Capitulo 1: Papá

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Mi padre me miraba de manera reprobatoria desde el otro lado de su Ferrari rojo.

Yo solo podía quedarme silenciosa sin poder mirarle a los ojos.

Me acababan de expulsar del prestigioso e importante Internado de señoritas, y sinceramente no sabía si saltar de la alegría por mi logro o tirarme al suelo y esconderme de la mirada acusadora de mi padre: Anthony Edward Stark o si se prefiere Iron Man, el Hombre de Hierro.

Me había mandado a el maldito internado por mi seguridad, ya que ser uno de los héroes más temibles del mundo trae muchos enemigos y eso significa peligro, no solo para él sino que también para su familia y amigos.

La mejor solución fue mandarme a un internado al otro lado del país con tan solo trece años. Entendía que quisiera protegerme pero la decisión fue un poco drástica.

Lo veía muy pocas veces al año, ademas cuando salía de vacaciones me dejaba sola gran parte del tiempo; siempre tiene mucho trabajo en el laboratorio.

Entramos al auto, encendió el motor y salimos de la estancia.

Observe los bellos jardines del lugar y contuve la sonrisa al pensar que no volvería. Me costaría convencerlo que me dejé pasar mi último año de escuela de manera "normal".

Aunque esa palabra no va conmigo veas como lo veas.

Observe cómo ordenó que el coche conduciera solo.

"Mierda, aquí vamos"

-No entiendo como pudiste espesar una pelea con la hija de la directora- lo observe avergonzada, "no arrepiento de nada" pienso- ahora tendré que encontrar un lugar en el que te acepten, ¡y va a costar con la influencia que tiene esa vieja loca!

En otro momento habría estallado en carcajadas por el apodo pero claramente no era momento de risas, no era buena idea si deseaba que no me mandara a otro internado.

-¿Que te dijo para que terminaran agarrandose de los pelos como dos locas?- siento mis piernas temblar y suspiro- nunca as echo nunca algo así y siempre humillas a la gente de manera verbal, ¿que dijo?

-Nada importante...- su mirada me perfora como si con tan solo un movimiento pudiera sacarme la verdad- esta bien...dijo cosas horribles de mi y..

-¿Y?-cuestiona.

-Y..de ti..

El silencio era tenso como un hilo que se podía cortar con una tijera.

-No tenías que defenderme- dice frustrado- ya sabes que la gente..

-Te dijo asesino, viejo tonto y que dependía de ti como si fuera un animal.

-¿Porque no lo dijiste antes?- pregunto sorprendido- ¿Que dijo de ti?

-Que era una rarita sin futuro, y que si tenía uno era porque mi padre me pagaría todo-una lágrima callo por mi mejilla- y dijo que mi madre era una puta regalada-susurre- que murió por mi culpa, simplemente por nacer.-lo miro, ya había explotado en lágrimas- por favor, no quiero volver a un lugar así, puedo tomar clases en casa, no saldría nunca, por favor..

-Luego hablaremos de eso cuando lleguemos, pero sabes que es muy arriesgado y que no quiero que te pase nada.

Tal ves podría ser iba a ser más fácil de lo que pensé, más lágrimas cayeron de mis ojos, sentí como bajaban por mi cuello y se perdían por debajo de mi remera.

Serré los ojos, no era la mejor manera de salir de ese lugar, pero lo había lo logrado ¿no?

La tonta de Celeste, la hija de la directora, había empezado a molestarme, se me consideraba rara desde le momento en que rechace su amistad, ya sabía que solo me quería por mi padre y su fama.
Empezó a molestarme como casi siempre, no le preste mucha atención hasta que metió a mi padre y explote cuando metió a mi madre.

Lucia y Tony Stark se conocieron hace dieciséis casi diecisiete años, empezaron a salir pero enseguida cortaron, mi madre tenía carácter y mi padre no le gustaba perder una discusión. Meses después se enteró de que estaba embarazada y sólo le contó a su mejor amiga quien era mi padre. Falleció unos minutos después de darme a luz y decir mi nombre, (Nombre) Stark, las enfermeras se sorprendieron por el apellido y Annie, la amiga de mi madre, confesó que la niña era hija del famoso y conocido millonario.
Una historia un poco dramática, ¿cierto?

Serré los ojos tratando de olvidar, aunque era imposible, eso nunca pasaría. Dejé que el sueño me abrazara y caí dormida en el asiento de copiloto, suspire "a casa".

"Problemas"/Bucky Barnes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora