1. The Trouble On Your Lips [SuperCorp/Kara G!P]

Capitulo 28

—¡Lance! —grité cuando vi a Sara en el pasillo el lunes por la mañana.

Alzó la mirada con una expresión confusa. Estaba parada al lado de Oliver y Alex, quienes se alejaron de ella cuando vieron cuan enojada estaba. A decir verdad, no estaba tan enojada, estaba exagerando un poco.
Sin embargo, marché hacia la chica idiota y le fulminé con la mirada.

—Lo que sea que es, no lo hice —dijo. Había miedo genuino en sus ojos. Ella realmente se veía como si estuviera asustada de mí. ¿Daba tanto miedo? Me calmé mientras iba hacia ella.

—Creo que te dije que me cubrieras el sábado por la noche —dije. Ella se relajó visiblemente y dejo escapar un suspiro de alivio. Wow, y aquí creí que era yo quien estaba exagerando, pero ella estaba en shock.

—Perdona, Lee. Mis padres respondieron el teléfono y les dijeron a los tuyos que no estabas allí. De todos modos, ¿en dónde estabas? —preguntó curiosamente.

—Cierto, ¿dónde estabas? Tu mamá también me llamó —dijo Oliver.

—Y a mí —agregó Alex. Mire a Alex rápidamente, analizando su expresión. No quería que dedujera que yo estaba con Kara esa noche. Sin embargo, juzgando por su expresión confusa, ella no sabía.

—¿Qué? En ninguna parte. Con un tipo. Drogándome y esas cosas, ya saben, lo usual —mentí rápidamente. Era mucho más fácil mentirles a mis padres que a estos tres. Aunque, no pareció importarles mucho sobre mis paraderos, porque dejaron el tema.

Un poco después me fui, mascullando algo sobre ir al baño antes de clase, pero en lugar de ello, subí por las escaleras de dos en dos para llegar al piso donde la oficina de Kara se encontraba. Como siempre, no podía esperar a verla. El fin de semana fue absolutamente perfecto, pero, a decir verdad, estaba un poco nerviosa de que ella se arrepintiera de lo que pasó en el fin de semana. Probablemente me lastimaría si lo hiciera. El sábado por la noche fue la noche más perfecta de mi vida y si ella no sentía lo mismo, pues, no sabía lo que haría.

Cuando llegué a su puerta, toqué y me paré allí pacientemente. Diez segundos después la puerta se abrió y Kara me sonrió.

—¿Estas ocupada? —pregunté. Sin decir nada, se hizo a un lado. Entré y ella cerró la puerta, echándole seguro detrás de nosotras.

—No podemos hablar mucho. Tengo que dar clase.

—Está bien. Solo quería venir y verte —dije con una gran sonrisa en mi rostro. No podía mantenerla lejos de mi rostro cuando estaba alrededor de ella.

—Eso es muy dulce de tu parte —dijo, acercándose a mí. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, envolví mis brazos alrededor de su cuello y ella me acercó con mis caderas. Ese sentimiento de amor no se había ido en todo el fin de semana. Todavía lo sentía y por un segundo pensé en decírselo, pero afortunadamente presionó sus labios contra los míos. Suspiré en el beso. Me sentí completamente contento con este momento. No creo que sepa lo perfecta que es.

—¿Puedo ir a tu casa esta noche? —pregunté cuando me aparté. Besó mi frente y después negó con la cabeza.

—Perdón, tengo un montón de trabajos para leer esta noche, además, tienes tarea —dijo. Fruncí el ceño confuso.

—No tengo tarea —señalé.

—Sí, sí tienes. Voy a poner una en Biología hoy —dijo. Solté un quejido e iba a alejarme, pero con su fuerte abrazo no me aleje mucho.

—Eres mala. ¿Y si en lugar de eso no pones tarea y no lees los trabajos y nos divertimos? —sugerí coquetamente. Sonreí y mordí mi labio inferior. Se rio suavemente y negó con la cabeza una vez más.