1. The Trouble On Your Lips [SuperCorp/Kara G!P]

Capitulo 31

Le dije a Oliver todo sobre Kara y lo que tuvimos. Después me arrepentí un poco. Le había prometido a Kara que no le diría a nadie, sin importar lo que pasara entre nosotras, pero yo solo estaba tan triste con ella que las palabras vinieron regándose de mi boca. Se sintió bien hablar por fin con alguien sobre ello y sabía que podía confiar en Oliver. No le diría a nadie.

Él apenas si se sorprendió por mi confesión. Era casi como si él esperaba esto de mí. Supongo que con todas las travesuras que he hecho en los años pasados, es inmune a cualquier cosa que haga. De todas maneras, él sabía desde el principio que tenía algo por Kara. El era muy comprensivo, justo como cualquier amigo sería. Incluso faltó a clase conmigo el viernes.

No podía ir a la escuela y encontrarme con Kara. Me sentí como colapsando en lágrimas cada vez que pensaba en ella. No tuve un episodio como pensé que lo tendría. Pensé que tal vez me deslizaría del borde y me volvería loca, pero me mantuve relativamente calmada. La medicación que tomaba diariamente estaba funcionando bien. Para la noche del viernes me rendí llorando, pero todavía estaba ahogándome en remordimientos. También me quedé en la casa de Oliver el viernes por la noche. Solo quería estar con un amigo, no es que no me comunique con él.

Yo solo me recosté en su cama mientras él hacia lo que sea que hacían los chicos adolescentes en su tiempo libre. No estaba prestándole mucha atención. Para el sábado por la noche, el se hartó de mis constantes bajones.

─¿Solo vas a quedarte aquí acostada todo el día? ─preguntó Oliver.

─Ese es el plan ─murmuré y me giré boca abajo. Enterré mi cabeza en la almohada y suspiré. Solo quería volver con Kara.

─No, me cansé. Ya tuve suficiente. La mejor manera de que puedas superar este pequeño estado de ánimo que tienes es saliendo y haciendo algo ─dijo en una voz de regaño. Sé que el quería lo mejor para mí, pero igual gemí y la rechacé.

─Solo quiero dormir.

─Uh. No. No es una opción ─dijo. El siguiente segundo, agarró mis tobillos y me sacó de la cama. Aterricé en el suelo con un thud y un quejido. Me giré boca arriba y alcé mi mirada hacia ella.

─¿Fue eso necesario? ─pregunté. Cruzó sus brazos y me dio la mirada de 'padre'.

─Sí, sí lo fue. No te has bañado en días. Tienes la misma ropa que tenías el jueves por la noche. Estás cavándote un agujero de remordimientos y no me voy a sentar y aceptarlo. Ahora levántate, vamos a ir a la casa de Sara ─dijo en un tono exigente.

─¿La casa de Sara? ¿Por qué? No quiero socializar.

─Porque, me dijo que está ocupada, como, todo el día mañana y he estado muy ocupada contigo hoy como para ir a verlo. Quiero verlo por lo menos una vez este fin de semana y soy un chico adolescente que no va a caminar solo por la calle en la noche ─explicó. Gemí y giré por el suelo. Supongo que es un poco injusto que la haya mantenido aquí todo el fin de semana, y de seguro no quería ir a casa porque mis padres supondrían que algo me estaba pasando si me ven deprimido, así que acepté.

─Ugh... Está bien. Si no hay más remedio ─dije.

─Sí, no hay más remedio, ahora ven ─me insistió. Suspiré y me levanté del suelo, pero mi teléfono se cayó de mi bolsillo. Aparte de mandarles un mensaje a mis padres de donde estaba el jueves y el viernes por la tarde, ni siquiera había visto mi teléfono. Lo recogí y vi unas cuantas llamadas perdidas y mensajes de Kara.

─¿Qué pasa? ─preguntó Oliver.

─Solo... Nada, solo unos mensajes de mis padres y gente de la escuela ─mentí una voz baja. No era el tipo de persona que ignoraba mensajes. Simplemente estaba muy curioso, así que abrí mis mensajes. El primero era del viernes por la noche, o anoche.