—¿Qué te pasó Gloria? —dijo José un poco asustado, me invitó a pasar y tomé asiento
—Joss— jadee estallando en llanto.
Las palabras no me salían de la boca, estaba inmersa en ese dolor, me sentía débil, sin alma, como si me hubieran arrancado un pedazo de carne viva, mi cuerpo temblaba sin parar y de mi solo podían salir sollozos, José me abrazaba y me daba palmadas en la espalda y yo lloraba, lloraba como si no hubiera un mañana, como si el mundo entero se estuviera cayendo a mis pies. Estuvimos abrazados por unos largos y eternos minutos, mis lagrimas no cesaban, cuando en un susurro me dijo
—Toda va a estar bien— "Todo va a estar bien" mi mente repetía estas palabras sin parar y mis lagrimas dejaron de caer. Poco a poco fui controlando mi respiración, con mis manos intentaba secar mis mejillas y detener las lágrimas que de mis ojos brotaban, miraba al techo, apretaba los ojos y repetía continuamente "Todo va a estar bien".
En ese instante me sentía segura, José me estaba dando el apoyo que nadie me había dado en años; y más aun sin saber de que se trataba todo esto. Luego de un rato pude levantar mi rostro y le dije
—Perdóname, no debí haber venido, creo que es mejor que me marche— José me vio confundido, también pude percibir un poco de enojo en sus ojos
—¿Te estás escuchando Gloria?— dijo frustrado
—¡¿Vienes a mi casa atacada llorando y me dices ahora que te vas?!— Abrí mis ojos como platos, nunca había esperado que tuviera esa reacción, aunque sabia que no se estaba equivocando
—Te vas a quedar aquí y me dejaras cuidarte hasta que te sientas bien, ¿Estás de acuerdo?— Dijo más tranquilo —Gloria no sé qué esté ocurriendo, pero te pido que me des la oportunidad de ayudarte— Me miró a los ojos con una expresión seria
—Ujum— solté entre dientes, dándole un abrazo un poco fuerte y largo, suspiré
—No quise enojarte Joss, pero en este momento no sé ni lo que estoy diciendo —lo solté, quedamos mirándonos a los ojos cuando, poniendo su mano derecha en mi mejilla
—Glow, aquí estoy para ti, pase lo que pase, aquí estaré, así que respira, límpiate los ojos y levanta tu cabeza como lo has hecho antes
Quedé perpleja, no me salía palabra alguna, lo único que pude hacer en ese momento fue mirarlo a los ojos y medio articular una sonrisa, mis ojos nuevamente estaban llenos de lágrimas
—Gracias— de mi solo salió un pequeño susurro, estaba en shock, confundida, en mi mente pasaban mil cosas por segundo y por todo mi cuerpo sentía tantas emociones que no me dejaban moverme.
José no retiraba sus ojos de los míos y su mano aun estaba sobre mi mejilla cuando de repente descendió hasta mi mandíbula y sin esperar más, me jaló hacia él. Mi cuerpo correspondió por un segundo aquel beso, sin embargo mis piernas estaban heladas y simplemente quedé en blanco, no sabía que hacer, por lo que mi mano se atravesó entre nosotros, abrí mis ojos como platos
—¡¿Qué haces?!— aparté mi rostro con fuerza, no me esperaba esto de su parte y mucho menos en ese momento —¿Te estás aprovechando de mi? —dije poniéndome un poco furiosa, no estaba en una buena situación para que el viniera a revolcarme todo.
Tome mi chamarra y me levanté del sillón, quiero mucho a José, pero creo que no estaba haciendo nada bien, me encontraba en un momento muy vulnerable como para agregarle más drama a la situación
—¡Gloria espera!— me dijo en un grito —Perdóname, me deje llevar—apagó su voz. Seguí caminando por el pasillo casi a brincos, cuando estaba abriendo la puerta me tomó del brazo, acercó su cuerpo por completo al mio
—Enserio perdóname, no fue mi intención— dijo en un susurro mientras me miraba a los ojos, continuó —¿Sabes? soy un tonto por pensar que podría tener algo contigo, soy un tonto por terminar de arruinar un momento como este —Agachó su rostro pues sus ojos se cristalizaron.
Me sentí peor de lo que estaba al haberlo tratado así, estaba demasiado confundida para pensar y decir algo con claridad, pero ¿Qué no entendía? ¿No me vio llegar a su casa hecha un mar de lagrimas para que siguiera haciéndome volcar la cabeza?. En ese momento no sabía que pensar, me sentía mal porque había tomado una actitud horrenda, definitivamente no soy así, pero tampoco podía pensar en que estaba intentando besarme, viendo con sus propios ojos la fragilidad con la que estaba allí; luego recordé que ni siquiera le había dicho la razón del por qué había ido a su departamento
—Perdóname tu— Dije tomándole una mejilla —No era mi intención hacerte sentir mal— Me acerque y le di un corto abrazo
—¿Sabes? la que debería estar apenada soy yo, llego a tu casa por sorpresa, me acoges con cariño y yo vengo a tratarte mal— le dije mirándolo a los ojos.
José me invitó a pasar sin decirme una palabra, señaló el sillón y mi acción fue sentarme
—Gloria ¿Qué es lo que sucede?— dijo tomando asiento en frente de mi —No estás bien, de eso no tengo dudas— estiró una mano para tomar las mías. Incorporé mis manos con las suyas, estaban cálidas a comparación de las mías que estaban frías y temblorosas.
—Tuve una fuerte pelea con Armando y...—corte la frase, mi voz se estaba empezando a ir y sabia que me pondría a llorar nuevamente
—¡¿Qué te hizo?!— exclamó fuertemente —¿¡Te lastimó!?—
—Casi— José me miró a los ojos y negaba con la cabeza
—Gloria esto no puede ser, ¿Cómo que casi?— me miró a los ojos
—¡Sí, casi!, lo detuve a tiempo y no alcanzó a hacer nada —solté un sollozo y me puse a llorar de nuevo, pero está vez no podía contenerme, estaba atacada y me hinque en el suelo, José no dijo nada, cuando me vio caer se arrodilló a mi lado y me abrazo
—Cálmate por favor —susurró en mi oido.
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Yo soy amor de verdad
Hayran KurguGloria Trevi y J Balvin se encontrarán envueltos en una serie de aventuras y situaciones que harán que duden acerca de su relación, lo suyo es más que una amistad. Personas, historias y aventuras harán que su amor se desenvuelva, pero ¿Lograrán mant...