—Un stop, un stop, un stop, estuve trabajando con todo —Robleis sé encontraba arriba de la mesa, con una camisa blanca que pertenecía a su novio, le quedaba un poco grande, además que usaba unos lentes de sol— tengo mis fajos, herramientas para tomar atajos —Tarifa se encontraba al enfrente de él, lanzando le billetes— me mantengo relajado.
—JAJAJA, se me acabaron los billetes del monopolio —Tarifa ya no aguantaba la risa ya iban varios minutos así— esto es demasiado estúpido —Tarifa cubrió su sonrojo, poniendo su mano en su cara—.
—Tienes razón —El argentino dio un pequeño salto, cayendo al frente de su novio— ahora puedes decir que mi idiotez es de otro mundo —Ambos se quedaron viendo a los ojos con una sonrisa—.
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Ni me acuerdo porque escribí esto, porque es muy rándom, pero weno ahi esta.
