Los suaves besos en mi nuca de parte de una Kara aburrida fueron los que me despertaron. Sus brazos estaban rodeando firmemente mi cintura y el caliente frente desnudo de su cuerpo estaba apretado fijamente contra mi espalda. No podía imaginar un escenario más perfecto. Sonreí y abrí mis ojos adecuadamente. Estaba esperando entrecerrar mis ojos ante el sol de la mañana, pero no había salido todavía.
—¿Qué horas son? —pregunté en una voz rasposa.
—Un poco más de las 4:30. No quería despertarte.
—Sí, sí querías —murmuré. Suspiró y besó mi hombro.
—Okay, tal vez sí quise, pero he estado despierta por media hora y te extrañaba —susurró en mi oreja y la besó ligeramente, mandando escalofríos a través de mí.
—¿Me extrañaste? Estoy aquí —me reí en voz baja.
—No cuestiones mi lógica —dijo, besándome otra vez. Amaba cuán cariñosa podía ser. La amaba. Sonreí y me moví en la cama, volteándome para mirarlo. Deslicé mi brazo por su espalda y descansé mi pierna encima de una suya. Adoraba estar tan así de cerca de ella.
—Vuelve a dormir —murmuré y rocé mis labios con los suyos. Empujó los suyos contra los míos más fuerte. Sonreí en el beso porque simplemente no podía creer lo suertuda que era. Sabía con certeza que tomé la decisión correcta al volver con ella. No iba a rendirme con esto para nada. Ella era todo para mí.
—No. Tendrás que irte pronto. Quiero pasar cada segundo posible contigo despierta —dijo. Mierda, es tan lindo.
—Pero estoy cansada —me quejé. Miré sus ojos para ver diversión en ellos.
—Otra parte de tu cuerpo no estaría de acuerdo —se burló. Me sonrojé avergonzada. Sí, había una parte de mi cuerpo que estaba un poco emocionada ahora mismo, pero, ¿puedes culparme? Tengo a una mujer desnuda contra mí dándome besos, así que obvio que voy a estar más que humeda. Gemí y me acosté boca arriba.
—Cállate —espeté. Corrió sus dedos ligeramente por mi estómago.
—No te avergüences, bebé. Esto podría llevar a muchas oportunidades —dijo. Se inclinó y besó mi cuello. Maldita sea, ¿por qué me hace esto a mí? Sentí calor en mi pecho y mi cuerpo entero. Me sentí tan relajada, pero también llena de tensión.
—¿Cómo qué? —pregunté.
—Como... —su voz se fue apagando mientras se colocaba encima de mí. Sus labios todavía estaban conectados en mi cuello mientras creaba fricción contra mí con la parte inferior de su cuerpo. Mi respiración se cortó en mi garganta y mis ojos aletearon hasta cerrarse.
—Okay, esto es definitivamente mejor que dormir —dije. Rozó sus dientes a lo largo mi clavícula. Una sonrisa se formó en mis labios. Ella es tan perfecta. Mi piel ardía en cada lugar que acariciaba. Incluso cuando tomó mi mano y la sujetó en la cama, me ardió. Sin embargo, todas las cosas buenas tienen una forma de acabarse, y nuestras actividades fueron interrumpidas cuando las dos escuchamos una tos venir de otra habitación. Kara gimió y me miró.
—Supongo que Alex terminó viniendo a casa anoche —dijo y se me quitó de encima—. Perdona, simplemente no puedo hacer esto mientras ella esté aquí.
Suspiré y miré la humedad ahora que se impregnaba en las sábanas. La erección de Kara estaba hincándome en mi muslo. En ese momento maldije el día que Alexandra Danvers nació.
—Está bien... Supongo —dije, exagerando mucho la tristeza. Deslizó su brazo alrededor de mi cintura otra vez, pero su toque no estaba haciendo nada más que alentar mi problema. Aunque, lo ignoré y me relajé a su lado.
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1. The Trouble On Your Lips [SuperCorp/Kara G!P]
FanfictionLena Luthor tiene muchos problemas, los cuales cubre actuando como atrevida y divertida. Kara Danvers, su nueva consejera y profesora, de alguna manera, ve directamente a través de su irresponsable actitud. Kara solo quiere ayudarla, como cualqui...