—Traigo un coraje— dije cruzando mis brazos
—¿Qué sucede?— dijo dando vuelta a la rotunda que había a unos metros de la entrada de la casa, para así, poder dirigirnos al restaurante o al lugar que fuéramos
—Anoche hable con Armando, le pedí el divorcio— José me miró a los ojos y los suyos, se veían llenos de felicidad y me regaló una sonrisa de las que tanto amaba
—Eso es muy buena noticia mi amor— posó su mano sobre mis muslos y preguntó —Entonces cuál es la mala noticia— soltó aquellas palabras un poco dudoso ante la respuesta que se aproximaba
—Pues resulta que el pendejo ese, por no decirle más— solté con un poco de ira en mi voz —Llegó esta mañana a la casa ebrio, me enoja pensar que los niños pudieron haber estado en la casa y no hubiera sido nada bonito que lo vieran así— continúe a la vez que retomaba mi calma, en las últimas semanas me enojaba bastante y eso era algo muy poco común en mí
—Pero no pasó, así que es mejor que te calmes y lleguen a un acuerdo si es que..— hizo una pausa para soltar un pesado suspiro en el cual se reflejaba incomodidad por el tema —Si es que él va a seguir en esa casa— No retiraba su vista de enfrente, trataba de seguir manejando como si nada, pero su actitud de fastidio era más que obvia.
—Ese tema aún no lo hemos hablado, más aún después de verlo así esta mañana, no creo que sea razonable que después del divorcio sigamos viviendo juntos, debemos y más que deber, quiero, hacer mi vida aparte de la suya, contigo— voltee mi mirada hacia él y vi como sus labios se arqueaban formando una sonrisa un tanto tímida, que escondió rápidamente
—¿Trajiste lo que te pedí?— hablaba del mensaje que me había enviado antes de salir, el cual no había visto
—¿Cuál mensaje?— dije mientras sacaba mi teléfono de la bolsa y leía "Si traes un traje de baño, me facilitas todo"
—¿Para qué un traje de baño? traje la demás ropa que me pediste está mañana, pero no un ¿traje?— dije confundida, ahora si que estaba perdida
—Vamos a por uno— dijo cortando la conversación, era obvio que no iba a decirme más. En lo poco que nos quedaba para llegar al lugar, fue un silencio absoluto, más bien de nuestras voces, la radio sonaba con alguna estación de radio la cual sonaba algunas canciones en inglés o de tipo country.
Cuando por fin llegamos al tranquilo restaurante, bajamos del auto y entramos, el lugar estaba solitario, habían dos o tres mesas ocupadas. Se respiraba un seco aroma a madera, que resultaba un tanto agradable, el olor a carne asada se mezclaba lo que causó que mi estomago diera un brinco ¡No había comido nada!. Al entrar decidimos pasar a la terraza donde habían más mesas, allí el clima estaba precioso, el sol no estaba tan fuerte por lo que la suave brisa causaba que mi piel se erizara. En frente la vista era más que magnifica, desde lo alto podíamos ver, de un lado, la grande ciudad, con altos edificios y casas y del otro, un pequeño parque boscoso donde se acentuaban aves de colores
—Está hermoso— dije pasando mi brazo por su espalda
—Sabía que te iba a gustar— respondió correspondiendo mi abrazo y dejando un beso en mi frente.
Luego de ver un rato al maravillosos paisaje, nos sentamos en una de las mesas del lugar y ordenamos la carta. En la comida íbamos hablando de cosas cotidianas o lo que se cruzara cuando en medio de todo nos llega un text a ambos
—¿Cancelaron el programa?— dije mirándolo con cara de confusión
—Eso parece, me acaban de decir lo mismo— respondió con la misma confusión con la que pregunté
—Llamaré a Rose y le preguntare, esperame tantito— me levanté de la mesa y busque el contacto de Rose, era extraña la cancelación si se suponía que iba tan bien -Bueno, Rose cómo estas- pregunté —Oh si claro...no sabía eso... Cuando te lo dijeron... entiendo, claro... Gracias— dije finalizando la llamada al tiempo que volvía a mi lugar
—Cancelaron las grabaciones del programa por unos inconvenientes que tuvo el productor, ¿te dijeron algo más a ti?— dije tomando un sorbo del frappe de mora que anteriormente había ordenado
—No más que no había fecha de retorno, se pausó completamente— tomó un poco del refresco que le quedaba —Creo que tendremos más tiempo para estar juntos— sonrió coquetamente y luego se tomó un ultimo sorbo de la fría bebida —Vamos, quiero mostrarte algo— me tomó de la mano y fuimos a pagar, luego de esto fuimos al parking para salir del lugar —Pero no puedes saber a donde vamos, tienes que cerrar los ojos todo el camino— comentó antes de subirnos a la negra camioneta
—Como voy a irme con los ojos cerrados, ¡no ves que me duermo!— respondí riendo —Más bien dime a donde vamos y por qué tanto misterio— lo tome de la mano y la pasé por mi cintura para después plantarle un dulce beso en los labios
—Ahora si me vas a decir— reí
—Que graciosa eres— dijo intentando besarme nuevamente, pero lo esquive rápidamente creando un tierno juego entre ambos
—Dime a donde vamos y te doy tu beso— le dije dando un paso atrás
—Entonces tendré que esperar— respondió derrotado.
Subimos al auto y tomamos un largo camino por una autopista,por lo que luego de unos minutos la comida me estaba empezando a tomar por la espalda haciendo que me diera un poco de sueño
—Ya vamos a llegar— rogaba con mi voz un poco entre dormida
—Aún falta— decía tomando en burla mi actitud —Descansa un poco, sé bien que tienes sueño— soltó una pequeña risa al saber que no vería a donde íbamos
—Que tarado eres— me reí al tiempo que le daba un pequeño puño en su brazo y pasaba a la parte trasera del auto aún en movimiento
—Que sueñes bonito— soltó una carcajada mientras señalaba una manta gris claro la cual me puse encima y luego de unos contados minutos me quedé profundamente dormida.
Sentí que había dormido mil horas seguidas,el agotamiento físico no era tanto, pero el sueño había ganado esa batalla haciendo que durmiera como un bebé
—Gloria, Gloria, Gloria mi amor— llamaban con suavidad —Amor despierta— me llamaba José con su dulce voz dando pequeños toques en mi rodilla
—Mmm— gruñí aún dormida
—Ya llegamos— dijo suavemente
—¡Ya!— exclamé con emoción al tiempo que me levanté rápidamente —¡Auch!— dije tocando mi cuello mientras miraba sus ojos aún con emoción -Te dije que no era buena idea dormir aquí- le lancé una mirada un poco fulminante, pero no pude evitar reír mientras bajaba del auto
—¿Dónde estamos?— terminé de bajar y vi la oscuridad del ambiente, se respiraba un aire caliente y a la vez había una fresca brisa
—Bienvenida— dijo mirándome con ternura y sus ojos cargados con un brillo más fuerte que el de las estrellas de aquella noche
—Es nuestro pequeño mundo— se acercó y dejó un suave pero a la vez apasionado beso
—Te amo— respondí.
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Yo soy amor de verdad
FanfictionGloria Trevi y J Balvin se encontrarán envueltos en una serie de aventuras y situaciones que harán que duden acerca de su relación, lo suyo es más que una amistad. Personas, historias y aventuras harán que su amor se desenvuelva, pero ¿Lograrán mant...