1. The Trouble On Your Lips [SuperCorp/Kara G!P]

Capitulo 29

Han pasado unos cuantos días desde que estuve a solas con Kara y tengo que admitir, la tensión sexual me estaba afectando demasiado (o eran las benditas píldoras mezcladas con el Litio no lo sabía). Escasamente hablábamos y en lugar de ello nos comunicábamos con miradas. Cada vez que la veo en el pasillo ella me da esta mirada, como si quisiera empujarme contra los casilleros y besarme, o por lo menos eso es lo que yo quería que hiciera.
Ya que no podía estar a solas con ella, estaba atascada con mis fantasías intensas sobre ella. Me volvía loca con solo pensar en esas cosas y no ser capaz de actuar.

Toma ahora, por ejemplo, estaba en Biología y Kara estaba hablando sobre sabrá Dios qué. Estaba menos absorta por lo que estaba diciendo y más concentrada en cuán sexy se ve hoy. Pensé en envolver mis piernas alrededor de ella mientras que me levanta y me empuja contra el tablero para follarme. Mi piel estaba caliente y estaba respirando pesadamente. Esto es lo que ella me hace. Me pongo en este trance donde la única cosa que pienso es estar con ella.

Y luego algo pasa, algo que te trae devuelta a la realidad; como la campana de la escuela sonando para indicar que era tiempo de irse. Salí de mi aturdimiento y miré al alrededor. Estaba un poco paranoica de que alguien tal vez supiera sobre lo que estaba pensando, pero nadie era tan sabio. Estaba a punto de levantarme con mis amigos e irme del salón cuando me percaté de un problema que tenía. Bajé la mirada al frente de mis jeans. Era un gran problema. No podía irme del salón con una mancha humeda tan obvio en mis jeans.

—Lena, ¿vienes? —preguntó Sara.

—¿Venir? Me estoy... ¿Me estoy viniendo? ¿Qué estas- —me detuve, limpiando mi mente de todo pensamiento pervertido ¿Cuánto durara para secarse?—. Oh, cierto, venir contigo a la siguiente clase. Sí, clase. Sabes qué, en realidad tengo que hablar con Danvers sobre algo primero, así que ahora solo puedes irte.

Me dio una mirada extrañada. Probablemente pensó que estaba loca. Me acerqué al escritorio para que no notara el problema.

—Uh, okay, te veo luego entonces —dijo con desdén antes de salir junto con Oliver y Alex. La clase desalojó y yo me quedé allí. Los ojos de Kara aterrizaron en mí en una mirada perpleja. Sonreí inocentemente. ¿Cómo carajos iba a salirme de esta? Una vez que todos se fueron, Kara caminó hacia mí.

—Sabes, la campana significa que te puedes ir.

—Pues, tal vez me estoy divirtiendo demasiado y no me quiero ir —sugerí. Sonrió, pero era obvio que no se la creyó. Se detuvo al final de mi escritorio y me miró con sus brazos cruzados.

—¿Qué pasa, Lena? —preguntó. Solo mi humedad.

—Nada —dije rápidamente.

—¿Por qué no vas a clase? —preguntó. Mordí mi labio inferior y la miré inocentemente. Estaba segura que había un rubor rosado formándose en mis mejillas.

—Espera... Levántate —dijo. Oh, fantástico, sabe.

—Preferiría no hacerlo —dije casualmente. Sonrió, un poco malvada, tengo que agregar, y puso sus manos en mi escritorio, inclinándose sobre mí.

—¿Quieres saber lo que pienso? —preguntó.

—Sí, quiero saber lo que piensas —mi voz goteaba sarcasmo.

—Creo que... Comerme con la mirada toda la clase tuvo un pequeño efecto en ti —dijo en voz baja. Sí, definitivamente sabe cuál es mi problema. ¿Era tan obvio?

—Oh, entonces lo notaste, ¿huh? —cuestioné.

—¿Notar? Era difícil no hacerlo —dijo. Sonreí porque eso significó que probablemente estaba pensando sobre las mismas cosas que yo.