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Los ojos de Lena rápidamente se abrieron como platos, ¿alejarse de la chica que tanto ama y que hace no menos de 2 horas se volvieron novias? Era obvio que no haría eso, tampoco estaba segura de que su padre estaba diciendo la verdad. Después de todo el mismo lo dijo, todos van a explotar si me acerco a ella, ¿Pero que tan seguro esta él si nunca se acercó al señor Tomey? ¿Por qué debería hacerle caso sobre algo que ni siquiera él se atrevió a probar?

- ¿Un momento, puedo...pensarlo con mis amigos al menos? - Lena se excusó para alejarse un rato. Su padre le asintió y la niña salió despavorida.

Saltando a los brazos de sus amigos los apretó en un fuerte abrazo como si los fuera a perder, sus ojitos se aguaron en cuestión de segundos al pensar en que ellos podrían desaparecer o morir...y solo ella se acordaría de la linda amistad que cultivaron durante años.

- ¿Pasa algo, pequitas? - Parker acarició sus mejillas.

- Tengo que...contarles algo que me acaba de informar mi papá, pero no se aterren -

. . . . .

Mientras tanto Alex iba masticando lo que podía del cuerpo de su padre, el sabor horrible recorría toda sus papilas gustativas. Le daban hasta ganas de vomitar pero al menos su hermano ya podría descansar en paz al saber que su padre ya no podrá lastimar a ninguno de los dos otra vez.
El olor metálico inundó su nariz haciendo que inhale para obtener más de ese aroma que tanto le atraía, venía de su boca así que se digno a masticar más rápido. Escuchando el crujido de los huesos de su padre y como la carne se partía.
Los demonios que se habían animado a seguir ahí después de la batalla estaban atemorizados, su líder, amo y señor estaba muerto y siendo masticado por su propia hija que alguna vez había estado junto a su padre como ayuda.
Todo el cuerpo de Alex había recibido ondas eléctricas de placer al volver a sentir el olor y el aroma de la carne. Pero ese toque raro de bestialidad que tenía su padre le daba un sabor único, horrible pero único.

Sin darse cuenta se posiciono en cuatro patas, sus ojos brillaban como nunca antes lo habían hecho, parecían las luces de algún auto. Su extremidades habían cambiado sus ángulos pareciendo una horroroza combinación de una araña junto a la de un león. Todo el pelaje que tenia había aumentado en cantidades extremadamente exageradas.

Terminando de tragar los últimos pedazos de su padre, notó que su pecho estaba más bajo y sus piernas más separadas. Fue ahí cuando entendió el cambió. (Aunque poco le importo, ahora solo quería descansar un poco).

Caminando en pasos lentos pero seguros llego hacia sus amigos. El padre de Lena la miró con horror, miró a su hija y finalmente desapareció del lugar como una nube.
Nina y Parker la saludaron a la lejanía con miradas tristes, ella no entendió el porqué.
Finalmente su novia le sonrió e hizo señas para que se acercara más rápido.
Alex obedeció sin chistar, corrió rápidamente sintiendo el viento en su pelaje con total libertad.
Al llegar logró destransformarse, se tambaleó y casi se cayó. No estaba acostumbrada a pasar tanto tiempo en esa forma.
Observó como sus amigos la abrazaron con fuerza y se alejaron. Definitivamente no entendía nada, les preguntaría que le pasa a esos dos después.
Vio como Leni suspiró, volvió a sonreír y corrió hacia sus brazos para besarla.
Lo último que recuerda que sintió fue como una luz blanca la cegó y como el fuerte estruendo de un estallido dejo sus oídos aturdidos.

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