—¡Oye Ramírez! —La pareja de adolescentes dejaron de besarse, cuando el hermano de Tomas llamo a Daniel—.
—¿Sí? —Respondió el castaño, frustrado por la interrupción—.
—Saca tu lengua de la garganta de mi hermanito —Daniel soltó una pequeña carcajada—.
—No lo escuche quejarse de eso —Su novio se sonrojo, causando que vea a otro lado—.
—Si le haces algo, te la veras conmigo —Advirtió el mayor, antes de alejarse del cuarto de su hermano—.