CAPÍTULO 15

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Duramos sentados ahí un buen rato, sin decir palabra alguna, solo mirando por el gran ventanal que estaba en frente de nosotros. Veíamos el más lindo anochecer que pudieron ver mis ojos alguna vez, el cielo estaba tornado de un color naranja rojizo intenso y las nubes formaban caminos horizontales, a lo lejos se veían una que otra estrella intentando opacar la luz del sol y una luna intentando salir.

 Amó pasar tiempo juntos, no perderlo, porque no perdía nada de tiempo a su lado, los segundos se volvían eternos, pero era la eternidad que querías vivir siempre, en calma, donde desaparecía todo, no existían problemas, solo él y yo viendo lo más hermoso que nos podía regalar un día cualquiera.

Me pregunto qué pasaba por su mente en ese momento, por mi parte sentía mis poros llenos de paz, me sentía plena, no pasaba mayor pensamiento por mi mente, uno que otro dando gracias a Dios por haberme regalado a este hombre, dándole gracias a él por haberme dado la oportunidad de estar junto a él, ¿Qué hubiera pasado si nunca me hubiera confesado su amor por mi? retire esas preguntas estúpidas de mi cabeza y seguí contemplando el cielo, intentaba no mirarlo mucho, no quería terminar con ese hermoso momento. Voltee un poco mis ojos y me encontré con un José concentrado en la nada, sus ojos brillaban con un destello indescriptible, sus mejillas rosaditas al igual que su cabello y sus carnosos labios todo hacia juego, simplemente era perfecto. 

Después de un rato, nos acomodamos quedando tendidos boca arriba en el suelo, como era un piso alto no era frío por lo que sentía el roce tibio de este sobre las plantas de mis pies y una escasa parte de piel de mi espalda.  Ya no veíamos el cielo, porque había terminado de oscurecer y solo habían las brillantes luces de los edificios que bloqueaban la de las estrellas. Me recosté sobre su pecho y lo abracé, él tomo mi mano entrelazando nuestros dedos, su piel era tersa y suave y estaba igual de tibia que el suelo. 

Con el brazo que me abrazaba me hacia pequeñas caricias en el cabello, causándome un pequeño escalofrío por el cuello 

—Me haces cosquillas— dije soltando una pequeña carcajada 

—Con que eres cosquillosa— dijo levantándose y tomando uno de mis píes empezó a hacer lo mismo 

—¡Para!— gritaba en medio de carcajadas e intentando hacer lo mismo 

—A mi no me da risa, así que perdiste cariño— decía en medio de carcajadas —¡Que pares dije!— ordené en medio de risas

—Como es eso de que no te ríes— dije haciendo una mueca de preguntas como las de los comerciales que pasan por la televisión

—No, yo soy un hombre serio— dijo en un intento fallido de ocultar su risa 

—Con que no— respondí haciendo muecas cerca a su cara, mostraba mi lengua, enchinaba los ojos, halaba mis orejas; intentaba no reírse, solo tenía flotando en su rostro, en su perfecto rostro, una amplia sonrisa que no dejaba ver sus perfectos dientes. No me di por vencida así que acerqué mis labios a los suyos, dejándolos a milímetros, en su impulso por besarme, sonrío por fin mostrando su perfecta dentadura así que retiré rápidamente mi cara 

—Te hice reír— dije triunfante 

—¡No se vale, así es trampa!— contestó tomando mi mentón acercándolo a su rostro, pero lo retiré rápidamente 

—Ahora tienes que ganártelo— dije levantándome y saliendo a correr por toda la casa. Llegué a su habitación y puse el seguro en la puerta, escuché sus pasos del otro lado intentando evitar que cerrara la puerta

—¡Así no cuenta!— dijo sentándose en el suelo y recostando su espalda en la puerta —¡¿Vamos a jugar así?!— preguntó haciendo sollozos como si de llorar se tratara 

—Ay cariño! no te ríes pero si lloras— dije soltando una carcajada —Tienes que decir un número del uno al diez, si adivinas abro la puerta— 

Esta era mi venganza a todo lo que me había hecho afuera, odiaba que me hicieran cosquillas ya que era muy risueña y por nada me reía 

—Unodostrescuatrocincoseissieteochonuevediez— dijo sin tomar aire causando que yo soltara una carcajada 

—Así no se vale, tienes tres intentos— dije intentando parar mi risa. No me respondió, por lo que me acosté sobre el suelo y miré por debajo de la puerta 

—¿José?— pregunté, pero no me respondió. Luego escuché que se acercaba a la puerta de nuevo

—¿A donde te fuiste?— pregunté haciendo voz de niña chiquita 

—¡A ver quién gana!— dijo abriendo con una llave la puerta que nos separaba. En un intento por levantarme del piso, José me estiro su brazo para ayudarme el cual tome en mi agarre y como una niña jugando en una piscina, lo empujé hacia mi haciendo que este cayera encima mío

—Volví a ganar— dije triunfante dejando un beso en sus tibios labios, tire del cuello de su camisa hacia mi, volviéndolo un beso muy profundo, nuestras lenguas bailaban al compás de un ritmo imaginario, que hacía que se acoplaran perfectamente. Parecíamos hechos el uno para el otro y sin darme cuenta, me estaba metiendo en un hechizo gigante de amor. Luego de unos minutos, nos encontrábamos encima de la cama viendo una película romántica la cual batallamos para poner 

—Odio esas películas, son tan irreales y empalagosas— dijo haciendo una fingida cara de asco 

—Pues se nota que las odias, porque tienes un buen de esas— contesté arqueando una ceja con cara de "No me mientas, que te conozco bien"

—Una vez intenté verme alguna, pero las odié toditas— dijo cruzando sus brazos y dándome el estuche de películas donde solo habían géneros rosas y de acción.  

BUENO AMIGUITOS VOLVÍ JAJA Y LES TRAIGO MUCHAS IDEITAS BELLAS, ESPERO CONTINÚEN CON LA LECTURA YA QUE VENGO CON TODA Y ESTOY MUY EMOCIONADA. TAMBIÉN QUIERO DECIRLES QUE LA ACTUALIZACIÓN DE CAPÍTULOS VA A SER DE 1 A 2 VECES POR SEMANA. LOS AMO Y RECUERDEN DEJAR SUS VOTOS Y COMENTARIOS 💖💖



Yo soy amor de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora