Corbata.

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Narra _____.

Abrí los ojos lentamente. Joder... Me duele todo.
Mire a mi alrededor. ¿Dónde coño estoy?...
Analice el lugar, mierda estoy en una celda. Me acerque a los barrotes. Había un poli de pelo negro y gafas oscuras. ¿Acaso todos los maderos aquí traen gafas?...

-Guapo...- lo llame. Este se acercó con una sonrisa.

-dime linda.- respondio apoyandose en los barrotes.

-¿Me puedes sacar de aquí?.- le pregunté acercandome a él. Era atractivo.

-¿Que me das a cambio?.- pregunto sonriendo. Yo me acerque más a los barrotes. Estábamos muy cerca por el espacio entre barrotes.

-si me sacas te doy lo que quieras.- le propuse susurrando. Este saco sus llaves y metió la llave en la cerradura.

-¡Ivanov!. ¡¿Que cojones haces anormal?!.- una voz grave lo detuvo. Este se dió la vuelta. Era el súper intendente... Joder.

Aproveche para sacar las llaves de la cerradura y esconderlas.

-ella no está detenida por cometer un delito. ¿No?.- explico este.

-Me la suda.- el hombre se acercó y me miro de pies a cabeza por detrás de sus gafas. -¿Sabes por qué estás aquí muñeca?.- pregunto cruzandose de brazos.

-¿Hize algo malo?...- pregunté seductora.

-Si.- respodio el.

-¿Que tan malo?.- pregunté. y lami el barrote como si se tratara de otra cosa... El súper intendente nisiquiera se inmutó pero "ivanov" sonrió hacia un lado.

-estabas ebria en vía pública.- explico el mayor.

-va... Eso no es nada. Déjame salir.- pedí.

-ivanov de 10-33.- dijo el súper intendente. Este se dió media vuelta y se fue.

-ahora que estamos solos... ¿Me acompañas aquí adentro?...- pregunte sonriendo. Este nego levemente con la cabeza.

-¿De dónde conoces a Gustabo y Horacio?.- pregunto.

-mmm... Si entras te lo digo.- le propuse. Hoy me apetece tocar un poco los cojones y más a este tío que tiene pinta de malhumorado.

-si entro te comerás una porra.- el saco la porra amenazando.

-¿me estas hablando en doble sentido?.- me burle. Este sonrió hacia un lado.

-vamos a ver muñeca o me contestas las preguntas o te irá muy mal.- amenazo con una media sonrisa.

-¿al menos puedo tener un vaso de agua y un anelgesico?.- le pregunté. El super lo pensó un poco pero accedió. Se dió media vuelta para ir a por un vaso de agua. En cuanto se fue. Saque las llaves de ivanov de mis espalda. No sé si el otro madero las dejo ahí apropocito o es muy gilipollas.

Abrí la celda y sali. Los demás presos pedían ayuda. Joder... Son mi gente como no los voy a sacar.

Abrí todas las celdas rapidamente.

-¡a correr!.- grite y todos me siguieron. El maso de llaves contaba con todas las puertas. Joder que suerte... Llegamos al aparcamiento de atrás. Y salimos.

-¡Te debo una linda!.- grito uno corriendo.

-¡Gracias preciosa!.- gritaron unos cuantos. Corrí a un callejón a esconderme. Saque mi móvil y le marque a Gustabo.

-¿____?.- pregunto.

-¡Gustabo ven a buscarme!.- pedí recuperando la respiración.

-ya vamos a comisaría tranquila.- dijo el.

I Am God.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora