—¿Qué? —Pedro inclino la cabeza, confundido por lo que dijo su vecino—.
—Sal con mi hermano —Pidió— es que hace unos días se quejaba de la soledad y pues como nunca intenta tener citas, le ayudare en eso —Matías esperaba con una sonrisa la respuesta de Pedro. Mientras que Daniel estaba al lado de su cuñado, comiendo un helado tranquilo, ya que no era una persona celosa—.
—Agradezco que te preocupes por mi vida amorosa, —El mayor estaba por gritar de felicidad— pero Tomas tiene novio.
—No sea mentiroso Pedro, Tomas no tiene novio, porque si lo tuviera ya me hubiera enterado —Daniel dejo de comer su helado, para ver a su amigo—.
—Claro... —Pedro entendió lo que pasaba, al ver las expresiones de Daniel—.