Del odio al amor || MinSung & ChanLix

14

Este capítulo tiene SMUT

Jamás he escrito escenas así antes, por lo que es completamente nuevo para mí. Si les da cringe, o algún tipo de incomodidad, son totalmente libres de saltarse esa parte, pues no afecta en nada a la trama.

Cuando comience, aviso con: ⚠️

Un alumno pasó por su lado y sin disimulo alguno, lo empujó fuertemente con su brazo, haciendo que el menor cayera. Las risas de sus compañeros se hicieron presentes, y él deseó volver a ser tan anónimo como lo era antes. Frente a él, aparece Jegun.

Siempre odió su vida; es un chico tímido, asocial, con falta de autoestima y, lamentablemente, muy ingenuo. Por eso no hizo falta mucho para que uno de los chicos populares fácilmente se aproveche de él.

Todos los días en la escuela solían ser igual, a sus cortos trece años solo vivía un día aburrido más, no tenía amigos. No llamaba la atención, ni para mal o para bien, no se burlaban de él así como tampoco uno solo de sus compañeros se dingaba a saludarlo. Era invisible. Y eso lo hizo el blanco perfecto para que uno de los de grado superior le jugara una broma en la que le hacía creer que estaba enamorado de él, luego de eso, lo humilló, exponiéndolo frente a todos.

— Dios mio, Jisung, no puedo creer que en verdad creyeras que me gustabas. — el pequeño castaño solo agachaba la cabeza y de él escapaban varias lágrimas silenciosas.

— Mira que hay que ser estúpido. — dice el amigo de su agresor, y a su costado, era rodeado por muchos otros alumnos señalándolo con burla.

¿Qué había hecho él para merecer esto? Le hizo creer que le gustaba, lo enamoró, y luego lo humilló. ¿Por qué? Por mero entretenimiento adolescente.

Cuando siente que sus anteojos comienzan a empañarse, una figura frente a sí mismo lo hace levantar la cabeza. No ve su rostro, sólo su espalda.

— Fue suficiente, Jegun, no seas ridículo y déjalo en paz.

— ¿Defendiendo a tu novio, Minho?

¿Minho? ¿Y ese quién es?

Ah, el callado.

Minho, con catorce años, era el chico reservado, popular entre las chicas, más no entre los hombres. Era un chico misterioso, pero muy apuesto, por lo que las féminas de la escuela solían ir tras él, pero con poco éxito. Minho no se metía con absolutamente nadie, solo se le veía en las obras de fin de año, bailando, aunque Jisung nunca fue a una.

— Madura. — dice el pelinegro. Sus ojos son afilados, Jisung no puede verlos, pues su espalda lo cubre.

— Deja que juguemos un rato más con él, ¿sí? ¿No te dan ganas de hacerlo también? Solo es un marica m-

Es fuertemente interrumpido cuando el pelinegro se tira contra él y estalla su puño en el rostro del contrario. Jegun cae y con horror mira como Minho se acerca lentamente a él, sin intención de frenar.

— ¡Ya! Lo dejamos. — con ira se levanta, se limpia la sangre de su nariz y sale de allí.

— G-gracias. — Jisung habla por primera vez.

Minho lo mira, luce exactamente igual que siempre. Sus anteojos grandes, el peinado bien acomodado, sus ojos tristes, la ropa grande y las manos apenadas sobre sus cuadernos. Siente ganas de protegerlo cuando lo ve.

— No es nada. No dejes que te traen como quieren, eres un ser humano y mereces respeto. La próxima vez; rómpele la cara. — una sonrisa se plasma en su rostro — Y por cierto, no hagas caso a ninguno de sus insultos, eres lindo. — luego se va, dejando atrás a un Jisung completamente shockeado.