Capítulo 10: Algo un poco diferente.

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Si dije que empecé el día mal, y que iba a pasar una tarde pacífica tuve que aclarar que quería un día entero.

Mi queridísimo padre va a hacer una fiesta por su victoriosa misión.

Imagínese el mundo lo feliz que estoy por eso...notase el sarcasmo..

Mi padre no estaba muy interesado en que asista, pero Wanda insistió sin mi consentimiento para ir.

Y ahora me tocará soportar toda una horrible sesión para ponerme "decente"

¡Cual era el problema de que quiera bajar en pijama!

Y tampoco me dejaba usar una de mis camisas y un pantalón suelto con un cinto, Wanda me quería enfundar en un vestido, maquillarme y peinarme, y lo peor de todo era que quería ponerme tacones.

¡No podía con tanto!

Muy pocas veces me ponía vestidos, y si me maquillaba generalmente era solo delinearme los ojos.

Acostumbraba las ropas anchas y cómodas, el pelo generalmente suelto, botas de cuero con cordones gruesos o zapatillas simples, si era algo más "importante" siempre me ponía lo mismo, un traje de camisa y corbata desajustada, y cuando digo "más importante" me refiero a alguna celebración del internado, mi padre nunca me dejaba participar en sus bailes o esa clase de cosas que él hace. Además cuando Wanda entró a mi habitación y solo vio sweters casi le da un infarto.

No soy esa clase de chica popular, no se que esperaba.

Natasha vino con nosotras para hacerlo entre "chicas"

¡Tantas cosas te pueden pasar en un día!

Al llegar a mi habitación, las chicas me miraron de manera un poco extraña.

Ellas ya traían los vestuarios que iban a usar.

Natasha usaría un vestido verde brillante, con su labial rosado y tacones negros, su cabello corto con ondas y sus fieros ojos resaltaban con sus finas y largas pestañas.

Wanda era más sencilla, un vestido negro con sus característicos toques rojos, sus uñas con esmalte oscuro, y sus manos con unos cuantos anillos, ella no usaba mucho taco, solo se puso unos zapatitos rojos, su cabello castaño cobrizo se veía precioso con las pequeñas ondas que le había echo Natasha.

Observe cómo las dos hacían todo, me sentí un poco fuera de lugar, cuando las dos listas y bellas giraron a mi sentí que me tiraría de la terraza.

Wanda se dio cuenta enseguida de su error al no unirme a su charla de como hacer unas ondas perfectas.

Las dos se ruborizaron levemente, incluso Natasha, con esta no hablaba mucho, me daba vergüenza, ella era una bella mujer rusa, ex-espía, luchadora e inteligente, incluso me atrevo a decir una de las mujeres más geniales que e visto en mi vida.

-¡Perdón!-chillo Wanda avergonzada, Wanda al entrar en mi mente supo enseguida que teníamos algo en común; solíamos ser excluidas socialmente, vistas como bichos raros, por razoné diferentes, pero era así.

-¡No pasa nada!-digo enseguida, desde que nos conocimos Wanda siempre me reprocha por pedir perdón hasta por respirar, mi personalidad es algo como: " sé que soy horrible pero no voy a dejar que me lo digas adefesio".

-¿Que te parece?-Natasha trata de cortar un poco la tensión del ambiente.

-¡Preciosas!- un alago es lo único que puedo dar.

Por petición de Wanda, dudosa me senté en la silla giratoria que habían colocado frente mi espejo.

Ella no quería que me vista como siempre, quería que me arreglara como siempre me insinuaba Pepper.

No vendría mal tratar de hacerlo, aunque no es de mi preferencia.

Natasha me brindo una sonrisa, todos le decían Nath pero a mi eso también me daba vergüenza.

Habían agarrado los pocos vestidos que se encontraban escondidos en el fondo de mi armario, y la despampanante agente rusa trajo algunos zapatos.

Wanda insistió en que la dejara tratar de maquillarme un poco, me coloco rubor, un poco de rímel y delineador.

Tenía muy pocos vestidos, casi todos eran negros, y cortos.

Me puse mi favorito, era negro de escote cuadrado, con botones marrones claros y mangas asta los codos, me llegaba hasta un centímetro arriba de la rodilla, un poco más ajustado a la cintura y como a mi me gustaba, principalmente cómodo y suelto.

Suplicando a la chicas me puse mis botas favoritas, eran de cuero negras y con fuertes cordones del mismo color.

Me puse roja al ver el resultado, por el que tanto drama habíamos echo.

El vestido dejaba ver gran parte de mi clavícula y modelaba mis piernas de una manera que me volvió a dejar perpleja.

Mi cabello lo dejé tal y como estaba, me gustaba como se veía.

Faltaba poco para salir y las chicas fueron muy amables conmigo.

Sonreí de manera inconsciente al pensar en el chico de ojos azules.

Tal ves estaría en la fiesta, y solo tal ves me podría acercar a él.

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Tal ves no fue el mejor capítulo, pero quería perfeccionar la personalidad de la rayis ya aquí está el bello resultado.

Prometo que en el siguiente capítulo va a ver más acción con Bucky.

Espero que estén bien, y como el  capítulo de hoy se trato de el tema de la personalidad y esas cosas, vengo a recordarles que son hermosas tal y como son ;)

Hasta el capítulo 11!!

"Problemas"/Bucky Barnes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora