Fragmentos de una historia (9)

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Seis meses después de la partida de Isabella

- ¿Quieres asistir? – Isabella miró al hombre mayor con incredulidad, él le devolvió una sonrisa afectuosa y ella se vio tentada a devolvérsela.

- ¿Está hablando en serio? – preguntó con desconfianza, el hombre volvió a sonreír.

- No, estoy bromeando contigo. – Soltó una risa extraña – Claro que estoy hablando en serio. ¿No me dijiste que quieres saberlo todo? Bien, una operación a corazón abierto es parte de ese todo. – explicó, como si ella fuera tonta y tenía que explicarle todo con dibujitos.

Para Isabella aquella propuesta significaba un mundo. Cuando estudiaba, la cirugía cardiotorácica estaba implícita en su currículo, pero lo más lejos que llegó a una sala operatoria fue en las clases prácticas de la Universidad trabajando en cadáveres. Durante su residencia, los médicos siempre encontraban una razón por la que no pudiera al menos observar. Ahora estaba trabajando en un hospital reconocido de la capital en gran parte gracias a su padre, pero se había entregado de lleno en aprender cualquier cosa que cualquiera de los médicos más experimentados quisiera enseñarle. Por eso a nadie le sorprendía verla en la sala de emergencias, asistiendo cuando estaban sobrepasados, o en pediatría, o en cualquier otra ala del hospital. Pero la cardiología era su pasión y la oportunidad que se le presentaba era asombrosa.

- ¡Claro, me encantaría! – el hombre sonrió. Estaba en el negocio por más de veinte años y había visto toda clase de profesionistas. Esa chica era algo especial.

Rescatados (#1 Santa Ana) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora