- ¿Tom? - La rubia susurró.

El chico pareció escucharla apesar de estar algo lejos y levantó su cabeza mirando en la dirección de las dos menores.
Su mirada mostraba alivio y levantó su mano moviendola indicando que se acercaran.

Las dos chicas ya conocían al hermano mayor de la pelirroja, aunque era la primera vez que lo veían en persona siempre lo escuchan atravez del celular de Alex quejándose.

Se acercaron sutilmente, había una pequeña cortina que no dejaba ver a quien se encontraba en el colchón del suelo pero dejaba ver las zapatillas de la persona acostada.

Lena se llevó las manos a la boca cuando reconoció de quien eran esas convers negras, su estómago se revolvió en un segundo dándole ganas de vomitar y de volver a llorar. Nina la abrazó y las acercó más hacia el hermano mayor de la pelirroja.

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