Capitulo 2: La torre y el soldado.

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Mi padre me había despertado para subirnos al avión, luego de unas cuantas horas habíamos bajado y ahora estábamos nuevamente en uno de sus autos para ir directo a lo que me toca en este momento llamar casa; La torre de los Vengadores.

No iba a mentir, estaba nerviosa por conocer a los compañeros de mi padre, si así se los puede llamar.

Eran lo héroes más fuertes del mundo, y seguramente iba a vivir con ellos. Hablamos de el tema de "no más internado", el parecía estar pensando en la solución de que viviera en la Torre y haga mi último año de manera virtual.

Por la ventana pude ver cómo llegábamos al frente de la Torre, parecía toda echa de frágil cristal, aunque de frágil no tenía nada, y una "A" de encontraba en donde ante había un "Stark".

-Bienvenida a casa niña- dijo divertido mi padre.

Nunca venía a la Torre, solo la vi en televisión, en vacaciones al volver siempre me quedaba en nuestra casa de siempre frente el mar.

Sentí mis estómago revolverse, nunca había sido buena haciendo amigos, siempre me ponía nerviosa y con tan solo un "hola" me ruborizaba, más que estos héroes son poderosos y atractivos; posiblemente caería al suelo desmayada de los nervios.

Bajamos del ostentoso vehículo y empezamos a caminar a la entrada.

Mi padre deseaba hacer una de sus épica entradas y bajar en la terraza con un helicóptero, claramente insistí que no era necesario y que podríamos ir en auto, a duras penas acepto, gracias al cielo.

Entramos y empezamos a caminar, entramos a un ascensor y empezó a subir de piso, no le preste atención a cual debíamos ir, mi mente estaba en blanco.

Sentí el ascensor parar,  un aire frío me recorrió la espalda haciéndome estremecer. El ascensor se abrió y salimos los dos del pequeño especio.

Lo seguí y me encontré con un grupo de miradas observando la puerta; hacia nosotros.

Ya sabía quienes eran todos ellos; Steve Rogers, un rubio fuerte de mirada azulada.

Natasha Romanoff, La viuda negra, de cabello rojo como el fuego y ojos verdes profundos.

Wanda Maximoff, una chica joven de cabello castaño cobrizo y según lo que me contaron, cuenta con grandes poderes mentales.

Visión, anteriormente Jarvis.

Sam Wilson, Falcón, amigo del Capitán.

Rhodes, Máquina de guerra, mejor amigo de mi padre.

Faltaban más Vengadores, Hulk, El doctor Banner, no se sabía donde estaba, Thor, había vuelto a Asgard y Clint, Ojo de Halcón, estaba retirado con su familia.

El primero en presentarse fue el Capitán.

-Es un gusto conocerte, soy Steve Rogers espero que te sientas cómoda con nosotros.-me sonrío de manera cordial el rubio.

-Un gusto también, soy (Nombre)- dije avergonzada. Nunca e hablado mucho con hombres, en el Internado éramos todas mujeres, incluso las profesoras.-y no es necesario que se presenten Tony ya me dijo sus nombre y apodos.

-¿Cual es el mío?- pregunto Wanda.

-Brujita- dije con rapidez.

-Stark, no le enseñes esas cosas a la niña.- esta ves exclamo divertida Natasha.

-Bueno Capileta puedes llevarte a la niña a su habitación, y decirle las supuestas reglas del equipo- el Capitán le dio una leve mirada reprobatoria a Él hombre de hierro y me me invitó a seguirlo-¡mocosa!-me di vuelta para mirarlo- tienes tu propio baño y si algún tarado se te acerca me dices y lo exploto- termino de decir mientras guiñaba un ojo.

-Tonto- dije con una sonrisa mientras me daba la vuelta para seguir a Steve.

Caminamos a mi habitación y me indicó cuáles eran las habitaciones de cada uno, la cocina, los baños, las salas, entre otras cosas.

-Llegamos, cualquier cosa no dudes en preguntar- dijo con una sonrisa- tus cosas ya están hay adentro así que te dejo ordenarlas y hacer lo que quieras..-el Capitán se quedo callado y saludo a una persona atrás mío-¡Buck!, ven te presento a (Nombre) la hija de Stark.

En ese momento me di vuelta y lo vi.

Sus ojos celestes como el cielo, me dejaron sin habla, su cabello castaño oscuro casi negro un poco largo por encima de los hombros, la  corta barba que adornaba su blanca piel, era alto, y de un atractivo hipnotizante.

Nuestros ojos se encontraron y sentí mis piernas flaquear.

-Hola-dije casi en un murmullo.

-Hola- respondió él un poco seco.

Luego de unos segundos reaccione, su nombre había salido de la boca de mi padre en dos ocaciones siempre; maldiciones y la muerte de mis abuelos.

Recuerdo lo que dijo de memoria cuando me contó la verdadera muerte de mis abuelos, "James Barnes, El soldado del Invierno, Bucky o como se le diga, asesino a tus abuelos mientras era controlado por Hydra, es un abuelito como el Cap y fue congelado como el hace años, te lo digo para que nos molestes conque no te digo nada y además porque ahora va a vivir con nosotros en la Torre".

Ese día había ido a visitarme al internado y lo veía raro hasta que por fin se dignó a contarme lo que pasaba.

Mi padre le guardaba mucho rencor, pero yo solo puedo pensar en todo el dolor que debe haber sufrido, sus ojos eran dolor, como dos débiles cristales a punto de partirse.

El hombre se fue después de dar un leve asentimiento de cabeza en modo de despedida.

Suspire, el Capitán me dio un ultimo adiós y me dejo sola en mi habitación, me recosté en él suave colchón y serré los ojos

Lo último que pensé antes de quedarme dormida fueron en dos centelleantes ojos celestes acuosos del ex-soldado.

"Problemas"/Bucky Barnes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora