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Abrió con rapidez los ojos, dándose cuenta de que acababa de despertar, con un suave bostezo estiró sus brazos hacia arriba y sintió un poco de frio. Giró su rostro para encontrar allí a Jisung, sentado a su lado, en sus manos un tazón de palomitas a medio derramar y totalmente dormido. La tele estaba aún encendida, así que ambos habían caído por el sueño sin terminar ni media película.

Tomó su celular para ver la hora, 4:50am, con pereza se levantó del sofá y cerró las ventanas, quienes eran causantes del frío que estaba haciendo en la casa. Buscó una manta para tapar a Jisung y se sentó en el suelo, frente al televisor aún encendido.

No le tomó mucho tiempo recordar por qué estaba en su casa y no en la fiesta de Changbin; Chan, así se llamaba su problema. Vio en cámara lenta como Chan lentamente rodeaba con sus brazos la cintura de Jeongin y el más pequeño daba un paso hacia adelante para besarlo, y recuerda perfectamente como sentía su pecho hundirse cada vez más. Pero, ¿por qué no le sorprende? Él sabía perfectamente que esto ocurriría, que no tendría oportunidad nunca y que, si en algún momento la habría tenido, de todos modos de alguna manera iba a arruinarse.

Chan es un chico lindo, popular y carismático, y está hecho para encajar con gente igual a él, Félix no es como él.

— Sé lo que estás haciendo. — Jisung se remueve del sofá y se sienta a su lado.

— Hey, lamento haberte despertado.

El mayor estira el puño de su suéter para limpiar las lágrimas del rostro de Félix, quien ni siquiera era consciente de que estaba llorando.

— Te estabas tirando abajo, ¿cierto? "Jamás se hubiese fijado en mí" "Jeongin es mejor que yo" "Yo no estoy hecho para estar con alguien como él". ¿Me equivoco? — el menor traga saliva y ríe con nerviosismo.

— Lo siento, no lo puedo evitar. — Jisung toma su mano y lo mira fijamente.

— Sabes, cuando dijiste que este año todo sería diferente, que cambiarías, me puse muy feliz. Pero no porque por fin te animaras a hablarle a Chan, lo cual es genial también, sino porque pensé que también harías un cambio en ti mismo, ¿sabes a qué me refiero? A matar el viejo Félix. — el rubio suspira.

— ¿Y cómo se supone que es ese Félix?

— Ese idiota que cree que es menos que todo el mundo, que no es lindo, que no baila bien, que no merece nada bueno. ¿No crees que es hora de decirle "vete a la mierda"?

— Es más fácil decirlo que hacerlo.

— Estoy de acuerdo, pero mejor comenzar a intentarlo ahora que nunca.

Por primera vez Félix sintió una sensación rara en su pecho, ¿quizá orgullo? ¿Motivación? Por primera vez tenía ganas de levantarse e intentarlo. Es cierto, Chan no es su vida, Chan no determina quien es Félix. Ni él ni nadie.

— ¿Me ayudarás? — le pregunta con ojitos de cachorro. Jisung le sonríe y le da un golpe en el brazo.

— ¡Por supuesto! Para eso vine a este mundo, así que prepárate, aquí comienza tu cambio Lix.

— ¿Exactamente qué haremos? — pregunta con curiosidad.

Jisung levanta la mirada, pensando con esfuerzo.

— Empezaremos por no demostrarle a Chan que te afectó.

La fiesta en casa de Changbin aún no acababa, todos bailaban y disfrutaban de la noche tanto como podían, esta era solo una de las tantas que se hacen a comienzo de año. Y ahora que los partidos oficiales habían comenzado, las ansias de festejar en los adolescentes aumentaba cada vez más.

Del odio al amor || MinSung & ChanLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora