—Hola Tari, ya regresé —Robleis abrió los brazos, esperando un abrazo de su novio—.
Aunque este solo lo evito y fue directo a la cocina, donde se encontraban sus mascotas, cuales Daniel le sirvió su comida.
—Dani ¿Qué tenés? —Tomas estaba preocupado de que algo le haya pasado a su novio. Este se levantó y siguió pasando de lado a Robleis, quien lo detuvo sujetándolo del brazo— ¡Daniel! Dime que te pasa —El castaño frunció el ceño—.
—¡¿Quieres que te cuente?! —Tomás dio un paso hacia atrás asustado, haciendo que Daniel tome aire para intentar tranquilizar su enojo— Pues veamos, he intentado comunicarme con mi novio durante todo su viaje ya qué quería preguntarle algo importante y el solo ignoraba mis mensajes —Escupió con enojo—.
—No es que los ignorara es que estaba con la grabación de la canc- —El argentino se detuvo al darse cuenta de los ojos cristalizados de su novio—.
—¡Basta de excusas! —Tarifa se liberó del agarré de su pareja— Intenté felicitarte después de que se subiera, pero recibí lo mismo que cuando te quise hablar, me dejas en visto —El español estaba alterando, así que tomo aire intentado tranquilizarse— estaba preocupado, pero vi como en tus historias estabas feliz con Pedro, así que decidí dejarte en paz —Daniel salió de la cocina al borde de las lágrimas. Agarro sus llaves y se fue de la casa de su novio, quien aún estaba procesando la idiotez que hizo, ya que conocía la inseguridad de su novio—.
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Me acorde que cuando escribí esto, tenia una día de mierda, ya que tenia como 13 tareas atrasadas y me había pelado con todos y decidí escribir esto.