1. The Trouble On Your Lips [SuperCorp/Kara G!P]

Capitulo 8

Entre a la escuela en día siguiente con una actitud diferente a la de ayer. Ayer deje mi guardia abajo. Fui vulnerable, débil y patética. Le mostré a Kara otro lado que para mí; un lado que quería olvidar y mantener escondido. Así que hoy estaba devuelta a como usualmente actuaba. Me sentía divertida y de alguna manera coqueta. Iba a poner ese modo en buen uso y tenía mis ojos en Miss Danvers.

No soy estúpida, estaba totalmente consciente de que Kara había dudado ayer cuando le bese. No me había empujado rápido como un profesor haría. Pudo no haberme besado devuelta, pero definitivamente no trato de pararme primero. Y después actuó como un adolescente nervioso, tartamudeando y tropezándose sobre rocas.

No estaba ciega para ver lo que estaba pasando en frente mío. Sentía algo por ella, no tenía ni una duda en mi mente de que ella sentía algo por mí también. ¿Por qué más actuaría como si yo le importara mucho? ¿Por qué estaría tan interesada en mi vida? ¿Por qué había querido que me quedara amaneciendo el fin de semana anterior? ¿Por qué había sostenido mi mano? Y más importante, ¿por qué no me aparto? Solo era demasiado obvio para mí que yo le gustaba.

En mi mente mis sospechas fueron confirmadas cuando el día siguiente en mi primera hora mando un estudiante para decirme que fuera a verla. No tenía sesión con ella hoy y si hubiera querido hablar me hubiera llamado en el receso o hubiera esperado hasta la próxima sesión, pero no, quería verme bien temprano donde pudiéramos hablar solas.

Mientras caminaba hacia su oficina me pregunte que me quería decir. Ella era del tipo profesional y responsable así que supongo que trataría de actuar como si fuera nada; un simple error. Aunque esa no era la manera en la que yo trataba las cosas, al menos, cuando se trataba de chicas. Cuando quiero una chica, da por seguro que haré algo sobre ello y no me detendré hasta que lo tenga.

Cuando llegue a la puerta de la oficina de Kara toqué, espere dos segundos antes de ponerme impaciente y abrí la puerta. Mire adentro, pero estaba vacía, así que entré. Marche hacia el escritorio, caminando alrededor de este así llegar a la silla de Kara y me senté en esta. La hice girar mientras esperaba a que llegara. Mire sobre el escritorio. Estaba perfectamente limpio y todo estaba organizado de buena manera, muy distinto a mi anterior consejero quien tendría tazas medio vacías de café por todos lados como también los documentos de los estudiantes.

La puerta se abrió, deteniéndome de husmear en serio. Me gire para encararla y sonreí cuando vi a Kara parada allí. Ella estaba, bueno, sexy, como esperaba. Llevaba puestos unos skinny jeans, como siempre, y una camisa que realmente no era de mi gusto. En realidad era horrorosa, pero se veía bien en ella.

─Eh, guapa.─ Dije, sonriendo. Desvió la mirada nerviosamente antes de volver a mirarme, pareciendo más confiada.

─Siéntate aquí.─ Ordeno y señalo mi asiento usual. Saque mi labio inferior en un puchero.

─Pero aquí me gusta. Hay demasiado espacio para las dos.─ Coquetee. Suspiro y vino hacia mí dirección, deteniéndose al lado de la silla. Gire un poco para encararla.

─Arriba, ahora, y ve ahí.─ Dijo con tono demandante.

─Sácame.─ Le moleste, anchando mi sonrisa. Me mordí mi labio inferior y lo mire juguetonamente.

─Lena, ya te lo dije, no más de esto.─ Dijo. Podía notar que estaba pasándome de la raya, le baje la intensidad un poco.

─Está bien, ya voy.─ Dije. Me levante, manteniendo mi cuerpo cerca del suyo. Se veía incómoda cuando se movió a mí alrededor y se sentó en la silla. Fue hacia el otro lado del escritorio, me deje caer despreocupadamente en la silla y sonreí inocentemente.