Estuvimos profundos por una horas, José despertó primero y empezó a darme pequeños besos por todo el rostro
—Bonita, bonita, despierta- me decía su voz con una melodía, se tomaba enserio verme como una bebé
—Oye veníamos a hablar— dije soltando una risa y tapándome la cara con la almohada
—Pues si así hablas, hablemos todos los días— dijo soltando una carcajada
—De qué quieres hablar amor— puso su cabeza sobre mi pecho y yo empecé a hacerle cariñitos en su cabello
—Joss, que vamos a hacer, sabes que estoy casada— dije poniendo cara de preocupación, volteo su rostro y conectando su mirada con la mía dijo
—Gloria, tu no eres feliz con él, ustedes ya no se quieren y eso se nota— No se equivocaba en lo que me decía, la relación con Armando no iba para nada bien
—¿Qué propones entonces?— dije mirándolo a los ojos con preocupación
—Déjalo Gloria, si no eres feliz con él, por qué vivir con el enemigo en casa— Volvió a su posición inicial esperando una respuesta. No tenía como responder a eso, en cierta parte era verdad lo que me decía, pero no podía dejar a Armando e iniciar una relación en el mismo instante, o sea ya la tenía, no estaba haciendo lo correcto
—Gloria creo que ese silencio dice lo suficiente, sabes— dijo volviendo a mirarme a los ojos —Te amo y si tengo que esperarte lo haré, si tenemos que estar juntos a escondidas lo haré, pero quiero estar contigo Gloria, necesito estar contigo— yo también lo amaba, dicen que para amar a alguien tienes que conocerlo perfectamente, saber todo de él; pero yo lo amaba, no necesitas años de amistad o de relación para amar a alguien, simplemente lo amaba. En estos días me había hecho vivir y sentir cosas que hace mucho tiempo no vivía, la llama con Armando se estaba apagando, crecía una nueva llama de amor en mí, pero hacía otra persona
—Te amo José— dije dándole un apasionado beso.
Luego de ese beso, nos levantamos de la cama y fuimos a comer algo, eran más menos las 11am -Ahora si ¿vas a comer algo de verdad?- dijo José entrando a la cocina y riendo
—Ya no tengo hambre, comí mucho hoy— solté una carcajada
—Yo cocino esta vez, porque o si no, terminamos comiendo quemado de nuevo— Le hice cara de 'no me reproches' y solté una carcajada. Nos divertíamos mucho juntos, salían burlas y bromas espontaneas y eso me hacia feliz, realmente lo era con él.
Después de varios mini desastres en la cocina, teníamos que almorzar, habíamos preparado unos chilaquiles rojos con pollo y una salsa que me encanta. Pasamos al comedor
-Um! que rico está esto amor- dijo José pasando su lengua por sus labios 'Que sexy es' pensé por un segundo
—Me quedaron deliciosos— dije llevándome un poco a la boca. Me encantaba pasar tiempo con él, así estuviéramos callados por minutos o habláramos todo el tiempo, así estuviéramos peleados o bien en toda la extensión de la palabra, o así nuestro amor no lo pudiéramos demostrar en publico; simplemente me gustaba, amaba estar a su lado y si el era feliz conmigo, yo estaría feliz, porque últimamente su sonrisa era mi equilibrio emocional.
Cuando terminamos de comer, José se levantó a lavar los platos, así que yo le ayude a limpiar la mesa y organizar un poco la casa ya que habían prendas por toda la habitación, tendí la cama y tomé mi teléfono.
*Dos llamadas perdidas*
—¿Quién tiene mi número?— dije viendo que era un desconocido, devolví la llamada y una conocida voz en el teléfono contestó
—¿Dónde estas? los niños y yo te hemos estado llamando toda la mañana, Ángel te ha dejado textos y no contestas Gloria— había olvidado que los niños estaban en la casa, tenía solo dos días a la semana para verlos y lo olvidaba ¡En que clase de madre me estaba convirtiendo!
—Voy para la casa— dije colgando el teléfono bruscamente, si Armando me hablaba de esa manera tan grotesca, por qué no lo iba a hacer yo
—Amor debo irme— dije saliendo del cuarto buscando a José, pero no estaba en la cocina, salí al balcón que estaba al lado derecho de la antesala y lo vi sentado mirando hacía los grande edificios que nos rodeaban, era una vista muy bonita, ya que nos encontrábamos en un piso alto
—Amor debo irme— dije sentándome sobre sus piernas y dándole un tierno beso —Los niños están en casa y quiero pasar tiempo con ellos— dije dándole un beso de despedida, me levanté y entré de nuevo al departamento. Agarré una chamarra azul noche que traía conmigo y me puse unos lentes, llamé un taxi y fui directo a la casa.
Cuando llegué al departamento entré rápido y vi que la casa estaba vacía ¡A que están jugando! pensé
—¿Niños? ¿Miguel? ¿Ángel?— dije revisando en cada cuarto del primer piso, pero nadie contestaba —¡Niños!— dije subiendo las escaleras, aun no había respuesta. Entré a sus habitaciones y nada, cuando gire el pomo de mi habitación, encontré a Armando acostado sobre la cama, son una toalla enrollando sus piernas dejando totalmente al descubierto su pecho, las persianas estaban abajo, dejando que estuviera un poco oscuro, el aroma del perfume de Armando inundaba la habitación
—Hola mi vida— dijo Armando sonriendo.
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Yo soy amor de verdad
FanfictionGloria Trevi y J Balvin se encontrarán envueltos en una serie de aventuras y situaciones que harán que duden acerca de su relación, lo suyo es más que una amistad. Personas, historias y aventuras harán que su amor se desenvuelva, pero ¿Lograrán mant...