Silencio.

538 35 1
                                    

Ambos llegaron en el audi... Que ahora era de un color... ¿Rosa claro?... No sé que color es exactamente pero mis ojos ven rosa claro.

-¡_____!.- soltó Horacio muy contento. -te tenemos una gran noticia...- comento. Ambos llevaban una gorra. Creo que son iguales.

-¿El que?.- pregunté. Ahora que me fijo traen las mismas chaquetas marrón...

-somos... ¡AGENTES DE TRAFICO!.- soltó Horacio muy animando.

-¡¿Sois que?!...- solté con horror.

-somos agentes de tráfico, mira.- Horacio me tendió una hoja de papel. Me invitaron a subir al coche mientras leía la hoja.

En la hoja ponía que el súper intendente autorizaba a Horacio y Gustabo a hacer detenciones, persecuciones y multas a coches que infringian la ley.

-¿Estáis de coña?...- pregunté.

-que no...- dijo Horacio.

-vale... Pues en hora buena... ¿Y para que coño me querían?.- pregunté de mala ostia.

Horacio miro a Gustabo quien hizo lo mismo.

-lo siento _____. Mi actitud no fue la mejor. Estaba agotado... Espero que aceptes mis disculpas... Eres una gran amiga.- soltó gustabo mirándome por el espejo retrovisor.

Sonreí por las disculpas de Gustabo.

-joder... Cómo voy a negarme a esos ojos del color del mar...- solté con gracia. El sonrio dulcemente.

-eres la puta ostia...- soltó en un suspiro.

-!VAMONOS!.- grito Horacio feliz. Gustabo apretó al acelerador al máximo haciendo me que pegará al respaldo del asiento.
Los móviles de ellos dos no paraban de sonar.

-miralo, miralo.- gustabo señaló como un tío robaba un coche enfrente de nuestras narices.
Comenzó una persecución. Ostia... Creo que estoy del lado equivocado de la persecución...
Va... Una ves no es ninguna...

-¡Rápido tío!... Que se va...- anime a Gustabo. Este comenzó a adelantar los coches de una manera espectacular...

Narra conway.

Mientras estaba en mi despacho dos agentes entraron. Nisiquiera alce la vista.

-Conway...- soltó la conocida voz de ivanov. Joder ya viene a tocar los cojones.

-¿Que coño queréis?.- pregunté mirando unos documentos.

-que... Nos han llegando avisos de que dos tío y una tía están haciendo persecuciones y multas...- informo ivanov. Deben ser Gustabo, Horacio y... ¿Cómo?, ¿Una tía?...
Alce la vista.

-¿Cómo que una tía?.- pregunté.

-si... DOS tíos y UNA tía.- destacó ivanov. Volkov estaba a su lado. Este tenía toda la pinta de andar con resaca y con razón.

-Si, no os preocupéis. Ya me encargo yo personalmente.- dije mostrando desinterés. Volkov e ivanov se miraron confundidos.

-pues... Vale... ¿Está usted bien?.- pregunto ivanov.
Frunci el seño.

-¿Por qué lo dices?.- pregunté. No sé a qué coño se refiere...

-pues... Hace nada dos tíos en recepción estaban haciendo el gilipollas y me dijieron que usted los dejo ir con una advertencia... No la porra saco. ¿Acaso se le apareció la virgen maria?, ¿O algo?...- pregunto.

-...si. se me apareció la virgen María así que hoy ando con los cojones católicos.- solté sarcástico para evadir la verdad del por qué.

-vale, vale... ¿Entonces es buen momento para pedir un aumento?.- soltó ivanov pasándose le listo.

I Am God.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora